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jueves, 14 de febrero de 2019

FONTUS

     En la mitología romana, Fontus era el dios de las fuentes, cascadas y pozos. Se cree que fue hijo del dios Jano y la ninfa Juturna.

     Como dios de las fuentes los romanos le honraban el 13 de octubre en las Fontinalia, fiestas en la que arrojaban flores a la fuentes en su honor y coronaban con guirnaldas de flores los brocales de los pozos. También se ofrecían al dios ofrendas líquidas de vino y aceite.

Fuente: Wikipedia

jueves, 27 de abril de 2017

ESCILA

    En la mitología griega, Escila es un monstruo marino que anteriormente fue una hermosa ninfa hija de Forcis y Ceto.

     Escila es descrita como un monstruo con torso de mujer y cola de pez, así como con seis perros partiendo de su cintura con dos patas cada uno, haciendo un total de doce; según otras versiones, sería un ser con seis largos y serpentinos cuellos con cabezas grotescas, mientras que sus doce patas serían de otra naturaleza; finalmente, según otras fuentes, compartiría algo de ambas descripciones. Sin embargo, se dice siempre que poseía en cada cabeza tres apretadas hileras de afilados dientes, así como que emitía un aullido estridente similar al de un perro.

     Habitaba en un estrecho paso marítimo, en el lado opuesto a su contraparte Caribdis. Los lados del canal estaban dentro del alcance de una flecha, de modo que los barcos que intentasen evitar a Caribdis deberían acercarse a Escila, y viceversa. Con el tiempo fue transformada por los dioses en una roca, aún existente, que suponía graves peligros para los navegantes (La roca de Scilla, en Italia).

     Esta figura mitológica aparece en las aventuras de Odiseo, de Homero, Circe advierte a Odiseo de navegar más cerca de Escila que de Caribdis, ya que mientras Escila devoraría a seis de sus hombres, su contrapartida succionaría su barco entero.

     Según Las metamorfosis, de Ovidio, Escila fue una vez una hermosa ninfa. El dios Glauco, se enamoró de ella, pero ella huyó de él hacia la tierra, donde no podía alcanzarla. Desesperado, Glauco fue a la isla de la diosa Circe, para que le preparase una poción de amor y así derretir el corazón de la joven. Circe, que estaba secretamente enamorada de Glauco, le recomendó dedicar su amor a alguien más digno de él, intentando cortejarlo con dulces palabras y miradas, pero el dios no quiso saber nada de ella. Circe enfurecida, fingió ayudar al dios entregándole un frasco, recomendándole que lo vertiese en la charca donde Escila solía bañarse. Glauco siguió sus instrucciones y vertió la poción; tan pronto como la ninfa entró en el agua se transformó en un horrible monstruo de seis cabezas perrunas. Glauco, que vigilaba esa triste escena desde la lejanía, perdió su interés por ella y se marchó llorando amargamente.

     En mitos griegos posteriores, se dice que Heracles encontró a Escila durante un viaje a Sicilia y le dio muerte. Luego Forcis, el padre de Escila, le aplicó antorchas ardientes al cuerpo y le devolvió la vida.

     Según el comentario de Servio sobre la Eneida, Escila fue una hermosa náyade de la que se enamoró Poseidón, pero fue convertida en un monstruo por la celosa Anfitrite.

     Hay otra Escila, hija de Niso, rey de Megara, se convirtió en un ave sin identificar llamada ciris. Ovidio cuenta su historia en Metamorfosis.​

     Minos, rey cretense, asedia la ciudad de Megara, que defiende su rey Niso, cuyo éxito en la guerra estaría asegurado mientras conservara un mechón de cabello de color púrpura que destacaba en su cabeza canosa. La suerte de la guerra era incierta y la campaña se prolongaba.

     Desde las murallas, su hija Escila se había acostumbrado a observar los combates y era capaz de reconocer por sus armas a los caudillos cretenses. Llamó su atención Minos, en cuyos gestos encontraba una belleza que la enamoró.

