La Duat, Amenti o Necher-Jertet, era el inframundo de la mitología egipcia, el lugar donde se celebraba el juicio de Osiris, y donde el espíritu del difunto debía deambular, sorteando malignos seres y otros peligros, según se narra en el Libro de los Muertos, y pasar por una serie de "puertas" en diferentes etapas del viaje, descritas en el Libro de las Puertas.
Los Textos de las Pirámides, grabados durante el Imperio Antiguo, la denominan Dat y se muestra como un mundo celeste situado sobre la Tierra. Encima de la Dat se encontraba el reino celeste de Ra, al que solamente el faraón fallecido podría acceder.
La Dat estaba regida por Horus, el dios halcón de naturaleza celestial. Anubis
es la divinidad que preside los espíritus de los hombres, que tras su muerte irían a
este cielo inferior. En él estaban aquellos espíritus que todavía no
eran absolutamente puros. Era el lugar donde situaban la constelación de Orión.
Los Textos de las pirámides muestran la creencia de que los mundos
celestiales eran inmensas masas de agua en las que habría diversos
lugares de purificación; más lejos estaría el reino celeste de Ra y más
distante todavía, las inescrutables profundidades del Nun (océano primordial).
En el Imperio Nuevo,
Osiris
pasó a ser el señor de la Duat. Se pensaba que la Duat era el inframundo, situado debajo de la
tierra, por donde el dios Ra viajaba del oeste al este durante la
noche. Los antiguos egipcios dividían cada día en veinticuatro horas,
doce en el período de luz solar, en las que Ra surcaba el cielo en su
barca diurna, y otras doce nocturnas, referentes al mundo del Más Allá,
cuando el dios Ra, en su barca nocturna, atravesaba las regiones
oscuras de la Duat, y donde luchaba diariamente contra Apep.
Al ser la Duat un mundo complejo, plagado de lugares enigmáticos y
genios dañinos o benéficos, a partir del Imperio Nuevo se compuso un
texto llamado “Libro del Amduat” donde se exponía su geografía y sus seres para emplearlo a modo de guía.
Fuente: Wikipedia