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viernes, 28 de febrero de 2020

CACO

     En la mitología griega, Caco era hijo de Hefesto y hermano de Caca, era un gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo. Vivía en una cueva del monte Aventino en el Lacio (actual Roma), en cuya puerta siempre colgaban, para horror de los habitantes, las cabezas sangrantes de los humanos que devoraba.

     Según la Eneida (en la que Evandro cuenta la historia a Eneas) tras haber derrotado a Gerión, Heracles condujo su rebaño de bueyes hasta las orillas del Tíber. Mientras los dejaba pastar, se durmió y Caco robó cuatro parejas de bueyes que condujo a su cueva arrastrándolos de espaldas por el rabo, de forma que no dejaran huellas.

     Cuando Heracles despertó y se dispuso a abandonar los pastos, el ganado que le quedaba empezó a mugir lastimero hacia la cueva, donde una vaca respondió. (Según otra versión, al momento de pasar con el resto del ganado frente a la cueva de Caco, las reses robadas, empezaron a llamarse unas a otras).

     Caco había bloqueado la entrada con una roca enorme que mantenían sujeta unas cadenas forjadas por Hefesto. Cuando Heracles arrancó la cima de la montaña para abrirse paso, Caco le escupió remolinos de llamas y humo, de lo que Heracles se cubrió con ramas de árboles y rocas del tamaño de piedras de molino, hasta que perdió la paciencia, saltó a la cueva, se dirigió a la zona en la que el humo era más denso y estranguló a Caco. (Según Ovidio, Caco fue muerto a golpes de porra).

     Caco quedó representado al momento del robo en antiguos grabados en piedra y en el revés de una medalla de Antonino Pío que le muestra derrotado, sin vida, a los pies del héroe y, en torno a ellos, el agradecido pueblo.

Fuente: Wikipedia

sábado, 11 de enero de 2020

BABIS

     En la mitología griega, Babis fue un sátiro frigio, hermano de Marsias. Marsias fue rival de Apolo en el arte de la música, y fue muerto y desollado por el dios por haber dicho que tocaba mejor que él.

     Babis tocaba la flauta de un solo tubo, mientras que su hermano tocaba la flauta doble. Como era un "inocente" y tocaba la flauta muy mal, se ahorra la cólera divina y no fue castigado por Apolo como su hermano.

Fuente: Wikipedia

lunes, 18 de febrero de 2019

ÁMPELO

Ámpelo, Dioniso y el origen del Vino
     En la mitología griega, Ámpelo, Ampelo o Ampelos era un sátiro hijo de un sátiro y una ninfa, compañero de Dioniso y amado por él.

     Según Nono, murió en un accidente al montar y caer de un toro enloquecido por la picadura del tábano de Ate, después de haberse burlado de la diosa Selene. Las Moiras concedieron a Ámpelo una segunda vida como parra (en otra versión, es el propio Dioniso quien transforma al joven en un racimo de uvas), de la que Dioniso prensó el primer vino y se lo regaló a los hombres (o creó, según otra variante, el vino de su sangre).

     Para Nono, Ámpelo fue el primer amor de Dioniso. El joven, ignorante de la naturaleza divina de su compañero, tenía la misma edad del dios, y lo superaba en belleza. Los dos vivían entre los sátiros y silenos. Podría pertenecer a la estirpe de los sátiros, y tendría una cola, o lo más probable, fuese hijo de Selene y de Helios.

    Dioniso, siempre temía por la vida de Ámpelo, presintiendo un destino similar al de Hilas, Jacinto y Ganimedes, todos jóvenes amantes de dioses o semidioses, que murieron prematuramente.

     Los dos compañeros se enfrentaban diariamente en una variedad de juegos, desde la lucha a la caza, y donde Dionisio dejaba ganar a su favorito. Durante una carrera a la que asistieron Ámpelo y dos sátiros, Leneo y Cisso, el dios intervino para frenar a los oponentes y garantizar la victoria del amado.