     Escila hubiera deseado incluso no tener padre para poder llevar adelante su pasión. Hasta tal extremo llegó que estaba dispuesta a traicionar a los suyos para conseguir a Minos.

     De noche se desliza hasta Niso dormido. Corta el mechón de pelo purpúreo de su padre, sale con él de las murallas y llega hasta el rey enemigo, al que acaba de entregar la victoria. Minos horrorizado por la traición, rechaza a la joven y, tras imponer un tratado justo a los vencidos, se hace a la mar con la flota.

     En vano invoca, suplica y se enfurece Escila. Desesperada se aferra a la popa de la nave de Minos. Su padre, que se había convertido en águila marina, se lanza contra ella con intención de herirla. Suelta ella su asidero y, cuando cree que va a caer al mar, nota que se sostiene en el aire, que se ha convertido en ave.

Fuente: Wikipedia

viernes, 21 de abril de 2017

NERITES

    En la mitología griega, Nerites, era hijo de Nereo y Doris, sus hermanos eran Glauco, Proteo y las Nereidas. Nerites era un niño cuando Poseidón se adueño de los dominios de Nereo, a través del matrimonio con su hermana. 

      Tuvo un romance con Afrodita, antes de que fuese una diosa Olímpica. Un día, Zeus invitó a Afrodita a formar parte de los olímpicos, esta quiso que Nerites fuera con ella, pero él se negó, prefiriendo quedarse con su familia en el mar. Afrodita incluso le prometió alas al joven, pero éste no cambió de opinión.

     Afrodita, indignada porque Nerites no aceptó su invitación, lo transformó en un caracol marino. Nerea, una de sus hermanas nereidas, lo encontró y le rogó a Poseidón para que le de volviera a su forma normal. Conmovido, Poseidon aceptó y volvió a la normalidad a Nerites, quien pasó a ser su auriga (era quién conducia un vehículo ligero tirado por dos caballos).

     Algunas versiones cuentan que Afrodita y Nerites, tuvieron un hijo, Anteros, el daimón del amor no correspondido o el desamor, que castigaba a aquellos que rompían sus votos y hacían sufrir al amando por una traición; así Anteros era uno de los erotes (cupidos que acompañan a la diosa).

               http://es.lamitologiagriega.wikia.com/ 

lunes, 13 de marzo de 2017

PONTO

     En la mitología griega, Ponto era un antiguo dios del mar preolímpico, hijo de Gea y hermano de Urano. Aunque Hesíodo cuenta que Gea engendró a Ponto por sí misma, sin emparejarse. Para él, Ponto parece poco más que una personificación del mar. Higino afirmaba que fue hijo de Gea con Éter, el Cielo luminoso.

     Fue padre con Gea de los ancianos del mar, Nereo y Taumante, de los aspectos peligrosos del mar, Forcis y su esposa y hermana Ceto, y de la diosa Euribia. Con Thalassa, fue padre de los Telquines, que eran Acteo, Megalesio, Órmeno y Lico.

Fuentes: Wikipedia, http://www.elolimpo.com/

    

domingo, 12 de marzo de 2017

FORCIS

     En la mitología griega, Forcis era un dios marino. En la Odisea, Forcis era un anciano hombre del mar a quien estaba dedicado un puerto de Ítaca, y se contaba que era padre de la ninfa Toosa.

     Autores posteriores como Hesíodo y Apolodoro lo hacían hijo de Ponto y de Gea, y hermano de Taumante, Nereo, Euribia y Ceto. Se casó con esta última, con quien tuvo a los horribles monstruos llamados Fórcides, es decir, a Escila, a Ladón, a Toosa, a las grayas y a las gorgonas. Según algunos autores también fue padre de las sirenas y de las hespérides.

     Servio afirmaba que Forcis era hijo de Neptuno y Toosa.

     Según Varrón, Forcis fue anteriormente un rey de Córcega que murió luchando contra Atlas y fue arrojado al mar, donde se convirtió en el dios del que hablan Hesíodo y Homero.

