jueves, 17 de mayo de 2018

CÉFALO

Céfalo y Procis, de Antonio Canova
     En la mitología griega, existen varios personajes con el nombre de Céfalo:

          1-CÉFALO: Hijo de Deyoneo, rey de la Fócide (región de la Grecia Central que se corresponde con una región histórica de la Antigua Grecia que incluía la ciudad de Delfos y que se situaba entre la Lócrida, la Dórida y la Beocia), y Diomede. Céfalo se casó con Procris, una hija de Erecteo, y ambos se habían jurado eterna fidelidad.

     Eos, la diosa de la aurora, estaba condenada a enamorarse de mortales, por decisión de Afrodita, que no le perdonaba el haberla encontrado en el lecho con su amante Ares. Tras el desafortunado fin de Orión, Eos se encaprichó de Céfalo. Le secuestró e intentó hacerlo su amante, pero Céfalo la rechazó recordando los votos de fidelidad de su esposa. Entonces Eos trató de convencerle de que Procris faltaría a su promesa a cambio de riquezas. Para demostrarselo, Eos dio a Céfalo la forma de un forastero, y le dejó marchar para que probase la castidad de su mujer. Fingiendo ser otro, Céfalo intentó sobornar a su amada con regalos y Procris accedió a acostarse con él. En otra versión, Procris se acostó efectivamente con un tal Pteleón a cambio de una corona de oro y Céfalo descubrió esta infidelidad.

     Céfalo tuvo un hijo con Eos llamado Faetonte (que según otros autores era hijo otro personaje llamado también Céfalo) que posteriormente fue robado por Afrodita para que cuidara de sus templos.

     Mientras tanto, Procris, avergonzada, huyó hasta Creta, donde el rey Minos la sobornó para que fuera su amante regalándole a Lélape, un perro infalible en la caza, y una jabalina que nunca erraba en el blanco, ambos regalos de Artemisa. Pero temiendo la ira de la esposa de Minos, se disfrazó de muchacho y regresó a su tierra natal, confortándose con la práctica de la caza, de la que era gran aficionada.

     En una cacería se volvió a encontrar con Céfalo, que no la reconoció. Éste envidiaba el sabueso y la lanza de Procris, y le propuso que se los vendiera. Pero la joven, que lo reconoció, le contestó que sólo se los daría si la hacía su amante. Céfalo accedió, y en su primera cita Procris le reveló, llorando y arrepentida, su verdadera identidad. Así, ambos esposos se reconciliaron, y tuvieron un hijo llamado Arcesio, que fue el abuelo de Odiseo, hijo de Laertes.

     Pero Eos no perdonaría ser abandonada por Céfalo y le maldijo. Esta maldición se materializó a través de Artemisa, a la que no le había gustado nada el que sus preciados regalos fueran objeto de un tráfico tan inmoral. Hizo que Procris sintiera todavía celos de la Aurora, y sospechara de que su marido abandonase el lecho siempre antes de que saliese el sol.

     Céfalo estaba un día sentado junto a un árbol, acalorado tras una cacería. Un paseante le oyó y pensó que estaba cortejando a una amante. Procris lo supo y al día siguiente fue en su busca. Como estaba sentado cantando el mismo himno, pensó que le cantaba a su antigua amante Eos y se movió. Céfalo, oyendo la agitación en la maleza y creyendo que el ruido era de un animal, lanzó la jabalina y atravesó a Procris, matándola. Céfalo quedó afligido y aceptó el destierro a Tebas que le impuso el Areópago (monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas, sede del Consejo que allí se reunió desde el 480 a. C. hasta el 425 d. C.).

     Allí ayudó a Anfitrión de Micenas en una guerra en Tafos contra los teléboas y fue recompensado con la isla de Samos, que desde entonces fue conocida como Cefalonia. También cedió al supuesto padre de Heracles el sabueso infalible, para pudieran dar muerte a la zorra teumesia, que estaba causando estragos en la zona. Esta bestia no podía ser atrapada por designio de los dioses, y cuando Anfitrión le lanzó a Lélape (el sabueso), Zeus convirtió a ambos animales en rocas.

     Céfalo se volvió a casar, con una hija de Minias. Con esta mujer (llamada Clímene según algunas fuentes) tuvo dos hijos llamados Ificlo y Alcimede. Pero nunca se perdonó la muerte de Procris, terminó suicidándose saltando al mar desde un acantilado de la isla de Léucade.

          2-CÉFALO: Ateniense, hijo de Hermes y Herse, hija de Cécrope, o de Creúsa, hija de Erecteo.

     Cuando se enamoró Hermes de Herse, la celosa hermana de ella, Aglauro, se interpuso entre ambos y rehusó moverse. Hermes la transformó en piedra.

     La diosa Eos secuestró a Céfalo y lo llevó hasta Siria, donde lo hizo su amante. Distintos autores les atribuyen por separado tres hijos, llamados Titono, Héspero o Eósforo y un Faetón (del que algunas fuentes afirman era hijo de Céfalo y Hemera, el Día), distinto del Faetón hijo del dios solar Helios.

Fuente: Wikipedia