sábado, 26 de agosto de 2017

VESTA

     En la mitología romana, Vesta era la diosa del hogar, hija de Saturno y de Ops y hermana de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno y Ceres. Se corresponde con Hestia en la mitología griega. Es el símbolo de la fidelidad.

     Representa el arte de mantener el fuego del hogar y del templo interno. Está relacionada con las Vestales que eran reclutadas a la edad de diez años para mantener encendida la llama del templo dedicado a la diosa, como «sacerdotisas del fuego eterno».

     No hay representaciones, los ritos para invocarla se hacían a través de la ceremonia del fuego. Esotéricamente, se dice que basta prender una vela color anaranjado en su nombre para sentir su presencia, amistosa y cálida. Generalmente se la representa por un círculo, puesto que en la Antigua Roma, el círculo simbolizaba la totalidad y estaba en medio de la Ciudad. 

     Su culto fue establecido en Roma por Numa (segundo rey de Roma, sucesor de Rómulo). En la religión romana, Vesta era asistida por las vestales a las que protegía. En una ocasión, la vestal Aemilia descuidó la llama y ésta se apagó. La muchacha, sabiendo que el descuido lo pagaría con la vida, imploró llorando a la diosa y ésta, enternecida, la revivió de manera milagrosa.

     Vestal, era una sacerdotisa consagrada a la diosa Vesta. Eran consideradas fundamentales para la continuidad y seguridad de Roma. Eran sacerdotisas públicas Vesta publica populi Romani Quiritium y, constituían una excepción en el mundo sacerdotal, que estaba compuesto de hombres.

     Las vestales debían ser vírgenes, de padre y madre reconocidos, y de gran hermosura. Eran seleccionadas a la edad de seis a diez años. Su mayor responsabilidad era mantener encendido el fuego sagrado. Estaban liberadas de las obligaciones sociales habituales de casarse y tener hijos, y tenían voto de castidad para dedicarse expresamente al estudio y correcta observancia de los rituales estatales que no podían efectuar los colegios sacerdotales masculinos, como la preparación de la mola salsa (una especie de focaccia sagrada) que se utilizaba en sacrificios. Estaban tocadas con un velo en la cabeza y portaban una lámpara encendida entre las manos.

     Cuando una candidata era seleccionada, era separada de su familia, conducida al templo donde le eran cortados los cabellos, y donde era suspendida de un árbol, a fin de dejar claro que ya no dependía de su familia.

     El servicio duraba treinta años, diez de los cuales estaban dedicados al aprendizaje, diez al servicio y diez a la instrucción de nuevas vestales.Transcurridos estos años podían casarse si querían, aunque casi siempre lo que ocurría es que las vestales retiradas decidían permanecer célibes en el templo.

     Si el fuego se apagaba, se reunía el Senado, se buscaban las causas, se remediaban, se expiaba el templo y se volvía a encender el fuego, que era encendido usando la luz solar. La vestal que hubiera estado de guardia cuando el fuego se apagaba, era azotada.

     Las vestales tenían el privilegio de absolver a un condenado a muerte que encontraran cuando éste era conducido al cadalso, siempre y cuando se demostrase que el encuentro había sido casual.

     El perder la virginidad era considerado una falta peor incluso que el permitir que se apagase el fuego sagrado. El castigo era la lapidación; luego fue sustituida por el decapitamiento y el enterramiento en vida y a su compañero se le condenaba a muerte. Sin embargo, sólo se conocen veinte casos en los que esta falta fue detectada y castigada.

     Las vestales fueron disueltas por el emperador Teodosio El Grande en el año 394. Cualquier ofensa contra ellas podía ser castigada con la muerte.

Fuente: Wikipedia