     Consortes y descendientes: 
          -Ceto
               -Equidna. 
               -Toosa. 
               -Gorgonas: 
                     -Medusa
                     -Esteno
                     -Euríale
               -Grayas: 
                     -Dino. 
                     -Enio
                     -Pefredo
               -Hespérides: 
                     -Aretusa
                     -Egle
                     -Eritia
                     -Hesperia
               -Ladón. 
               -Sirenas. 
          -Hécate o Cratais: 
               -Escila.

Fuente: Wikipedia

lunes, 20 de febrero de 2017

TELQUINES

     En la mitología griega, los Telquines eran nueve hermanos, mitad marinos, mitad terrestres, con cabeza de perro, la parte inferior del cuerpo en forma de cola de pez o de serpiente y los dedos de las manos palmeados. Hijos de Ponto y de Thalassa, y fueron, junto con sus hermanos, los primeros habitantes de la isla de Rodas. A lo largo de la historia se les representa de diferentes formas:

          -Como cultivadores de la tierra y ministros de los dioses. En Rodas fundaron las ciudades de Cámiros, Yáliso y Lindos, donde los telquines fueron llamados Ialysii. En Licia construyeron el templo de Apolo Licio, aunque este dios ya había sido adorado por ellos en Lindos. En Yaliso y Camiro adoraron a Hera y Atenea llevó en Teumeso (Beocia) el apellido de Telquinia. Las ninfas también se llaman por ellos Telquinias.

          -Como hechiceros y envidiosos démones. Se decía que tenían el poder de destruir con sus mismos ojos y aspecto. Tenían el poder de provocar el granizo, la lluvia y la nieve, y de adoptar cualquier forma que quisieran; incluso se decía de ellos que mezclaban agua del Estigia con azufre para poder así destruir animales y plantas.

            -Como artistas, pues se decía que habían sido los primeros en fabricar imágenes de los dioses. Trabajaban el latón y el hierro, y fabricaron la hoz con la que Crono castró a Urano y el tridente de Poseidón. En este sentido se les identificaría con los cíclopes, representantes posteriores de la metalurgia.

     Este último rasgo en la personalidad de los telquines parece haber sido la razón de que se les haya identificado con los dáctilos ideos o con los daimones proseoous, y Estrabón afirma incluso que aquellos de los nueve telquines rodios que acompañaron a Rea a Creta, donde criaron a Zeus, fueron llamados Curetes.

     Según Ovidio, Zeus no les perdonó el que manipularan el clima, y acabó con ellos convirtiéndolos en rocas o inundando la isla de Rodas. Otros afirman que Artemisa les avisó y lograron huir por mar en distintas direcciones, dejando a su sobrina Rodo como reina de Rodas una vez que la isla reapareció sobre las aguas. Sólo los que habitaban en Yaliso murieron en la inundación.

     En su exilio, consiguieron llegar hasta Beocia, donde fundaron el templo de Atenea en Teumeso; otros a Creta, siendo los primeros pobladores de la isla. Allí la diosa Rea les confió la tarea de criar a su hijo Poseidón, lo que llevaron a cabo con la ayuda de Cafira, hija de Océano. Otra versión dice que Rea los acompañó a Creta desde Rodas, donde nueve de los telquines, conocidos como los Curetes, fueron seleccionados para criar a Zeus.

     El resto se dispersó por todo el mar Egeo. Los que llegaron a Orcómeno, o sus descendientes, fueron los perros que mataron al cazador Acteón cuando fue transformado en ciervo por Artemisa en castigo por haberla observado desnuda.

     Sin embargo los dioses no consintieron su intromisión en asuntos divinos. Zeus ahogó a los telquines de Teumeso ordenando un diluvio y Apolo se convirtió en lobo y despedazó a los de Licia, a pesar de que intentaran aplacarle construyéndole el templo de Apolo Licio. Se cree que sólo los que llegaron a Sición lograron sobrevivir, bautizando la ciudad con el nombre de Telchinia.

