domingo, 9 de diciembre de 2018

AMALTEA

Amaltea y la cabra de Zeus, de Pierre Julien
     En la mitología griega, Amaltea era la ninfa que fue nodriza de Zeus. A veces se la representa como la cabra que amamantó al dios infante en una cueva de Creta, y otras veces como una náyade hija de Hemonio (uno de los Curetes), quien lo crio con la leche de una cabra en el monte Ida.

     La diosa Rea, esposa de Crono, quiso salvar a su hijo Zeus de la de su marido que devoraba a sus hijos conforme nacían, por lo que lo escondió en el monte Ida, en la isla de Creta, donde lo recogió esta ninfa alimentándolo de miel de abeja y leche de cabra.

     Un día la cabra se rompió un cuerno, que Amaltea llenó con flores y frutas antes de llevárselo a Zeus, quien lo subió entre las estrellas junto con la cabra, convirtiéndose ésta en el primer unicornio y estando en el cielo la cabra fue la constelación Capricornus. 

     De acuerdo con otra historia, fue el mismo Zeus quien rompió accidentalmente el cuerno con uno de sus rayos y se lo dio a Amaltea, prometiéndole que le proporcionaría todo lo que deseara. Amaltea se lo cambió a Aqueloo (su supuesto hermano) por su propio cuerno, que se había roto en la disputa con Heracles por la posesión de Deyanira

     Según la mitología, el cuerno se le consideraba símbolo de riquezas inacabables y abundancia, y se convirtió en atributo de varias divinidades (Hades, Gea, Deméter, Cibeles, Hermes), y de los ríos como fertilizantes de la tierra. También se dice que, al romper Zeus el cuerno se desparramaron en el cosmos gotas de leche de la cabra que dieron origen a las estrellas de la Vía Láctea).

     En algunas versiones, a la muerte de la cabra Zeus habría tomado su piel para vestirse con ella, convirtiéndola en la égida (parte de su armadura).

Fuente: Wikipedia