En la mitología griega, Moro o Moros era la personificación masculina del destino, la suerte y de la condenación inminente.
Era hijo de Nix y de Érebo. Como su madre, Moros era invisible y oscuro. Era uno de los llamados «dioses oscuros» (o Daimon) junto con sus hermanos Tánatos (Muerte), las Keres, Hipnos (Sueño) y los Oniros (la tribu de los sueños).
Se dice que todos los demás dioses estaban sometidos a Moros, y que era el único poder al que tenía que someterse Zeus.
Sus leyes estaban escritas en su libro de
hierro, el destino de los nacidos (hombres y dioses) y el momento de su
final, que se encontraba en un lugar al que
los dioses podían acudir a consultarlas. Sus ministras eran las tres Moiras (o Parcas, en la mitología romana) personificaciones femeninas del destino. Para romper con él, se reintrodujo el Caos en el mundo.
En la mitología romana es Sors.
Fuente: Wikipedia