     Según algunas fuentes, sus descendientes fueron las diosas Ialisa, Camira y Linda, epónimas de las ciudades rodias fundadas por ellos.

     Se les considera los dioses originales de Rodas, antes de la avalancha de la monocultura griega. En los registros clásicos del periodo posterior a la invasión los telquines tienden a jugar un importante papel que los vincula con los mitos relacionados con la Atlántida, siendo una raza de inventores, artistas y magos relacionada con el mar en todas las etapas de su historia (de ahí el que fueran los que criaran a Poseidón).

Fuentes: Wikipedia

ANFÍTRITE

Anfítrite y Poseidón (Paris Bordone, 1500 – 1571)
     En la mitología griega, Anfítrite era una antigua diosa del mar tranquilo, que se convertiría en esposa de Poseidón. La esposa de Neptuno, su equivalente en la mitología romana, es Salacia.

      Según Hesíodo, era hija de Nereo y Doris (por tanto, una nereida), o de Océano y Tetis (por tanto, una oceánide) según Apolodoro.

     Anfítrite nunca fue asociada con su marido como objeto de culto ni en obras de arte, excepto cuando quería resaltarse a éste como el dios que controlaba el mar.

     En el himno homérico a Apolo Delio cuenta que en el nacimiento de Apolo estaban «todas las diosas principales, Dione y Rea e Ichnaea y Temis y la que gime en alto Anfítrite». Píndaro, en su sexta oda olímpica, reconocía el papel de Poseidón como «gran dios del mar, marido de Anfítrite, diosa del huso dorado». Para poetas posteriores, Anfítrite era simplemente una metáfora del mar.

     Se decía que Poseidón la vio por primera vez bailando en Naxos entre las otras nereidas, se enamoró de ella y se la llevó, pero en otra versión se añade que entonces ella huyó a los más lejanos confines del mundo, refugiándose junto al titán Atlas. Poseidón envió entonces a numerosos criados en su búsqueda y uno de ellos, Delfino, terminó encontrándola y rogándole que aceptase casarse con el dios y se convirtiera en diosa del mar. Anfítrite terminó por aceptar, y Delfino fue así recompensado con un lugar entre las estrellas.

      Entre la descendencia de Anfítrite se incluían focas y delfines. Poseidón tuvo con Anfítrite un hijo, Tritón, y una hija, Rodo (aunque en otras versiones se dice que en realidad era hija de Poseidón con Halia, o que su padre era Asopo). Apolodoro también menciona a otra hija de Poseidón y Anfítrite llamada Bentesicime

Fuente: Wikipedia

domingo, 19 de febrero de 2017

OCEÁNIDES

Las oceánides, de Gustave Doré (1860 - 1869)
     En las mitologías griega y romana las oceánides eran unas ninfas hijas de Océano y Tetis. Cada una de ellas estaba asociada a una fuente, estanque, río o lago. Eran hermanas de los oceánidas, dioses de los ríos.

     Dentro de ellas podemos distinguir néfeles (ninfas de las nubes), auras (ninfas de las brisas), náyades (ninfas de los manantiales y las fuentes), limónides (ninfas de los pastos) y anthousai (ninfas de las flores).

     Entre las oceánides más importantes tenemos primero a Doris; ella fue la esposa del dios Nereo, y su descendencia fueron las nereidas, y entre ellas la futura reina de todas las aguas, Anfítrite

     Algunas tuvieron funciones de niñeras; como Zeus que estuvo al cuidado de las ninfas Melias (hijas de la sangre de Urano). Cuando Cronos lo descubrió, fue trasladado a Arcadia (sur de Grecia) donde fue ocultado por las oceánides: Neda (diosa del arroyo de igual nombre en Arcadia, sur de Grecia), Tisoa (diosa del puerto de Teisoa en Arcadia) y Hagno (casta, diosa de un manantial en la región de monte Liceo, también en Arcadia), ayudadas todas por la ninfa del monte Liceo (una oréade) llamada Antracia (angustia). 

