lunes, 10 de julio de 2017

PÉLOPE

     En la mitología griega, Pélope era hijo de Tántalo y Dione (hija de Atlas), y padre con Hipodamía de los famosos Atreo y Tiestes.

     Queriendo hacer una ofrenda a los olímpicos, Tántalo descuartizó a Pélope y cocinó un estofado con su carne, que entonces sirvió a los dioses. Démeter, apenada tras el rapto de su hija Perséfone por Hades, aceptó el ofrecimiento y se comió el hombro izquierdo. 

     Sin embargo, los demás advirtieron la trama y evitaron comer el cuerpo y la mente del muchacho, trayéndolo de vuelta a la vida y reemplazando su hombro con uno de marfil que fabricó para él Hefesto. Tras su resurrección, Pélope era más hermoso que antes: Poseidón se enamoró de él y le llevó al Olimpo, y le enseñó a conducir su carro divino. Más tarde, Zeus expulsó a Pélope del Olimpo, enfadado porque su padre, Tántalo, había robado la comida de los dioses, se la había dado a sus súbditos de la tierra y había revelado los secretos que había oído.

     Ya adulto, Pélope quiso casarse con Hipodamía. El padre de ella, Enómao, rey de Pisa o de Olimpia, había matado a treinta pretendientes de la joven tras vencerlos en una carrera de carros. Pélope fue a pedir la mano de Hipodamía y se preparó para competir con Enómao. Preocupado por si perdía, Pélope fue a la orilla del mar e invocó a Poseidón, su antiguo amante, y, recordándole su amor, le pidió ayuda. Sonriendo, Poseidón hizo aparecer un carro tirado por caballos grandes y alados.

     Aún inseguro de sí mismo, Pélope (o la propia Hipodamía) convenció al auriga (el que conducía el carro) de Enómao, Mírtilo, para que le ayudase a ganar, prometiéndole la mitad del reino y la primera noche en el lecho de Hipodamía.

     La noche anterior a la carrera, al montar el carro, Mírtilo aflojó los ejes de las ruedas. La carrera comenzó, pero justo cuando Enómao estaba alcanzando a Pélope y preparándose para matarlo, las ruedas se soltaron y el carro se rompió. Mírtilo sobrevivió, pero Enómao fue arrastrado por sus caballos hasta morir.

     Pélope mató entonces a Mírtilo. Cuando moría, Mírtilo maldijo a Pélope por su traición, y la maldición se cumplió: dos de los hijos de Pélope e Hipodamía, Atreo y Tiestes, mataron a un tercero, Crisipo, que era su favorito y que iba a heredar el reino. Atreo y Tiestes fueron desterrados junto con Hipodamía, su madre, quien entonces se ahorcó. La maldición también alcanzó a sus hijos, nietos y bisnietos, incluyendo a Agamenón, Egisto, Menelao y Orestes.

     Se le conocen dos consortes o amantes (sin contar Poseidón), que eran:
            -Axíoque o Danais, madre de Crisipo.
       -Hipodamía, madre de: Alcátoo, Astidamía, Atreo, Cleones, Copreo, Epidauro, Escirón, Eurídice, Hipalcimo, Letreo, Lisídice, Nícipe, Piteo, Sición, Tiestes y Trecén.

Fuente: Wikipedia