En la mitología griega, Pterelao era nieto de Poseidón e hijo de Tafio. Su abuelo Poseidón le había concedido la inmortalidad, dándole un cabello de oro que había puesto sobre su cabeza. Por eso, durante la guerra que los Tafios y los Teleboanos llevaron a cabo contra Anfitrión y Céfalo, la ciudad de Pterelao se mantenía inexpugnable, pues no caería, según un oráculo, mientras Pterelao siguiese vivo.
Sin embargo, una hija suya, Cometo, enamorada de Anfitrión, traicionó a su padre y le cortó el mágico cabello, lo que supuso la ruina para Pterelao, para ella y para la ciudad. Por eso esta historia guarda cierta semejanza con la de Sansón y Dalila. Esta guerra fue provocada por los hijos de Pterelao que, después de pretender el trono de Electrión, robaron sus rebaños. En un duelo entre los hijos de ambos reyes, murieron todos menos Everes, hijo de Pterelao, y Licimnio, hijo de Electrión y hermano de Alcmena, la esposa de Anfitrión.
Fuente: Wikipedia