En la mitología griega, Melínoe era una diosa de las ofrendas a los fallecidos. Vagaba por la Tierra cada noche con fantasmas, asustando a todo el mundo en su camino. Se decía que esta era la razón por la que los perros ladraban aparentemente a cualquier cosa de noche.
Según la versión más conocida, se dice que era la hija de Zeus, quién se disfrazó de Hades y sedujo a Perséfone en el río Estigia. Por esto, el cuerpo de Melínoe era mitad luz y mitad oscuridad reflejando la luz de su padre, el rey del Monte Olimpo, Zeus y la reina del Inframundo, Perséfone.
Otras tradiciones dan la paternidad al esposo de Perséfone, el dios Hades, siendo Melínoe la segunda hija de los reyes del inframundo tras Macaria. Por este motivo se consideraba que la oscuridad significaba Hades, y la luz Perséfone.
Melínoe parece haber sido nombrada sólo en las historias órficas (corriente religiosa relacionada con Orfeo).
Fuente: Wikipedia