En la mitología griega, Equidna era una monstruosa ninfa, considerada descendiente de Forcis y Ceto, en otras de Tártaro y Gea y también madre de Calírroe y Medusa.
Hesíodo la describe como un monstruo femenino, madre con Tifón
de todos los monstruos importantes de los mitos griegos. Tenía el torso
de una bella mujer de temibles ojos oscuros pero cuerpo de serpiente.
Cuando atacaron el monte Olimpo ella y Tifón, Zeus
los derrotó, pero les permitió seguir viviendo, así como a sus hijos,
como desafío para los héroes futuros. Equidna moró desde entonces en una
cueva del país de los Arimoi, un remoto lugar desértico situado en Asia
Central, probablemente Siria.
En una ocasión, Equidna asaltó a Héracles durante uno de sus viajes para robarles los bueyes de Gerión, y cuando éste fue a reclamarlos Equidna le dijo que no se los entregaría a menos que él tuviese sexo con ella. Héracles lo hizo, y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites. Otra versión cuenta que Heracles se negó y la encerró en una cueva, hasta que accedió de devolverle los animales.
-Cerbero.
-Ortro.
-Quimera.
-Esfinge.
-Hidra de Lerna.
-Ladón, la serpiente de las Hespérides.
-León de Nemea.
-El Águila de Prometeo.
-El Dragón de la Cólquida.
-La Cerda de Cromión.
Fuentes: Wikipedia, http://sobregrecia.com/