En la mitología griega, Mestra era una hija de Eresictón, el rey de Tesalia que destruyó un bosque sagrado de Deméter para construirse una sala de banquetes. En castigo, la diosa le hizo sufrir de un hambre insaciable que más crecía cuanto más comía.
Tanta fue la desesperación de Eresictón que vendió a su hija Mestra como esclava cuando se le habían acabado ya todas las posesiones. Pero cuando la joven se quedó a solas con su dueño, pidió ayuda a su amante, el dios Poseidón, y éste le concedió el don de poder cambiar de forma siempre que quisiera.
Con esta artimaña, Mestra logró librarse de su dueño convirtiéndose en un marinero para que no la reconociera. Pero cuando su padre descubrió tal habilidad, quiso aprovecharse de ella y vendió a su hija varias veces a hombres distintos para poderse comprar así más alimentos. Mestra, que consentía en tan repugnante mercadeo por amor a su padre, se fue librando de sus sucesivos dueños transformándose en becerra, en ciervo, en pájaro, etc.
Para Erisictón, que se había convertido en un mendigo miserable a causa de su maldición, no había ya alimentos suficientes que calmaran su apetito, y en un ataque de desesperación terminó comiéndose a sí mismo.
Fue entonces cuando Mestra quedó libre de su obligación filial, y se casó con Autólico, el abuelo de Odiseo.
Fuente: Wikipedia