En la mitología griega, Ofión era un Titán que gobernó el mundo con su esposa Eurínome antes del reinado de Crono y Rea, quien les derrocaron y arrojaron al Tártaro o al mar.
Ofión era hijo de Bóreas. Eurínome le bailó y llamó su atención, quien la fecundó y dieron origen a el Huevo Universal. Luego, Ofión se enroscó siete veces alrededor del Huevo hasta dividirlo en dos. Con su eclosión nacieron todos los seres y elementos que componen el Cosmos: el Sol, la Luna, las estrellas, los planetas, animales y plantas.
Orgullosos y cansados de su trabajo, Ofión y Eurinome se instalaron en el Olimpo a descansar.
Pero Ofión empezó alardear de su trabajo. Quería ser el único rey de la naturaleza, ya que de su semen había nacido todo.
Eurinome se irritó y atacó a Ofión. Le rompió los dientes y lo obligó a encerrarse para siempre en las profundidades, de la Tierra.
Eurinome continuó su obra. En cada planeta colocó dos Titanes, para procrear las especies. Tía e Hiperión se convirtieron en señores del Sol; Febe y Atlas, en señores de la Luna, y Dione y Críos, Metis y Voyos, Temis y Eurimedón, Tetis y Océano, Rea y Cronos reinaron sobre los otros planetas.
Fuentes: Wikipedia