viernes, 4 de agosto de 2017

BELEROFONTE

      Belerofón o Belerofonte, también Belerofontes era un héroe de la mitología griega, cuyas mayores hazañas fueron matar a la Quimera y domar al caballo alado Pegaso. Era el hijo del rey Glauco de Corinto y de Eurímede, aunque algunas tradiciones le hacen hijo de Poseidón y Eurínome.

      Su nombre original era Hipónoo o Leofontes, sin embargo se lo cambió por el de Belerofonte después de haber matado accidentalmente a un tirano de Corinto llamado Belero. En otras versiones, mató accidentalmente a un hermano suyo a quien se le llama Deliades, Pirén o Alcímenes.

     Cuando involuntariamente mató a su hermano, abandonó Corinto y se dirigió a la ciudad de Tirinto, a la corte del rey Preto. El rey Preto acogió a Belerofonte como huésped y lo purificó. La esposa del rey, llamada Estenebea (o Antea según otras fuentes) se enamora de él, pero Belerofonte se niega.

      Estenebea, ofendida, para vengarse lo acusa falsamente de intentar seducirla o violarla. El rey de Tirinto se pone furioso, pero no queriendo faltar a las sagradas leyes de la hospitalidad con la muerte directa de un huésped, encarga a Belerofonte llevar una carta sellada de recomendación, según dice, a su suegro el rey Ióbates (o Yóbates) de Licia. En la carta, le pedía al rey que diera muerte a Belerofonte. 

     Belerofonte llega a Licia. El rey Ióbates dispensó una afectuosa acogida a Belerofonte. Los primeros nueve días se la pasaron en festejos. En la mañana del décimo día, el rey Ióbates abrió la carta que le entregara su huésped. Para cumplir el encargo pidió como servicio a Belerofonte matar a la Quimera con la esperanza de que la fiera acabara con él. La Quimera era hija de Tifón y Equidna o de la Hidra de Lerna y tenía cabeza de cabra que exhalaba fuego, cuerpo de león y cola de dragón.

     Antes de partir, Belerofonte consultó al adivino Poliido, quien le aconsejó capturar al caballo alado Pegaso. Lo encontró en la fuente Pirene en la Acrópolis de Corinto. La diosa Atenea entregó a Belerofonte una brida de oro para domarlo. En otras versiones, Atenea le entregó directamente a Pegaso después de haberlo domado ella misma o fue Poseidón el que le entregó a Pegaso.

      Montó a Pegaso y empezó a lanzarle flechas. Luego, introdujo la punta de su lanza en las fauces del monstruo, cuyo aliento de fuego fundió la punta de plomo; este se escurrió por su garganta , quemando los órganos vitales y de esta manera Belerofonte logró vencerla.

     Después, Ióbates le encargó combatir a los sólimos, un pueblo guerrero que asolaba la región, y posteriormente contra las Amazonas. Completadas con éxito. A pesar de todo, Ióbates preparó una emboscada contra él, enviando a sus mejores hombres, pero Belerofonte los aniquiló en combate. Finalmente Ióbates, reconciliado, le ofreció a su propia hija como esposa con la cual el héroe tuvo tres hijos: Laodamía, Isandro e Hipóloco.

     Se dice que, Antea se suicidó tras conocer la boda de Belerofonte. En otra versión, él decidió hacerla pagar por su traición, por lo que fingió estar enamorado de ella y así la convenció de huir con él hacia Tirinto. Volando sobre el lomo de Pegaso, Belerofonte se encaminó hacia el mar y empujó a Antea a las aguas, quien cayó sobre las rocas de la costa.

     Belerofonte fue luego odiado por los dioses por motivos desconocidos y en cierta ocasión quiso llegar al Monte Olimpo montado sobre Pegaso. Pero, Zeus clavó un aguijón en Pegaso por lo que logró enfurecerlo. Belerofonte no pudo tranquilizar al caballo y esto provocó que perdiera el equilibrio y se precipitase al vacío.

      Según una tradición, Belerofonte logró sobrevivir la caída. Sin embargo, quedó cojo o ciego y terminó vagando por la llanura Aleya. Pegaso, por su parte, se remontó hacia el cielo donde se inmortalizó como una constelación. En otra versión, Belerofonte se precipitó al suelo por vértigo o terror y murió en la caída.
Fuente: Wikipedia