     Estas son las hijas de Océano y Tetis que nos han llegado por la literatura:
  1. Acasta: náyade de las corrientes erráticas o la néfele de la lluvia impredecible.
  2. Admete: oceánide de la corriente de las montañas agrestes o la néfele de la lluvia incontrolable o la diosa de las solteras.
  3. Amaltea.
  4. Anfiro: náyade de las corrientes o néfele de la lluvia.
  5. Anfítrite: usualmente considerada como nereida y no como oceánide.
  6. Anquíroe.
  7. Antracia: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus
  8. Argía.
  9. Asia: ninfa de la región de Asia, hermana de Europa.
  10. Asterodia.
  11. Astérope: madre de Acragas.
  12. Beroe: ninfa de Beroe (Beirut) en el Líbano.
  13. Bolbe.
  14. Cleodora.
  15. Calírroe: náyade de las corrientes que fluyen bien o néfele de las buenas lluvias.
  16. Calipso: náyade de las corrientes ocultas o aura de las brisas invisibles.
  17. Camarina: náyade de la ciudad de Camarina en Sicilia o del pozo o fuente sagrada de la ciudad.
  18. Cafira: probablemente sea el aura de los vientos fuertes.
  19. Cerceis.
  20. Ceto: ninfa quizá de los monstruos marinos.
  21. Criseida: néfele de las nubes con color de oro al atardecer o la náyade del manantial montañoso que produce oro.
  22. Clío: no confundir con la musa Clío.
  23. Clímene: ninfa de la fama y de la infamia. Mujer de Jápeto.
  24. Clitie o Clitia.
  25. Crócale: una de las sesenta oceánides más jóvenes, servidoras de Artemisa.
  26. Daira: madre de Eleusis con Hermes.
  27. Dione: diosa del oráculo de Dodona.
  28. Dodone: ninfa de la ciudad de Dodona y quizá del pozo sagrado de la ciudad.
  29. Doris: mujer del dios marino Nereo, madre de las cincuenta nereidas.
  30. Electra: mujer de Taumante, madre de Iris, Arce y las Harpías.
  31. Éfira: diosa de la ciudad de Efira en Corinto y quizá diosa de su pozo o fuente sagrado.
  32. Estigia: oceánide del río Estigia que fluía nueve veces alrededor del Hades.
  33. Estilbo.
  34. Etra.
  35. Eudora: néfele de las buenas trombas de agua o la náyade de las corrientes que fluyen generosamente.
  36. Europa.
  37. Eurínome: ninfa de los pastos amplios; quizá sea una ninfa epimélide; ninfa del gran gobierno.
  38. Evagoreide.
  39. Feno: néfele de la aparición de una nube o náyade de la corriente brillante.
  40. Fíale: una de las sesenta oceánides más jóvenes, servidoras de Artemisa.
  41. Filira: madre de Quirón por Cronos.
  42. Frixa: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus.
  43. Galaxaura: probablemente, sea la aura o néfele de las brisas que limpian el cielo.
  44. Glauca: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus.
  45. Hagnó: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus.
  46. Hesíone: mujer de Prometeo.
  47. Hipo: náyade de la corriente o aura de las brisas.
  48. Híale: una de las sesenta oceánides más jóvenes, servidoras de Artemisa.
  49. Idía: mujer de Eetes, madre de Medea.
  50. Itome: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus.
  51. Leucipe: néfele o aura de las nubes en movimiento o la náyade de la corriente espumosa de la montaña.
