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John William Godward |
En la mitología griega, Arne, en ocasiones llamada también
Melanipa o Menalipe, hija de
Eolo, y fue madre de dos gemelos: Eolo, el tercero de la saga, y
Beoto. Por ellos se la considera la antecesora de los beocios y de los conquistadores de las islas Eolias del mar Tirreno.
Según
Diodoro Sículo,
Mimas, uno de los hijos de Eolo Helénida, tuvo a Hípotes, que casó con Melanipa y tuvieron un hijo al que también llamaron Eolo. A continuación menciona que Arne, hija de Eolo, fue fecundada por
Poseidón y concibió a Beoto, por lo que cabría suponer, que el Eolo al que Diodoro hace padre de Arne es el hijo de Hipotes. Este parentesco lo corrobora
Higino, que le da a Arne el nombre de Melanipa, y cuenta que unos la hacen hija de un tal Desmontes mientras otros la consideran hija de un Eolo, del que no especifica patronímico.
Tanto Diodoro como Higino cuentan una historia similar: Arne es seducida por Poseidón que la posee y queda encinta, ante lo cual su padre, ya sea Desmontes o Eolo, la repudia, pues no la creen cuando dice que es un dios quien ha engendrado en ella
Diodoro cuenta que Eolo entrega a su hija Arne a un extranjero de Metaponto al que aloja en su casa, con la condición que se la lleve con él a esa ciudad. Llegada a Metaponto, Arne dio a luz a dos gemelos a los que llamó Eolo y Beoto, y un metapontino, obedeciendo a cierto
oráculo, los adopta como sus hijos. Cuando los niños alcanzaron la madurez, y aprovechado una revuelta civil, tomaron la ciudad de su padre adoptivo por la fuerza. Surgida la discordia entre Arne y la mujer del metapontino, llamada Autolita, los gemelos defendiendo a su madre mataron a Autolita. Indignados por lo sucedido, los metapontinos obligan a Eolo y Beoto a dejar la ciudad. Llevándose con ellos a su madre, partieron en barco con aquellos que quisieron seguirlos. Así, Eolo llegó a las islas Eolias, situadas al norte de Sicilia, a las que dio su nombre y fundó allí la ciudad de Lipara. Y Beoto, tomando un rumbo diferente, y acompañado por su madre Arne, llegó al reino de su abuelo Eolo Hipotada, instalándose en la parte meridional del mismo, al que llamó Arne, por su madre, y beocios a sus habitantes.
Según Higino, tras dar a luz a los dos gemelos, Arne fue castigada por Desmontes, dejándola ciega y encerrándola en una prisión, mientras que a los niños los abandonó en el monte Pelión para que fueran devorados por las fieras. Sin embargo, una vaca que los encontró los alimentó con su leche y el pastor al ver el prodigio decidió tomarlos bajo su cuidado. En aquellos días, Metaponto, rey de Icaria, había amenazado a su esposa,
Téano, con el exilio si ésta no le daba hijos, pues sospechaba que era estéril. Ella, buscando ayuda, pidió a los pastores que le cedieran un niño que pudiera presentar al rey. Ellos le dieron a los dos gemelos que Téano presentó a Metaponto como propios. Pero poco después Téano tuvo al fin hijos de Metaponto. Como Eolo y Beoto eran hijos de un dios, eran más hermosos que sus propios hijos, y Metaponto sentía preferencia por ellos, lo que provocó los celos y la ira de la reina. Temiendo que el reino no fuera a parar a sus propios hijos, les instruyó para que, aprovechando una ausencia de Metaponto, fueran de caza al bosque con sus hermanastros y les dieran muerte. Sin embargo, cuando la lucha entre ellos comenzó, Poseidón ayudó a Eolo y Beoto que consiguieron vencer y matar a sus hermanastros. Cuando se presentaron en el palacio con los cadáveres, la reina Téano se suicidó con un cuchillo. Eolo y Beoto huyeron junto a los pastores que les habían acogido. Allí, Poseidón les reveló su verdadero origen, que él era su padre y que su verdadera madre permanecía todavía en prisión. Los gemelos fueron en busca de Desmontes al que dieron muerte, y liberaron a su madre cuya visión fue restaurada por Poseidón. Sus hijos volvieron con ella a Icaria y revelaron a Metaponto la traición de Téano. Metaponto los aceptó de nuevo, se casó con Arne/Melanipa y adoptó a los gemelos como sus herederos. Ambos fundaron ciudades con su nombre, según dice Higino, en la Propóntide: Beocia y Eolia.
Arne también es citada por
Pausanias en su libro noveno, sobre Beocia, dice que Arne, hija de Eolo, da nombre a dos ciudades: una en Tesalia y otra en Beocia, siendo esta última la que más tarde será conocida como Queronea. Arne también aparece como nombre de ciudad beocia en el Catálogo de naves del canto segundo de la
Ilíada de
Homero.
Robert Graves, en su libro sobre los mitos griegos realiza una síntesis de las diferentes versiones del mito en relación con la estirpe de Helén y de Eolo. Relaciona el mito de
Helén, Eolo y Arne con los movimientos migratorios tribales sucedidos en la antigua Grecia y la toma por los eolios de los centros prehelénicos de culto al caballo. En su versión, Eolo hijo de Helén seduce a una de las hijas del
centauro Quirón,
Tía (Melanipa según Higino en su Astronomía Poética), transformada en yegua por Poseidón para ocultar el embarazo al centauro, y engendra en ella a Melanipa, que nace en forma de potro. Poseidón le devuelve al potro su forma humana dándole el nombre de Arne. La niña es dada por Eolo a un tal Desmontes para ocultársela a Quirón. Llegada a la mayoría de edad, Arne es seducida por Poseidón que da a luz a dos gemelos, Eolo y Beoto. Graves continua con la versión de Higino hasta la muerte de Téano y la adopción por Metaponto de los gemelos. Entonces retoma la versión de Diodoro para narrar como Metaponto decide dejar a Arne y volver a casarse con una mujer llamada Autolita. Eolo y Beoto se ponen del lado de su madre, matan a Autolita y huyen con ella para refugiarse en el palacio de su abuelo Eolo Helénida.
En
Las metamorfosis de
Ovidio, Arne es una mujer que traiciona a su patría, la isla de Sifnos. La referencia aparece en el episodio de
Minos y
Céfalo del libro II, donde la isla de Sifnos es una de las aliadas del cretense rey Minos. Ovidio cuenta que Arne, tras recibir el pago en oro por su traición, fue transformada en grajo.
Algunas referencias actuales incluyen a Arne en la lista de las
ninfas, haciéndola hija de Eolo Helénida o de Eolo Hipotada, o de Quirón, pero las fuentes clásicas son confusas en este sentido y probablemente asimilan Arne con otros personajes que tienen el nombre de Melanipa.
Fuente: Wikipedia