     Para atraer la atención de su amante, Ámpelo montaba cabalgando a tigres, osos y leones. El dios, sin embargo, le aconsejó que en sus juegos, se guardase de los cuernos de los toros.

     Un día, a Dionisio se le había aparecido un dragón con cuernos, que había lanzado un ciervo tumbado sobre su espalda contra la piedra de un altar, causándole la muerte. Intuyendo en la aparición un presagio del destino que aguardaba a Ámpelo, el dios estaba a punto de llorar por la futura pérdida, cuando ante la visión de la sangre que enrojecía la piedra del altar, anunció el don del vino, y se echó a reír de alegría.

     A petición de Hera, madrastra de Dioniso, la diosa Ate que se encontraba en Frigia desde que el enojado Zeus la había arrojado allí, se presentó a Ámpelo con la apariencia de un sátiro joven y le aconsejó que intentara cabalgar a un toro, persuadiéndolo de que con ello iba a ganar la predilección de Dioniso y la posibilidad de guiar el carro, que había sido confiada a Marón.

     Ámpelo se acercó a un toro, de las fauces del animal caía sobre el cuerpo del joven una corriente de agua, símbolo de la fatiga donde los bueyes estaban constreñidos a regar los viñedos. Ámpelo adornó la cabeza del toro de narcisos y anémonas, las flores que brotaron tras la muerte de Narciso y Adonis, y se montó en la grupa del toro. Mientras galopaba sobre el toro, al ver la luna, se burló de Selene, que, para castigarle, le envió un tábano para que picase al toro. El animal, desbocado, arrojó por los aires a Ámpelo, lo corneó y lo lanzó contra las rocas, hasta que la cabeza se separó del cuerpo.

     Dionisio, en su desesperación, rociaba la herida con ambrosía, la comida de los dioses, cuya suavidad luego se pasa al vino. Eros, para consolarlo, contó al afligido dios la historia de otro bello muchacho, Cálamo, que se convirtió en caña después de un amor desafortunado.

     Mientras tanto, las Horas, se fueron con su padre, Helios, guardián de las proféticas tablillas de Harmonía. Una de ellas, Carpo, pronto tendría la cabeza adornada con ramas de vid, porque era el tiempo del vino, previsto en la última representación de la tercera tablilla, que marcó el advenimiento de una nueva era en el mundo.​

     Los lamentos de Dionisio llegaron a conmover a Átropos, una de las moiras, hilandera del destino de toda criatura. Ella le dio nueva vida al cuerpo de Ámpelo, que de inmediato echó raíces y se convirtió en una rama de vid, escapando así del Hades. Dioniso apretujó con las manos un racimo de uvas, y goteó un zumo de la misma dulzura de la ambrosía, que producía embriaguez: el vino había hecho su primera aparición sobre la tierra.

     Cisso, el sátiro contra el que Ámpelo había competido, se había transformado en la hiedra que envuelve a la vid, mientras que Cálamo, la caña, la sostendría contra el viento.

     En la segunda versión, Ovidio, además de especificar que Ámpelos era el hijo de un sátiro y una ninfa, cuenta una versión diferente del mito. Dionisio y su favorito vivían en las montañas Ismari, en Tracia. El dios le había confiado a Ámpelo una parra que colgaba de las ramas de un olmo. El joven se había subido al árbol para cosechar el fruto de la vid, pero perdió el equilibrio y murió en el accidente.

     Dioniso convirtió a Ámpelo en la estrella Vindemitor o Vindemiatrix: la Vendimiadora, de la constelación de Virgo. Esa estrella hace su aparición por el este antes del amanecer, y marcaba el comienzo del período de la vendimia en septiembre. Debido a la precesión de los equinoccios, hoy en día son las estrellas de la constelación del León las que aparecen en esa posición a principios de otoño.

Fuente: Wikipedia

CISSO

     En la mitología griega, Cisso era un joven muy ágil que se convirtió en hiedra.

