Perséfone, de Christian Friedrich Tieck |
Perséfone es hija de Zeus y Deméter (hija de Cronos y Rea, hermana de Zeus, y diosa de la fertilidad y el trigo). Aunque hay quien dice que era hija de Zeus y Estigia, una oceánide.
Se la representa siempre joven con un ramo de narcisos o también sentada en un trono de ébano con una antorcha en la mano. Otras veces la encontramos en un carro tirado por caballos negros, junto a Hades. Su atributo es la granada.
Es citada en las explicaciones de los procesos naturales, con el descenso y el regreso de la diosa provocando el cambio de estación. También era conocida como la terrible Reina de los muertos, cuyo nombre no era seguro pronunciar en voz alta y a la que se referían como «La Doncella».
Deméter fue cortejada por los dioses Hermes, Ares, Apolo y Hefesto, pero ella los rechazó y alejó a su hija de la compañía de los dioses. Pero un día, Perséfone estaba cogiendo flores inocentemente con algunas ninfas (Atenea y Artemisa, según Homero, o Leucipe, o algunas Oceánides) en un campo en Enna cuando Hades apareció, emergiendo de una grieta del suelo, y se la llevó.
Se la representa siempre joven con un ramo de narcisos o también sentada en un trono de ébano con una antorcha en la mano. Otras veces la encontramos en un carro tirado por caballos negros, junto a Hades. Su atributo es la granada.
Es citada en las explicaciones de los procesos naturales, con el descenso y el regreso de la diosa provocando el cambio de estación. También era conocida como la terrible Reina de los muertos, cuyo nombre no era seguro pronunciar en voz alta y a la que se referían como «La Doncella».
Deméter fue cortejada por los dioses Hermes, Ares, Apolo y Hefesto, pero ella los rechazó y alejó a su hija de la compañía de los dioses. Pero un día, Perséfone estaba cogiendo flores inocentemente con algunas ninfas (Atenea y Artemisa, según Homero, o Leucipe, o algunas Oceánides) en un campo en Enna cuando Hades apareció, emergiendo de una grieta del suelo, y se la llevó.
Las ninfas fueron castigadas siendo transformadas en las Sirenas por no haber intervenido. La vida quedó paralizada mientras la desolada Deméter buscaba por todas partes a su hija perdida. Hécate había oído sus gritos y sugirió a Démeter hablar con Helios, el sol, que todo lo ve, para que le contase lo que había pasado.
Finalmente, Zeus obligó a Hades a devolver a Perséfone, enviando a Hermes para rescatarla. La única condición que se puso para liberar a Perséfone fue que no probase bocado en todo el trayecto, pero Hades la engañó para que comiese semillas de granada, que la obligaban a volver cada año un mes por cada semilla. En algunas versiones, Ascálafo contaba a los demás dioses que Perséfone se había comido voluntariamente las semillas de granada.
El Rapto de Perséfone. Pedro Pablo Rubens (1577-1640) |
Cuando Deméter y su hija
estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis
meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se
convertía de nuevo en un erial estéril. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos (ritos de iniciación anuales al culto a las diosas Deméter y Perséfone).
En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone. En la versión más antigua la temible diosa Perséfone era la propia Reina del Inframundo. En algunas versiones Deméter prohíbe a la tierra dar frutos, en otras
está tan ocupada buscando a Perséfone que no se ocupa de ella, y en
algunas la profundidad de su desesperación hace que nada crezca.
Perséfone, como reina del Hades, sólo mostró clemencia una vez. Permitió que Orfeo se llevase a su esposa, Eurídice,
de vuelta al mundo de los vivos con la condición de que ella caminase
tras él y él nunca intentase mirarla a la cara hasta que estuviesen en
la superficie. Orfeo accedió pero falló, al mirar atrás casi al final
para asegurarse de que su esposa le seguía, y perdió a Eurídice para
siempre.
Perséfone también figura en la historia de Adonis, el consorte sirio de Afrodita.
Cuando Adonis nació, Afrodita lo tomó bajo su protección y fue
hechizada por su belleza sobrenatural. Afrodita se lo dio a Perséfone
para que lo cuidara, pero ésta también quedó asombrada por su belleza y
rehusó devolvérselo. La discusión entre las dos diosas fue resuelta por
Zeus o Calíope, quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año solo.
También departió con Psique cuando esta bajó al inframundo a buscar un cofrecito que Afrodita la había mandado a buscar.
Cuando Hades persiguió a una ninfa llamada Mente, Perséfone la convirtió en una planta de menta.
Perséfone era el objeto del cariño de Pirítoo. Su amigo Teseo y él prometieron casarse con sendas hijas de Zeus. Teseo escogió a Helena,
la secuestró con la ayuda de Pirítoo y decidió retenerla hasta que
tuviese la edad de casarse. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al inframundo, reino de la elegida de Pirítoo, Perséfone, y del marido de ésta, Hades,
quien fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto
como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus
pies, atrapándolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.
El matrimonio formado por Perséfone y Hades fue estéril. En cambio
Perséfone fue seducida por su propio padre en forma de serpiente y tuvo
un hijo: Zagreo, que fue asesinado por los Titanes bajos las ordenes de Hera. Un himno órfico hace a Perséfone madre de Melínoe, tras haber cohabitado con Zeus, y la Suda (enciclopedia bizantina) indica que Macaria era hija de Hades, aunque sin mencionar quien era su madre.
Fuentes: Wikipedia