En la mitología griega, Leuce era una ninfa hija de Océano que Hades, el dios de los muertos, secuestró y llevó al Inframundo. Tras su muerte natural, para eternizarla Hades la convirtió en un álamo blanco en los Campos Elíseos.
También se dice que Perséfone, diosa del inframundo y esposa de Hades, fue la responsable de su transformación. De hecho, el álamo está consagrado a Perséfone. De este árbol tomó Heracles la corona con que ciñó su cabeza al volver del más allá.
Leuce o Leuca es también el nombre que daban los griegos a la Isla de las Serpientes, situada en el Ponto Euxino (el Mar Negro).
Fuente: Wikipedia