domingo, 4 de septiembre de 2016

KELPIE

Kelpie
     Kelpie, o kelpie de agua, es el nombre escocés de un espíritu del agua capaz de cambiar de forma que habita en los lochs y estanques de Escocia. Se le describía con la forma de un caballo o humana, pero siempre hay presentes algas acuáticas en su cabello o pelaje. Algunos testigos afirman que el kelpie mantiene sus cascos cuando aparecía como humano, lo que generó una asociación con la idea cristiana de Satán como fue aludido por Robert Burns en su poema de 1786, "Address to the Devil".
    
     Hay una historia que describe a la criatura como una mujer alta vestida de verde con un semblante exiguo y marchito, siempre distorsionado por una mueca maligna, quien subyugó y ahogó a un hombre y a un niño después de que salto desde un arroyo. También adoptando el aspecto de un viejo decrépito que balbuceaba para sí mismo continuamente mientras se sentaba en un puente cosiendo unos pantalones. Un local transeúnte, creyendo que era un kelpie, lo golpeó en la cabeza, causando que regresara a su forma equina y se precipitara a su guarida en un estanque cercano. Otros testimonios describen al kelpie como "un hombre severo que salta detrás de un jinete solitario, agarrándolo y aplastándolo", o desgarrando y devorando humanos.

Kelpie
         Una leyenda de Barra, isla que forma parte de las Hébridas Exteriores (Reino Unido), habla de un kelpie solitario que se transforma en un guapo joven para cortejar a una bonita muchacha a la que quería convertir en su esposa. Pero la muchacha nota que el joven es un kelpie y remueve su collar de plata (su brida) mientras él duerme. El kelpie inmediatamente regresa a su forma equina y la muchacha se refugia en la granja de su padre, donde trabaja por un año. Al concluir ese tiempo la muchacha monta al kelpie para consultar a un sabio que le indica regresar el collar. Una vez transformado en un joven, el sabio le pregunta cual sería su decisión si pudiera escoger entre ser un kelpie y un mortal. A su vez, el kelpie le pregunta a la muchacha si se casaría con él si fuera humano. Ella dice que sí y el kelpie decide transformarse en un hombre mortal y el par contrae matrimonio.

      Hay otra leyenda, que hubo un kelpie que se encaprichó de un monje, joven y muy listo, al que intentaba seducir de todas las maneras posibles. Su belleza era de una preciosidad nunca vista entre los mortales. El Monje, la observó pero evitando que su mirada no le atrapara en su deseo. Pues, según la leyenda, el Santo consiguió resistir sus propósitos, arguyendo que primero tenía que aprender a vivir bajo el agua.

      -¿Cómo me propones algo así?-le dijo el Kelpie.

      -Sólo así conseguirás que estemos siempre juntos-respondió el Santo.

     Como aquello era imposible, la kelpie acabó por despedirse de este proyecto amoroso, no sin antes haber derramado abundantes lágrimas, que se transformaron en guijarros de color verde gris, a los que los escoceses dan el nombre de "lágrimas de sirenas".

CÙ SÌTH, EL PERRO DE LAS HADAS

Cù Sìth
      El Cù Sìth o Cu-Sith es un perro mágico proveniente de la mitología celta de las Highlands de Escocia y las islas Hébridas. Cu-Sith es una palabra gaélica escocesa que significa “perro de los sidhe” o “perro de las hadas”.

     El Cù Sìth es un enorme perro de color verde oscuro, del tamaño de un toro joven, de pelaje lanudo, y con una cola tan larga que habitualmente la lleva enrollada a la espalda, aunque en ocasiones se habla tan sólo de que lleva un rabo trenzado. Se dice que vivían en las cuevas, grietas y hendiduras rocosas de las Highlands, vagando por los páramos y las tierras altas.

     Los perros de las hadas solían estar atados al hogar de sus dueños y sólo se los soltaba para cazar o atacar a los intrusos, pero al Cù Sìth se lo soltaba para que vagara solo, y entonces podía ser terriblemente peligroso, tanto para los hombres como para los perros. Según la leyenda, cuando cazaba, lo hacía en silencio, pero de vez en cuando lanzaba tres aullidos aterradores –y siempre tres- que se podían escuchar a kilómetros de distancia, incluso en alta mar. Se decía que quién escuchaba los ladridos del Cù Sìth debía ponerse a salvo del tercer aullido o sería sorprendido por la muerte.

     Efectivamente, el Cù Sìth era temido y sus aullidos eran considerados como un presagio de la muerte (parecido al de la mítica banshee o de las Parcas) y era el encargado de llevarse el alma de una persona a la otra vida. También se decía que su ladrido era una advertencia para que las mujeres en lactancia se encerraran en sus hogares, por que o si no, el Cù Sìth, podía secuestrarlas y llevárselas a un montículo de hadas para que suministrasen leche a los hijos de las hadas, que son conocidas como daoine sith o sidhe daone.

Fuentes: Grimorio de Bestias
                www.sobreescocia.com