En la mitología griega, la Zorra Teumesia es una criatura fantástica relacionada con el ciclo tebano (conjunto de poemas que, datados en la Época Arcaica de Grecia ).
Su aparición se atribuye al disgusto de uno o más de los dioses griegos, pues el pueblo de Tebas solían oponerse a estas deidades.
Al fundar Tebas, Cadmo había matado a una serpiente de Ares; Penteo y el pueblo de Tebas había rechazado a Dioniso; y Níobe se había proclamado superior a Leto.
Se dice que fue el desagrado de Dioniso quien sacó de la vid a la zorra teumesia de Tebas.
Se supone que era uno de los vástagos Tifón y Equidna, pero en ninguna parte se declaraba esto específicamente. De tamaño gigantesco, era un devorador de hombres, que se alimentaba de los incautos. Se enviaron cazadores para matar o capturar al Zorro, pero ningún arma podía golpearlo, y ninguna trampa podía atraparlo; pues estaba destinada a que nunca fuera capturada. Al final, para aplacar a la zorra teumesia, Creonte decretó que cada 30 días dejarían un niño para que el animal se alimentara de él.
Su papel parece pues muy similar al de la Esfinge. En un fragmento de Corina, Edipo libra a Tebas de dos monstruos. Sin embargo, según la versión más popular, Creonte exigió a Anfitrión que se encargase. Éste recurrió entonces a Lélape, el perro divino destinado a cazar siempre a su presa. En el momento de la persecución, Zeus transformó a los dos animales en piedra para resolver la contradicción (el perro infalible contra la zorra inalcanzable).
Fuentes: Wikipedia, https://mitologiagriega.info/