domingo, 17 de junio de 2018

PIRÍTOO

Pirítoo, Teseo y Helena, de Odorico Politi
     En la mitología griega, Pirítoo era hijo de Ixión y Día y a su enlace con Hipodamía, hija de Butes, el joven rey invitó a sus hermanastros los centauros. Los centauros tras emborracharse, intentaron violar a la desposada y raptar a las invitadas. Todos los invitados varones se unieron contra los centauros en una violenta batalla. Entre ellos se encontraban los lapitas a quienes se unió Teseo. El combate terminó con la expulsión de los centauros, simbolizando el triunfo de la civilización sobre la barbarie.

     Teseo y Pirítoo fueron amigos inseparables, y participaron juntos en hazañas bélicas de su época: en la cacería del jabalí de Calidón, en la expedición de los Argonautas, etcétera.

     Decidieron casarse cada uno con una hija de Zeus: Teseo con Helena, que aún era una niña, y Pirítoo con Perséfone. Primero raptaron a Helena y la dejaron bajo la custodia de Etra, y luego decidieron bajar al Hades en busca de Perséfone. Los Dioscuros, hermanos de Helena, fueron a liberar a su hermana. Cuando Teseo y Pirítoo hubieron descendido al Hades, se quedaron prisioneros allí. Cuando Heracles, en su duodécimo trabajo fue en busca de Cerbero, los encontró encadenados. Al ver a Heracles tendieron sus manos hacia él, como si fuesen a ser resucitados gracias a la fuerza de éste. A Teseo, agarrándolo de la mano, logró alzarlo, pero tuvo que abandonar a Pirítoo ya que, al intentar levantarlo, tembló la tierra, por lo que éste se quedó para siempre en el Hades.

Fuente: Wikipedia

MENELAO

Rey Menelao, Museo Vaticano
     Menelao era hijo de Atreo, rey de Micenas, y Aérope, aunque en algunas versiones aparece, junto a su hermano Agamenón, como hijo de Plístenes que, a su vez, sería hijo de Atreo y esposo de Aérope

     Cuando Atreo fue asesinado por Egisto con el fin de restituir a su padre, Tiestes, en el trono, la nodriza de Agamenón y Menelao los llevó a la ciudad de Sición, cuyo rey, los envió a Calidón. Allí fueron encontrados por Tindáreo, rey de Esparta, que los llevó consigo a su corte.

     Cuando crecieron, Agamenón y Menelao viajaron a Micenas para recuperar el trono; encontraron a Tiestes refugiado en el templo de Hera y le obligaron a jurar que iría exiliado a Citeria. Agamenón, por ser el mayor, ocupó el trono.

     En Esparta, Menelao fue uno de los pretendientes de la hija de Zeus, Helena.​ Tuvieron una hija llamada Hermíone y un hijo llamado Nicóstrato. También se atribuía a Menelao la paternidad, de Megapentes (cuya madre habría sido la esclava Piéride o Tereide) y de Jenódamo (cuya madre habría sido la ninfa Cnosia).

     Paris, príncipe troyano, viajó a Esparta, aprovechó que Menelao tuvo que viajar a Creta para el funeral de su abuelo Catreo, para raptar o seducir a Helena, y se la llevó en el barco junto con las riquezas que pudo llevarse.

     Cuando Menelao se enteró, pidió a su hermano Agamenón que reuniera un ejército para conquistar Troya y recuperar a Helena. Los pretendientes de Helena habían hecho un juramento según el cual todos quedaban obligados a prestarse ayuda en caso de que al elegido le fuera disputada Helena.

     La flota griega, compuesta por un total de 1.186 naves, con el mando supremo de Agamenón, puso rumbo a Troya y, cuando llegaron, Menelao y Odiseo fueron designados como embajadores para reclamar la devolución de Helena ante la corte real troyana. Los troyanos se negaron e incluso pretendieron matarlos, pero fueron salvados por Antenor. Poco después se inició la guerra de Troya.

     Según en la  Ilíada, Paris desafió a Menelao a un duelo singular con la condición de que el vencedor se quedaría con Helena y con sus riquezas. Menelao aceptó el reto y estuvo a punto de dar muerte a Paris, pero éste fue salvado por Afrodita. Agamenón reclamó la victoria para su hermano, pero una flecha de Pándaro que hirió a Menelao hizo que se reanudara la batalla. Menelao fue curado de su herida por Macaón

     Más tarde, Menelao participó en los juegos fúnebres en honor de Patroclo, en concreto en la prueba de la carrera de carros. Fue también uno de los guerreros que se ocultaron en el interior del caballo de madera que sirvió a los aqueos como estratagema para introducirse en la ciudad y saquearla. Durante el saqueo, Menelao y Odiseo protegieron a Glauco, hijo de Antenor. Más tarde, Menelao mató a Deífobo, que se habían convertido en nuevo esposo de Helena tras la muerte de Paris. A continuación se encontró cara a cara con Helena y estuvo a punto de matarla, pero finalmente la perdonó y la llevó consigo a las naves.

