En la mitología romana y en la religión de la Antigua Roma, Lucina es la diosa que presidía el nacimiento de los niños y se encargaba de auxiliar a las mujeres durante el parto.
Reciben también este sobrenombre las diosas Diana y Juno, en su calidad de diosas de la luz y de los alumbramientos.
Se la representa como una matrona con una copa en la mano derecha y
una lanza en la izquierda; o bien, sentada con un niño recién nacido en
el regazo y una flor en la mano derecha.
En las ceremonias de su culto se le dedicaban guirnaldas y coronas de flores.
Fuente: Wikipedia