  52. Lisitea.
  53. Melia: quizá la náyade de una corriente de agua dulce. Náyade de la fuente tebana Ismene. Puede que las dos Melias sean el mismo personaje.
  54. Melibea: náyade de una corriente arcadia o la epimélide de los pastos para el pastoreo del ganado.
  55. Mélite: probablemente la náyade de una fuente de agua dulce.
  56. Melóbosis: probablemente una epimelide de los pastos con hierba o de los árboles frutales.
  57. Menesto: náyade de una corriente que fluye o la aura de las brisas que soplan fuerte.
  58. Menipe.
  59. Mérope: probablemente sea Climene.
  60. Metis: diosa de la sabiduría, primera esposa de Zeus.
  61. Mirtoesa: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus.
  62. Mopsopia: se cree que Ática se llamaba previamente Mopsopia por esta oceánide.
  63. Neda: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus.
  64. Némesis: diosa de la indignación y de la retribución por las malas acciones o por la buena suerte inmerecida.
  65. Néfele: una de las sesenta oceánides más jóvenes, servidoras de Artemisa; no confundir con Néfele, diosa de las nubes
  66. Ocírroe: náyade de la corriente que fluye rápido o néfele de la lluvia que cae.
  67. Oínoe: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus
  68. Ozómene: en una única fuente.
  69. Pasífae.
  70. Pasítoe.
  71. Peito: diosa de la persuasión y de la seducción.
  72. Peribea: náyade de la corriente que alimenta los pastos.
  73. Perseis: diosa epónima de Persia y del poder destructor de las brujas.
  74. Petrea: náyade de las corrientes con piedras o néfele de las nubes gris oscuro.
  75. Pléyone: madre de las Pléyades con Atlas.
  76. Plexaure: probablemente sea una aura.
  77. Pluto: madre de Tántalo con Zeus.
  78. Polidora: nefele de las lluvias generosas.
  79. Pólife: en una rara versión, madre de Atenea con Poseidón.
  80. Polixo.
  81. Pronoia: diosa del santuario de Delfos y probablemente sea Hesione.
  82. Primno: probablemente náyade del agua subterránea o de las aguas en un pozo profundo.
  83. Psécade: una de las sesenta oceánides más jóvenes, servidoras de Artemisa.
  84. Ránide: una de las sesenta oceánides más jóvenes, servidoras de Artemisa.
  85. Rodea o Rodia: antusa de las rosas o náyade de las corrientes cubiertas de rosas o néfele de las nubes rosas.
  86. Ródope: probablemente sea o la antusa de las rosas o  la néfele de las nubes rosas.
  87. Telesto: ninfa del éxito y del logro. Probablemente sea también una néfele.
  88. Tisoa: una de las ninfas que cuidaron del joven Zeus
  89. Toa.
  90. Tique: diosa de la suerte y de la oportunidad. Probablemente sea una néfele.
  91. Urania: no confundir con la musa Urania
  92. Yanira.
  93. Yante o Iante: ninfa de las violetas
  94. Yaque.
  95. Zeuxo: diosa del matrimonio y de las novias a las que se las pone el yugo del matrimonio. Puede haber sido una náyade o una néfele.
Fuentes: Wikipedia
                https://sites.google.com/site/elhilodearidna/Home/mitologia/mitologia-griega/ninfas/ocenides 
                https://arescronida.wordpress.com/ 
 

