En la mitología griega, Helio o Helios es la personificación del Sol. Es el hijo de los titanes Hiperión y Tea (según con Hesíodo) y hermano de las diosas Selene, la luna, y Eos, la aurora. Sin embargo, Homero lo llama Titán o Hiperión.
Era descrito como un hermoso dios coronado con la brillante aureola del sol, que conducía un carro por el cielo cada día hasta el Océano que circundaba la tierra y regresaba por éste hacia el este por la noche. Homero describe el carro de Helios como tirado por toros solares; más tarde Píndaro lo escribió que por «corceles que arrojaban fuego». Los caballos se llamaban Flegonte
(‘ardiente’), Aetón (‘resplandeciente’), Pirois (‘ígneo’) y Éoo
(‘amanecer’).
A medida que pasó el tiempo, Helios fue cada vez más identificado con el dios de la luz, Apolo. Su equivalente en la mitología romana era Sol, y específicamente Sol Invictus.
La historia más conocida sobre Helios es la de su hijo Faetón, que intentó conducir el carro de su padre por el cielo pero perdió el control e incendió la Tierra.
En la historia narrada en la mansión de Alcínoo en la Odisea, Afrodita, la esposa de Hefesto, se acostaba en secreto con Ares,
pero Helios, el señor del sol que todo lo ve, los espió y se lo dijo a
Hefesto, quien para castigarlos atrapó a los dos amantes en unas redes
tan finas que resultaban invisibles.
En la Odisea, Odiseo y su tripulación superviviente desembarcan en una isla, Trinacia, consagrada al dios sol, al que Circe llama Hiperión en vez de Helios. Allí se guardaba el sagrado ganado rojo del sol. Éstos mataron y comieron algunas cabezas del ganado. Las guardianas de la isla, las Helíades, se lo dijeron a su padre. Helios, apeló a Zeus, quien destruyó el barco y mató a todos los hombres salvo a Odiseo.
En los
Deipnosofistas, Ateneo contaba que, al ponerse el sol, Helios subía a una gran copa dorada en la que pasaba desde las Hespérides en el extremo occidental hasta la tierra de los etíopes, con quienes permanecía las horas de oscuridad. Cuando Heracles viajó a Eritea para cobrarse el ganado de Gerión, cruzó el desierto libio
y quedó tan frustrado por el calor que disparó una flecha a Helios. Helios le rogó que parase y Heracles pidió a cambio la copa dorada
que Helios usaba para cruzar el mar cada noche, de oeste a este.
Heracles usó esta copa dorada para llegar a Eritea.
Sus consortes y descendientes conocidas son:
-Mérope.
Fuente: Wikipedia