     Tras el saqueo, Agamenón no quiso zarpar de vuelta sin haber hecho sacrificios para calmar la cólera de Atenea. Menelao quería zarpar de inmediato, así que sus naves, junto con las de Néstor y Diomedes, emprendieron en seguida el regreso a Grecia. Las naves de Menelao se vieron envueltas en una tormenta que provocó la pérdida de muchas de ellas. Sólo sobrevivieron cinco de las naves, con las que llegó al cabo Sunión pero desde allí fue de nuevo arrastrado por los vientos en un viaje que le llevó a Libia, Fenicia, Chipre y Egipto, durante el que acumuló muchas riquezas. 

Fuente: Wikipedia

sábado, 9 de junio de 2018

TROFONIO

     En la mitología griega, Trofonio era hijo de Ergino. Según el himno homérico a Apolo, Trofonio construyó el templo de Apolo en el oráculo de Delfos con su hermano, Agamedes. Cuando terminaron, el oráculo dijo a los hermanos que hiciesen absolutamente todo lo que desearan durante seis días y, al séptimo, su mayor deseo les sería concedido. Así hicieron y fueron hallados muertos al séptimo día. El dicho «aquellos a los que aman los dioses mueren jóvenes» procede de esta historia.

     Según Pausanias construyeron una cámara del tesoro para el rey Hirieo de Beocia. Usando la entrada secreta, robaron la fortuna de Hirieo. Éste sabía lo que pasaba pero no quién era el ladrón, por lo que preparó una trampa. Agamedes quedó atrapado en ella, y Trofonio le cortó la cabeza y se la llevó para que Hirieo no supiera de quién era el cuerpo que había caído en la trampa. Trofonio huyó entonces a la cueva de Lebadea, y desapareció para siempre.

     La cueva de Trofonio no volvió a ser descubierta hasta que los lebadeanos sufrieron una plaga y consultaron al oráculo délfico. La pitia les informó que un héroe sin nombre estaba enfadado por haber sido ignorado, y que debían encontrar su tumba y ofrecerle adoración de inmediato. Buscaron sin éxito, y la plaga prosiguió hasta que un pastorcillo siguió un rastro de abejas hasta un agujero en el suelo. En lugar de miel, halló un daimon, y Lebadea se libró de la plaga al mismo tiempo que ganaba un oráculo popular.

     Juto consultaba a Trofonio en la obra Ion de Eurípides de camino a Delfos.

Fuente: Wikipedia

TUISTO

     Tuisto es un dios de las tribus germánicas. Es nombrado en las canciones tradicionales que forman el único registro más antiguo de los Germanos. También hay que destacar que la información que hay de él fue recogida por Tácito en De origine et situ Germanorum

     Tuisto esta presente en diversas mitologías, siendo recordado más en la germánica, sajona y escandinava, pero todas tienen en común que: nació de la tierra, es andrógino, fue el primer dios correcto y engendró solo a un hijo.

     Tuisto es conocido por los escandinavos como Buri, nombrado en la Edda prosaica de Snorri Sturluson, siendo Buri el primer dios de la creación.

     Para los germánicos y sajones fue el primer dios que existió, él cual nació de la tierra, es decir, Nerthus. Tuisto era visto más como un dios-gigante, el cual concibió a un hijo por sí solo. Este hijo fue Mannus, quien a su vez es padre de tres hijos los cuales son los fundadores de las tres primeras tribus germánicas. Desde este punto se pierde la información sobre Tuisto.

Fuente: Wikipedia

EGEÓN

     En la mitología griega, Egeón era un antiguo dios del mar, aliado de los Titanes y personificación del mar Egeo (al que dio nombre). Era hijo de Thalassa, la diosa primordial del mar, o según otras fuentes de Ponto y Gea. Fue padre del Hecatónquiro Briareo, con quien lo confunde Homero en la Ilíada.

     Fue decisivo en la disputa que tuvieron Helios y Poseidón por el istmo de Corinto, haciendo de árbitro que terminó dando la razón a Poseidón.

Fuente: Wikipedia