domingo, 29 de enero de 2017

OCEÁNIDAS

     En la mitología griega los Oceánidas eran dioses fluviales, personificaciones de los ríos a los que se suponía gobernados por ellos. Hesíodo los hace hijos de Océano y Tetis y los enumera, uno por cada río conocido en la época. De esta forma, serían hermanos de las Oceánides.
Escultura Oceánidas
       Se los representaba como ancianos de larga barba con los atributos fauna y flora propios del río del que tomaban el nombre. Lucían guirnaldas o coronas hechas con la vegetación del lugar o dos cuernos, si el río se dividía en varios brazos o afluentes. Se los solía invocar antes de cruzarlos, con el enorme respeto que merecían. En numerosas esculturas los dioses fluviales se apoyan en cántaros del que mana el agua del río, más o menos inclinados dependiendo de la rapidez con que circulaban las mismas.

Fuente: Wikipedia

lunes, 23 de enero de 2017

POSEIDÓN

     Posidón (Neptuno, en la mitología romana) es hijo de Crono y Rea y hermano de Zeus. Posidón fue criado por los Telquines. Se enamoró de Halia, hermana de los Telquinos, y le dio seis hijos y una hija llamada Rodo (de ahí la Isla de Rodas).

      Posidón el dominio del mar, puede desatar tempestades, desquiciar las rocas de las costas con un golpe de su tridente, y hacer brotar manantiales. Cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba manantiales caóticos, terremotos, hundimientos y naufragios.

      A Poseidón no le gustó mucho que su hermano fuese el soberano de todos los dioses. Así que conspiró contra él, con la ayuda de Hera y Atenea. Los tres maquinaron la forma de encadenarlo, pero la nerei­da Tetis vino a rescatarlo y llamó al gigan­te de 100 brazos Briareo, de extraordinaria fuerza, para que acudiese al Olimpo. Allí se situó junto al trono de Zeus en actitud amenazante y consiguió sofocar la rebelión.

     Posidón participó, junto con Apolo y Éaco, en la construcción de la muralla de Troya. Pero Laomedonte se negó a pagarle, y como represalia creó un monstruo que salía del fondo del mar y asolaba los pueblos Troya. Ayudando a los aqueos en su guerra contra Troya, hasta que fue abandona por orden de Zeus. Pero cuando Aquiles está a punto de matar a Eneas, Posidón lo salva, porque no es descendiente directo de Laomedonte.

     Atenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas tras competir con Poseidón. Cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, que les dio agua para beber y para cultivos, mientras que Atenea ofreció un olivo.

     Los atenienses escogieron el olivo y con él a Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Posidón en represalia, inundó la llanura de Eleusis. Con la ciudad de Argo, pasó lo mismo, pero con Hera. Posidón, secó todas sus fuentes. Gracias a Amimone, una de las Danaides, de quien se enamoró Posidón, la maldición se eliminó, y la ciudad recuperó sus manantiales.

      Los hijos de Posidón, eran casi siempre gigantes maléficos y violentos: con Toosa tuvo al cíclope Polifemo; con Medusa, al gigante Crisaor y al caballo alado Pegaso; con Amimone, a Náuplio; con Ifimedia, a los Alóadas. Cerción, el bandido Escirón, que fue muerto por Teseo y el cazador maldito Orión fueron hijos suyos. Los hijos que tuvo de Halia cometieron toda clase de excesos y su padre tuvo que sepultarlos bajo tierra para sustraerlos al castigo.

     Consortes y descendientes de Poseidón:
          -Agameda: Áctor, Belo y Dictis.
          -Álope: Hipótoo.
          -Amimone: Nauplio.
          -Anfítrite: Rodo, Tritón, Bentesicime y Cimopolea.
          -Arne o Melanipa: Eolo y Beoto.
          -Calírroe: Minias.
          -Calquinia: Perato.
          -Cánace: Aloeo, Epopeo, Hopleo, Nireo y Tríope.
          -Celeno: Lico.
          -Ceróesa: Bizante.
          -Ciona: Quíos.
        -Clito: Anfero, Atlas, Autóctono, Azés, Diaprepes, Elasipo, Eucmón, Eumelo, Méstor y Mneseo.
          -Cloris: Periclimeno.
          -Córcira: Féax.
          -Toosa: Polifemo.
          -Etra: Teseo.
          -Euríale: Orión.
          -Eurínome: Belerofonte.
          -Europa, hija de Ticio: Eufemo.
          -Gea: Anteo y Caribdis.
          -Halia: Rodo.
          -Hipótoe: Tafios.
          -Ifimedia: Alóadas (Oto y Efialtes).
          -Libia: Belo, Agénor y Lamia.
          -Melia: Ámico.
          -Medusa: Pegaso y Crisaor.
          -Melantea: Irene.
          -Mitilene: Mitilo.
          -Peribea: Nausítoo.
          -Quíone: Eumolpo.
          -Salamina: Cicreo.
          -Satiria: Tarante.
          -Demétre: Arión y Despena.
          -Tiro: Neleo y Pelias.
          -Madres desconocidas: Cerción, Cicno, Cromo, Evadne, Lotis y Sinis.

