En la mitología griega, Laomedonte fue rey de Troya. Era hijo de Ilo y Eurídice, hija de Adrasto. Al morir su padre, Laomedonte ocupó el trono de Troya. Junto a su esposa Estrimón tuvo a Hesíone y a Astíoque, y junto a Leucipe tuvo a Príamo, que sería el siguiente rey de Troya.
Según la Biblioteca mitológica del Pseudo-Apolodoro, Laomedonte proyectó la construcción de la muralla que rodeaba la ciudad de Troya y que realizaron Apolo y Poseidón. Píndaro añade como tercer constructor a un mortal, Éaco. Según Diodoro Sículo y Homero, Poseidón la construyó solo, mientras Apolo guardaba los rebaños reales en el monte Ida de la Tróade. Una vez terminada la obra, el rey se negó a pagar el salario estipulado a los dioses: treinta dracmas troyanas. En castigo, Apolo mandó una peste, y Poseidón creó un maremoto con un golpe de su tridente.
Un oráculo reveló a Laomedonte que debería ser ofrecida regularmente una joven virgen en sacrificio a Apolo para aplacarlo. Cuando le tocó el turno a Hesíone, una de las hijas de Laomedonte, Heracles se ofreció a salvar a la muchacha a cambio de las yeguas divinas que le había regalado Zeus a Tros en compensación por el rapto de Ganimedes. Pero una vez realizada la empresa, Laomedonte intentó dar a Heracles unas yeguas mortales en lugar de las prometidas. Diodoro precisa que hizo encarcelar a Ificles y Telamón, los dos heraldos enviados por Heracles. Fueron salvados in extremis por Príamo. Furioso, Heracles se vengó dando muerte al rey y a todos sus hijos menos a Hesíone y a Príamo, que no estaba de acuerdo con su padre y que, como único descendiente, heredó Troya.
Fuente: Wikipedia