En la mitología griega, Euríale es una de las tres gorgonas, junto con Medusa y Esteno. Representa la virtud de la universalidad.
Es una criatura preolímpica y la mayor de las gorgonas, nació de la unión bien de Forcis y Ceto según unas versiones, bien de Tifón y Equidna según otras. Es inmortal igual que su hermana Esteno pero en cambio la más joven, Medusa, nació mortal y hermosa.
Tenía forma de una enorme mujer, en su cabeza en lugar de cabellos le crecían serpientes venenosas vivas, y, según otras versiones también de sus axilas. Tenía garras de bronce, una boca enorme con colmillos de marfil, alas de oro, y cola de serpiente, si bien versiones más antiguas la muestran semejante a un centauro.
Poseía sangre con virtudes curativas, pero sólo si era extraída del lado derecho, pues de lo contrario su sangre se convertía en un veneno letal e instantáneo.
Como diosa terrestre, protegía y controlaba varios santuarios y oráculos en las montañas, por ejemplo el Oráculo de Delfos, e incluso es quien inspira a las pitias o pitonisas encantadoras de serpientes.
Aunque es una bestia que vive en las entrañas de la tierra, es la única gorgona con sentimientos maternos. En varias obras se cuenta que, cuando Perseo decapita a Medusa, Euríale es quien la llora desconsoladamente. También es la madre de Destino (también llamada Fatum), y la creadora del mundo del Caos. Según algunas versiones, Euríale mantiene relaciones amorosas con Poseidón, y de ellas resulta madre del caballo volador Pegaso, quien, en otros casos, se considera hijo de Poseidón y Medusa aunque ciertos autores argumentan que se trataba de otra Euríale: la hija del rey cretense Minos.
Fuente: Wikipedia