domingo, 1 de octubre de 2017

GANIMEDES

Peter Paul Rubens, Ganimedes (1611-1612)
     En la mitología griega, Ganimedes era un héroe divino originario de la Tróade. Siendo un hermoso príncipe troyano, hijo del mismo Tros (o de Laomedonte, según las fuentes), se convirtió en el amante de Zeus y en el copero (encargado de presentar la copa real en las ceremonias oficiales) de los dioses.

     Ganimedes fue secuestrado por Zeus en el monte Ida, en Frigia (actualmente a Turquía). Ganimedes pasaba allí el tiempo de exilio al que muchos héroes se sometían en su juventud. Zeus lo vio, se enamoró de él casi instantáneamente, y enviando un águila o transformándose él mismo en una lo llevó al monte Olimpo.

     En el Olimpo, Zeus hizo a Ganimedes su amante y copero, suplantando a Hebe. Todos los dioses se llenaron de gozo al ver la belleza del joven, salvo Hera, la esposa de Zeus, que lo trató con desprecio. Su odio por el muchacho fue usado por los mitógrafos para justificar su rencor por los troyanos (junto al hecho de no habérsele concedido el premio de belleza en el juicio de Paris y a la infidelidad de Zeus con la pléyade Electra, de cuya unión nació Dárdano, ascendiente de los reyes troyanos).

     En otra versión, la titánide Eos, diosa del amanecer y experta en belleza masculina, secuestró a Ganimedes junto con su hermano Titono, su esposo, a quien le fue concedida la inmortalidad, pero no la eterna juventud. De hecho Titono vivió para siempre pero se hizo más y más anciano, terminando por convertirse en un grillo.

     El padre de Ganimedes echaba de menos a su hijo. Comprensivo, Zeus envió a Hermes con dos caballos tan veloces que podían correr sobre el agua. Hermes aseguró al padre de Ganimedes que era ahora inmortal y que sería el copero de los dioses, un puesto de mucha distinción. El tema del padre se repite en muchos de los primeros mitos griegos de amor entre hombres, sugiriendo que las relaciones homosexuales simbolizadas por estas historias tenían lugar con el consentimiento del padre.

     Más tarde Zeus ascendió a Ganimedes al cielo como la constelación Acuario, que todavía hoy está relacionada con Aquila, la del águila.

Fuente: Wikipedia