Fuentes: Wikipedia
                 http://www.elolimpo.com/
                http://mitosyleyendascr.com/ 

domingo, 22 de enero de 2017

SIRENAS

      En contra de lo que se cree, en la mitología griega, las sirenas son criaturas con cuerpo de pájaro y rostro o torso de mujer, con una voz musical, prodigiosamente atractiva e hipnótica. La tradición las hacía habitar en una Isla del Mediterráneo frente a Sorrento, en la costa de la Italia meridional.

     Se las menciona por primera vez en la Odisea de Homero. En un principio, los griegos trataban a las sirenas como las encargadas de transportar las almas al Hades (función que más tarde realizaría Hermes en su papel de psicopompo).

     En época preclásica comenzaron ya a asimilar, ciertos aspectos aislados de otras ninfas como las náyades o las nereidas. Náyades y nereidas resultaban letales para los hombres debido a su naturaleza acuática, si bien eran normalmente benéficas y les prestaban ayuda; en cambio, las sirenas adquirieron un carácter maligno de matiz monstruoso, pues el influjo irresistible de su canto llevaba intencionadamente a la perdición. Las naves que se acercaban a su isla acababan estrellándose contra las rocas y ellas devoraban a los marineros, dejando la costa repleta de huesos.


     Algunos antropólogos plantean que estos seres fueran inicialmente genios que guardaban el paso hacia las Puertas de la Muerte. Puertas que muy bien podrían estar simbólicamente emparentadas con el paso de Escila y Caribdis.

     Distintos relatos las hacen descender de los dioses fluviales Aqueloo o Forcis, sea sin intervención femenina o con la de las musas Estérope, Melpómene o Terpsícore, relacionadas con el canto y el baile. Su número es también impreciso, contándose entre dos y cinco. Los nombres registrados incluyen Agláope (la de bello rostro), Telxiepia (de palabras aclamantes) o Telxínoe (deleite del corazón), Pisínoe (la persuasiva), Parténope (aroma a doncella), Ligeia, Leucosia (como un ser puro), Molpe (la musa), Radne (mejoramiento) y Teles (la perfecta).

     Para Ovidio, las sirenas no siempre tuvieron esa forma, sino que en un principio eran mujeres muy hermosas compañeras de Perséfone, antes de que fuera raptada por Hades. Cuando sucedió el secuestro, ellas le pidieron a los dioses que les dieran alas para poder ir en busca de su amiga. Otra versión dice que su transformación fue un castigo de Démeter por no defender a su hija de Hades e impedir el secuestro. También se dice que Afrodita les quitó su belleza, por que despreciaban las artes del amor. También se cuenta que las sirenas perdieron sus plumas como castigo por retar a las Musas a una competición de canto que perdieron.

     Los Argonautas, se cuenta que pasaron muy cerca de la isla de las sirenas, pero que Orfeo, que tenía fama de cantar maravillosamente hizo uso de su talento con tanta armonía y tan melodiosamente, que no las escucharon por lo que se salvaron de su terrible destino.

     Odiseo, cuando se iban acercando a la isla temida, por consejo de Circe, ordenó a sus hombres que se taparan los oídos con cera, y él que no podía con la curiosidad de escucharlas, se hizo amarrar al mástil, con orden de que pasara lo que pasara, no lo desataran. Al escuchar los cantos de las sirenas quiso soltarse pero sus compañeros no se lo permitieron. Cuenta la leyenda, que las sirenas devastadas por su fracaso, se lanzaron al mar y murieron ahogadas. El cadáver de una de ellas, Parténope, fue arrastrado por las olas hasta la orilla y en torno a su sepulcro se fundó la actual Nápoles.

Fuentes: Wikipedia, http://mitosyleyendascr.com/