miércoles, 18 de septiembre de 2019

COLUMNAS DE HÉRCULES

     Las Columnas de Hércules tienen un origen mitológico, referido en la Antigüedad a los promontorios que flanquean el estrecho de Gibraltar. 

     Las Columnas de Hércules fueron un límite entre el exterior y el interior de la cuenca del Mediterráneo y, hasta 1492, se desconocía la existencia de un continente más al oeste de este mar, por lo que las Columnas se han relacionado con la frase latina Non terrae plus ultra («No hay tierra más allá») y con el Plus ultra («Más allá») en el siglo XVI.

     La columna norte es identificada con el peñón de Gibraltar (426 m). La identidad de la columna sur (antiguamente Ábila o Abila​) ha sido disputada a través de la historia, siendo los dos candidatos más probables el monte Hacho (204 m) en Ceuta (España) y el monte Musa (851 m) en Marruecos.

     Hay varias versiones sobre el mito de Hércules. En un arrebato de locura Heracles (Hércules) había matado a sus hijos. Recobrada la razón, el Oráculo de Delfos le había indicado que para purificarse, debería estar al servicio del rey de Tirinto, Euristeo, durante doce años. En otros casos, se cuenta que los doce trabajos mandados a Heracles eran necesarios para librarse de la esclavitud de Euristeo. Heracles era hijo de Alcmena, del linaje de Perseo, y de Zeus.

     Zeus había estado jactándose el día antes del parto ante otros dioses de que el hijo que iba a nacer reinaría sobre los demás descendientes de Perseo. Hera, que estaba celosa de Alcmena, fue a Argos, donde estaba la esposa del rey Esténelo (hijo de Perseo), que también estaba embarazada, y adelantó su parto a medida que atrasaba el de Alcmena.​ De esta forma la profecía se cumplió en el hijo del rey de Esténelo, Euristeo, en lugar de en Hércules y este debía ser entonces siervo suyo.​ Euristeo, rey de Tirinto y Micenas, exigía que, para liberarse, Heracles debía realizar doce trabajos formidables.

     Euristeo enviaba a Hércules a lugares cada vez más remotos para cumplir con las tareas encomendadas. Su décimo trabajo fue ir a buscar el ganado de Gerión, también referido como Geríones. Heracles tuvo que viajarhasta la isla de Eritea que pertenecía al hoy desaparecido archipiélago de las Gadeiras, en la actual bahía de Cádiz (España) Allí, un perro de tres cabezas emparentado con Cerbero y la Hidra guardaba los bueyes. Gerión era nieto de Medusa e hijo del guerrero Crisaor. Geríones tenía dos piernas, pero de cintura para arriba tenía tres troncos, seis brazos y tres cabezas. El trabajo consistía en derrotar a ese monstruo, coger los bueyes y traerlos a Micenas.

     En su viaje hacia el oeste Heracles atravesó el norte de Libia, donde venció al gigante Anteo, hijo de Gea y Poseidón. Heracles tomó prestada la Copa de Helios para navegar sobre el océano y llegar a la tierra de Gerión, la isla de Eritea, que, según Herodoto, es un enclave que se encontraba cerca de Gadeira.

     Muchos textos cuentan que Hércules, en la realización de su décimo trabajo, al llegar a este punto colocó las dos columnas ahí a modo de monumento.

     Los textos en diálogos Timeo y Critias del filósofo griego Platón ubican la mítica y popular isla de la Atlántida en el océano Atlántico, justamente delante de las Columnas de Hércules.

Fuente: Wikipedia