En la mitología escandinava, Gjallarbrú es un puente que permite atravesar el río Gjöll en el infierno y que debe ser cruzado para llegar a Hel, de acuerdo a Gylfaginning.
Se describe como un puente "cubierto de oro reluciente", al cual se menciona principalmente en la historia de Baldr, cuando Hermódr es enviado a recuperar al dios de la tierra de los muertos. Cuando Hermódr llegó al puente fue desafiado por la jotun Modgud que le exigió que dijera su nombre antes de dejarlo pasar.
John Lindow resalta el paralelismo entre Bifröst,
"un puente entre la tierra y el cielo, o la tierra y el mundo de los
dioses", y el puente Gjallarbrú, "un puente entre la tierra y el inframundo, o la tierra y el mundo de los muertos".
Fuente: Wikipedia