Nona, en la mitología romana, era la diosa del embarazo que presidía el nacimiento, la más joven de las tres Parcas (las Moiras en la mitología griega y las Nornas en la mitología germana), personificaciones del destino de cada mortal e inmorta, e incluso Júpiter las temía.
Su equivalente en la mitología griega es Cloto. Como la primera de las tres Parcas, era quien hilaba los hilos de la vida con su rueca,
decidiendo el momento del nacimiento de una persona. Se llamaba así por
su significado del "noveno" mes de una mujer embarazada, cuando su hijo
debía nacer.
Nona determinaba la esperanza de vida de una persona en el día de la purificación, es decir, el día en que se elegía el nombre
del niño, que se producía en el noveno día después de su nacimiento en
el caso de un varón y en el octavo día para una mujer.
En su conjunto, Nona, junto a sus hermanas parcas, Décima y Morta controlaban el hilo metafórico de la vida.
Fuente: Wikipedia