sábado, 10 de junio de 2017

ENEAS

Eneas y Afrodita
     Según la mitología griega, Eneas era hijo de Afrodita (Venus, para los romanos) y el mortal Anquises. Después de la destrucción de Troya, a manos de los griegos, Eneas viajó a Italia, donde fundó el reino a partir del cual emergería Roma.

     Anquises, descendía de Tros, rey de Troya. Aunque acudió a la Guerra de Troya, no pudo participar, por su avanzada edad, y por que Zeus le había dejado impedido de una pierna, al enterarse de su relación con Afrodita. Diomedes podría haberlo matado, si Afrodita y Apolo no lo hubiesen retirado del campo de batalla. Eneas estaba casado con Creúsa, hija de Príamo, con la que además tenía un hijo llamado Ascanio.

     Según Virgilio, Eneas huyó de la ciudad en llamas con su padre a hombros y con Ascanio de su mano. Durante la huida desapareció Creusa.

     Eneas reagrupó a los troyanos que habían so­brevivido, y les llevóy hasta Creta, aunque un Oráculo le dijo que fuera a Hesperia, pero una tormenta lo desvió de su camino hasta Estrofades, donde atacados por las Harpías

     Después de esto, Eneas llegó a Epiro, donde uno de los habitantes locales, el profeta Héleno, le ordenó que navegase hacia Sicilia, profetizándole que sería el fundador de una gran nación. En la costa oeste de Sicilia, en un santuario dedicado a su madre, Venus, Anquises murió, siendo sus restos depositados en ese mismo lugar.

     Hera (Juno, para los romanos) provocó una tormenta para que su barco se desviase hacia el norte de África y no llegase a Italia. Aquí, la reina Dido, que estaba fundando la ciudad de Cartago, se enamoró de Eneas durante una cacería, pero no duró mucho ya que Eneas quería seguir su viaje para cumplir la profecia. Como consecuencia, Dido se suicidio con la espada que le había regalado, creando a su vez, la enesmitad entre Cartago y Roma.

     En Cumae, descendió al inframundo y se encontró con el fantas­ma de su padre, el cual le confirmó que estaba destinado a fundar un gran imperio y le aconsejó sobre ello.

     Siguió su viaje hasta la región de Latium, gobernada por el rey Latinus. Su hija mayor, Lavinia, estaba prometida a Turno, pero un oráculo predecía un mejor matrimonio para ella si se casaba con un foráneo. De este modo, Lati­nus entregó a su hija a Eneas, pero Hera, al enterarse, envió a Alecto, una de las Furias, diosas de la venganza, para incitar a la mujer de Latinus, Amata, y a Turno para que se pusiesen en contra de Eneas. Turno buscó aliados entre los pueblos cer­canos y lo mismo hizo Eneas, que incluso contó con el apoyo de los etruscos. Ade­más, Afrodita, le pidió a su mari­do, Hefesto (Vulcano, para los romanos), que le forjase una nueva armadura.

     En la batalla, murió Palas, hijo de Evandro, uno de los principales aliados de Eneas. Eneas derrotó a Truno y se apiadó de él, pero cuando vio que Turno llevaba el cinturón del difunto Palas como trofeo de guerra decidió acabar con su vida.

     Al final, Eneas se casó con Lavinia. Fundó la ciudad de Lavinia en honor a su esposa. De esta unión nació Silvio. Según la mitología relatada por Virgilio en la Eneida, Rómulo y Remo son descendientes de Eneas por medio de su madre, Rea Silvia, convirtiendo a Eneas en el progenitor del pueblo romano.

Fuentes: Wikipedia, http://mitosyleyendascr.com/