En la mitología nórdica, Tanngnjóstr (rompedientes) y Tanngrisnir (crujir de dientes) son un par de machos cabríos mágicos que conducen el carro volador del dios Thor.
Thor, podía cocinarlos y después, colocando nuevamente los huesos y la piel juntos, era capaz de devolverlos a la vida con la ayuda de su martillo Mjolnir. Una vez, en una de sus viajes solicitó hospedaje en la casa de unos campesinos, cocinó los animales e invitó a la familia. Al día siguiente cuando los devolvió a la vida notó que uno de ellos cojeaba y Þjálfi, uno de los hijos de los campesinos confesó que había partido uno de los huesos, para calmar la ira del dios, él y su hermana Röskva se convirtieron en sus sirvientes.
Se relata en el poema escáldico Haustlöng que el carro arrasaba la tierra y resquebrajaba las montañas a su paso.
Fuente: Wikipedia