     Según algunas fuentes, fue uno de los sátiros que siguieron a Dionisio en Lidia , en el período de la juventud del dios. Participó en una carrera con otro sátiro, Leneo , y con el amante de Dionisio, Ampelo , a quien el dios le asignó la victoria. Más tarde, poco después de la muerte de Ampelo, Cisso se convirtió en hiedra, sin explicación aparente, mientras se subía al tronco de un árbol, y desde entonces se envuelve alrededor de las filas de vid.

     Según otras fuentes, Cisso era un joven que murió mientras bailaba frente al templo del dios Dioniso, y se convirtió en hiedra para seguir bailando emocionado por el viento.

     Otros citan a Cisso como una de las invocaciones de Dionisio.

domingo, 16 de diciembre de 2018

MARSIAS

Apolo y Marsias, de Giulio Carpioni
     En la mitología griega, Marsias es un sátiro. Se creía que había nacido en Celenas (Frigia), en la fuente principal del río Meandro. Marsias era un experto tocando el aulós, una especie de flauta doble. Había hallado el instrumento en el suelo, donde lo había dejado Atenea.

     Apolo y Marsias se enfrentaron en un concurso musical en el que el ganador podría tratar al perdedor como quisiera. Los jueces fueron las Musas, por lo que naturalmente Marsias perdió y fue desollado vivo en una cueva cerca de Celenas por su atrevimiento al desafiar a un dios. Apolo clavó entonces la piel de Marsias en un árbol, cerca del lago Aulocrene, y su sangre formó el río Marsias (afluente del Meandro, que desemboca en éste cerca de Celenas).

     Hay varias versiones del concurso. Según algunas Marsias tocó mejor que Apolo, pero éste puso la lira boca abajo y tocó la misma melodía. Marsias no pudo hacer lo mismo con su flauta, por lo que perdió. Según otra versión Marsias fue derrotado cuando Apolo acompañó con su voz el sonido de la lira. Marsias protestó, argumentando que el concurso consistía en la habilidad tocando un instrumento y no con la voz, pero Apolo replicó que Marsias soplaba en su flauta, lo que era casi lo mismo. Las Musas estuvieron de acuerdo con Apolo, otorgándole la victoria.

     Babis, hijo de Meandro y hermano de Marsias, tocaba también la flauta, pero, por su falta de habilidad, no fue castigado por Apolo como lo fuera su hermano.

     En la versión de Higino,​ Apolo encarga el suplicio a un escita (miembro de un grupo de pueblos de origen iraní), quien, al terminar de despellejarlo miembro por miembro, entrega sus restos a un discípulo de Marsias, llamado Olimpo.​ En las genealogías de los tres míticos músicos frigios, ese Olimpo aparece a veces como hijo y a veces como padre de Marsias (en tal caso, ese Olimpo es hijo de Heracles y Eubea, hija de Tespio); mientras que Marsias también aparece como hijo de Eagro o de Hyagins (a quien se atribuyen himnos en honor de Cibeles).

Fuente: Wikipedia

LENEO

Sátiro, de Fran Recacha
     En la mitología griega, Leneo era un sátiro , hijo de Sileno . Fue uno de los progenitores de su propia raza.

     Leneo participó en una carrera con otro sátiro, Cisso , y con el amante de Dionisio, Ámpelo , a quien el dios le asignó la victoria. Leneo fue el único de los tres que se dio cuenta de que había perdido solo debido a la intervención divina.

     Más tarde, cuando Rea invitó a los dioses griegos a ayudar a Dionisio en su guerra contra los indios, Sileno fue a la batalla trayendo consigo a Leneo y otros dos de sus hijos Marone (o Marón) y Astreo, cada uno de los cuales llevaba un palo para apoyar al anciano padre. Leneo se impuso en la lucha, lanzando la cima de una montaña contra los enemigos.

Fuente: Wikipedia