En la mitología nórdica, Svaðilfari es un caballo semental que engendra al caballo de ocho patas Sleipnir con Loki (que tomó forma de una yegua). Svaðilfari pertenecía a un jotun disfrazado y anónimo, pero que llamaban Hrimthurs, quien construyó las murallas de Asgard.
En la Edda prosaica Gylfaginning, se relata el origen de la fortaleza de los dioses, cuando asentaron Midgard y construyen el Valhalla,
y Hrimthurs se ofrece para construir una
fortificación para los dioses y que pide a cambio la diosa Freyja, el Sol y la Luna. Los dioses aceptan, con unas condiciones, debía completar el
trabajo en un plazo de tres estaciones sin ayuda de ningún otro hombre.
El constructor pide disponer de su caballo semental Svaðilfari para la
tarea y, con la intercesión de Loki a favor, los dioses acceden.
Svaðilfari duplica dos veces la fuerza del constructor,
arrastrando enormes rocas para sorpresa de los dioses. Progresan en la construcción de la muralla y tres días
antes de finalizar el verano, ya están cerca de la entrada de la
fortificación. Los dioses son convocados, haciendo responsable a Loki y lo declaran culpable.
Loki es condenado a una muerte horrible si no es capaz
de encontrar una solución para que el constructor no consiga la tarea. Esa noche, el constructor conduce a
Svaðilfari para traer una piedra y del bosque aparece una yegua. La
yegua relincha llamando al semental y Svaðilfari se vuelve frenético,
relinchando, desgarra sus correajes y se lanza a ella que se adentra de
nuevo en el bosque, seguida del semental y del constructor. Los dos
caballos corren toda la noche, provocando que el trabajo se paralice.
Cuando los Æsir se percatan de que el constructor es un jotun, rompen su compromiso de pago con él y llaman a Thor, quien de un mazazo de Mjolnir
le parte el cráneo. Entre tanto, Loki concibe un potrillo
gris de ocho patas un tiempo más tarde, el caballo de Odín Sleipnir, el mejor caballo entre dioses y hombres.
Fuente: Wikipedia