martes, 1 de agosto de 2017

PERSEO

Perseo de Cellini
     Perseo es un semidiós de la mitología griega, hijo de Zeus y de la mortal Dánae.

   Según la versión del Pseudo-Apolodoro y la de Pausanias, un oráculo había anunciado a Acrisio, rey de Argos, que moriría a manos de su propio nieto. Acrisio hizo encerrar a su hija Dánae para impedir que tuviera trato con ningún varón. Sin embargo, Zeus, se transformó en una lluvia de oro que cayó en Dánae desde el techo y la dejó embarazada.

     Otra versión que decía que había sido Preto, hermano de Acrisio, quien había seducido a Dánae. En cualquier caso, la princesa concibió a Perseo. 

     Al enterarse Acrisio, lo arrojó con Dánae al mar en un cofre de madera. El mar fue calmado por Poseidón a petición de Zeus, y la madre y el hijo sobrevivieron y alcanzaron la costa de la isla de Sérifos. En esa isla gobernaba el rey Polidectes, y su hermano Dictis recogió a la mujer y al niño, al que criaría como si fuera su hijo.

     Más tarde, Polidectes se enamoró de Dánae. Pensando que Perseo podía ser un estorbo para sus planes, intentó librarse de él: hizo creer a todo el mundo que pretendía conquistar a la princesa Hipodamía y pidió a los habitantes de la isla que le entregase un regalo cada uno como presente, para poder ofrecerlo a su vez a la princesa. Perseo dijo que no pondría reparos para entregar cualquier cosa: incluso si hubiera de ser la cabeza de Medusa, que era una de las tres Gorgonas y podía convertir en piedra a los hombres sólo con la mirada. Polidectes aceptó y le mandó que le trajese la cabeza de la Gorgona que le había prometido.

     Guiado por Atenea y Hermes, fue en busca de las hijas de Forcis: las grayas, hermanas de las gorgonas. Las grayas eran tres ancianas que sólo tenían un ojo y un diente para las tres, y se los iban pasando una a otra. Perseo les arrebató el ojo y el diente, y, a cambio de devolvérselos, las obligó a confesar dónde vivían las ninfas.

      De las ninfas, obtuvo un zurrón mágico para contener la cabeza sin peligro, unas sandalias aladas y el casco de Hades, que volvía invisible a quien lo llevara puesto. Además, recibió de Hermes la hoz de Hades, hecha de acero, con la que podría cortar la cabeza de Medusa, y recibió de Atenea un escudo brillante como un espejo.

      Perseo llegó a la morada de las Gorgonas. Mientras estaban dormidas, Perseo se acercó a ellas. Atenea guio la mano de Perseo, que además usó como espejo el escudo de bronce que le había prestado la diosa para ver a Medusa sin mirarla directamente. Así, Perseo alcanzó a cortar la cabeza de la Gorgona, de la que nacieron el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor. Esteno y Euríale, las hermanas inmortales de Medusa, buscaron a Perseo pero no pudieron encontrarlo porque el casco de Hades lo hacía invisible.

      Después fue al país donde reinaba Atlas. Pero Atlas, recordó que un oráculo le había dicho que un hijo de Zeus llegaría para robarle los frutos del jardín de las Hespérides, e intentó expulsar a Perseo. Éste empleó la cabeza de Medusa, y Atlas quedó convertido en piedra.

Andrómeda liberada por Perseo, Rubens
     Al llegar a Etiopía o a Jaffa, Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca: la habían mandado dejar allí sus padres, los reyes Cefeo y Casiopea, para que fuera devorada por un monstruo marino, Ceto, que había sido enviado por los dioses como castigo por haberse jactado Casiopea de ser más hermosa que las nereidas.​ Un oráculo de Amón había dicho que sólo se verían libres del monstruo si le era ofrecida Andrómeda como alimento. Perseo quedó prendado de Andrómeda y decidió liberarla. Tras pedir la mano de la princesa a Cefeo y Casiopea, mató al monstruo con su espada, o, según otras versiones, petrificando una parte del monstruo al mostrarle la cabeza de Medusa.

      Durante el banquete de bodas, llegó Fineo, tío paterno de ella y a la vez su prometido. Perseo no tuvo más remedio que emplear la cabeza de Medusa para convertir en piedra a Fineo y a los que lo acompañaban.​ Perseo y Andrómeda lograron finalmente casarse y llegaron a tener siete hijos: los varones Perses, Alceo, Heleo, Méstor, Esténelo y Electrión, y una hija llamada Gorgófone.

     Después, regresó a Sérifos. Allí, Dictis y Dánae se habían refugiado en un templo huyendo del acoso de Polidectes. Perseo se presentó ante Polidectes y ante toda su corte, sacó la cabeza de Medusa y se la mostró a toda la concurrencia, que quedó petrificada. Luego hizo a Dictis rey de Sérifos, devolvió a Hermes las sandalias aladas y le dio el zurrón y el casco de Hades, y entregó la cabeza de Medusa a Atenea, quien la pondría en su escudo.

     Perseo decidió regresar a Argos, con Dánae y Andrómeda. Habiéndose enterado Acrisio de que su nieto viajaba para encontrarse con él, puso tierra de por medio encaminándose a Lárisa, donde se puso a presenciar unos juegos. Perseo también acudió a esos juegos y participó en el lanzamiento de disco, pero lo hizo con tan mala fortuna que golpeó a Acrisio en la cabeza y lo mató, cumpliéndose así la profecía. Debido a esta muerte accidental, Perseo no quiso seguir gobernando en Argos, su legítimo reino. Su tío segundo Megapentes, primo de Dánae era rey de Tirinto, así que intercambiaron el reino: Perseo se convirtió así en rey de Tirinto y Megapentes de Argos.

     Existe otro personaje con el nombre de Perseo, que fue hijo de Néstor y de Eurídice de Pilos.

Fuente: Wikipedia