martes, 24 de septiembre de 2019

NANNA

     En la mitología nórdica, Nanna, era una diosa Aesir. Hija de Nepr, cuyos deberes se desconocen hasta la actualidad. Se casó con el hijo de Odín y Frigg, Baldr, Dios de la paz, la luz y el perdón.

     Tuvieron un hijo conocido como Forseti. Cuando Baldr es asesinado por Loki, Nanna muere de pena, incinerada junto a él, en un barco, según la tradición vikinga.

     En el Niflheim, gobernado por la hija de Loki y Diosa de los muertos, Hela; es donde ambos se encuentran, estando juntos de nuevo. No obstante, Nanna intenta que Baldr regrese del mundo de los muertos entregando regalos. Nanna le entrega a Hermódr los presentes para los Dioses; luego este decide bajar hasta el mundo de las tinieblas durante nueve días y nueve noches, para sacar a ambos Dioses de las tinieblas. Pero Hela exige que deberán demostrar que cada ciudadano se lamentaba por la pérdida de Baldr; sólo así, volverían a vivir en Asgard. A pesar de que el pueblo se lamentó, una jotun no lo hizo con la excusa de que no la había ayudado nunca, sentenciando así a ambos a seguir encarcelados. En realidad era Loki disfrazado, que los había engañado.

     En la Edda Prosaica se describe a Nanna como parte de las ocho Diosas; invitadas al banquete de Aegir. El Dios nórdico con el poder del océano.

     En el libro III de Gesta Danorum, Nanna no es una diosa, sino la hija del rey mortal Gevar. Nanna está atraída por su hermanastro Höðr, también humano. Un día, Baldr, ve a Nanna bañandose y la ansía. Temiendo que Höðr fuera un obstáculo para su conquista de Nanna, Baldr dedice matar a Höðr.

     Mientras caza, Höðr se pierde en una bruma y un grupo de damas del bosque le saluda por su nombre. Las damas le cuentan que Baldr vio a Nanna bañarse, pero advierten a Höðr de no desafiar en combate a Baldr, sin importar lo que haga, porque Baldr surgió de la semilla divina y por tanto es un semidios. Las damas se desvanecen y Höðr se encuentra en pie en una vasta llanura.

     Höðr vuelve a casa, narrando al rey Gevar que se había perdido y había sido engañado por damas del bosque, e inmediatamente le pide al rey Gevar la mano de su hija Nanna en matrimonio. Gevar le responde que aprobaría el matrimonio, pero que Baldr ya había pedido la mano de Nanna. Gevar dice que teme la ira de Baldr. Sin embargo, Gevar conoce una espada que matará a Baldr, explicándole que está muy bien protegida, diciéndole cómo recuperar la espada.

     Mientras tanto, Baldr toma las armas y va al reino de Gevar a reclamar a Nanna para él. Gevar le dice a Baldr que razone con Nanna. Sin embargo, Baldr no consigue nada; Nanna evita sus intenciones discutiendo que la descendencia de un dios no puede casarse con una mortal por las diferencias en su naturaleza. Höðr se entera de las acciones de Baldr. Helgi y Höðr luchan con Baldr y otros dioses, acabando con la victoria de Höðr. Tras la victoria, Höðr le pide a Gevar de nuevo la mano de Nanna, ganando su aceptación. Höðr y Nanna van a Suecia y allí Höðr se convierte en gobernante.

            https://mitologia.fandom.com/

sábado, 21 de septiembre de 2019

ATAECINA / ATAEGINA

     Ataecina o Ataegina es una diosa ctónica (hace referencia a los dioses del inframundo) adorada por los antiguos íberos, lusitanos, carpetanos y celtíberos en la península ibérica, una de las deidades ibéricas más importantes. Es la diosa del renacer (la primavera), la fertilidad, la naturaleza, la luna y la curación.

     El sociólogo Moisés Espírito Santo afirma que el nombre combina Atta y Jana, el primero un epíteto de la diosa madre arquetípica y el segundo el nombre de la deidad romana Jana (forma femenina de Jano) o posiblemente de Diana, la diosa de la Luna. Este sociólogo también afirma que Ataecina es una deidad compuesta que surge de tendencias sincréticas (intento de conciliar doctrinas distintas).

     El culto de Ataecina se extendió sobre todo en Lusitania y Bética; también había santuarios dedicados a Ataecina en Elvas (Portugal) y Mérida y Cáceres en España, además de otras localidades cerca del Guadiana. Fue una de las principales deidades adoradas en Myrtilis (actualmente Mértola, Portugal), Pax Julia (Beja, Portugal) y especialmente en la ciudad de Turobriga, cuya localización precisa no es conocida. Es conocida por diversas inscripciones en los valles del Tajo y del Baetis (Guadalquivir), donde la asimilaron a la diosa romana Proserpina. A menudo se la representaba con una rama de ciprés.

     El culto a Ataecina se caracteriza por el levantamiento de altares y el uso de pequeños exvotos que bien podían tener forma de cabritas o cilindros en los que se tallaba un rostro de grandes ojos redondos combinados con otras formas geométricas que conformaban los rasgos de la cara. En las inscripciones se pide tanto su bendición, maldiciones (que podían ir desde una enfermedad hasta la muerte), o sanaciones.

     Es curioso destacar que muchos de los yacimientos en los que se han encontrado inscripciones y objetos dedicados a Ataecina se encuentren cerca de explotaciones mineras de hierro y estaño. Esto refuerza el carácter de diosa del Inframundo de Ataecina, ya que en varias mitologías, el dios del Inframundo es poseedor también de los metales y minerales ocultos en las entrañas de la tierra. Un ejemplo sería el dios griego Hades.

MORRIGAN / MORRIGU / CARRI / CARRIGAN

     En la mitología celta, Morrigan o Morrigu, es la diosa de la muerte y la destrucción. Se la representa generalmente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas las guerras, tomando la forma de cuervo o corneja. Su papel en la guerra es infundir en los soldados la fuerza (y la ira) para combatir. Su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Morrigan también se puede traducir o encontrar escrito como Carrie o Carrigan.

     También representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta.

     Morrigan es doncella, madre y amante. Formaba una tríada de diosas, junto con sus hermanas,​ Badb y Macha, en ocasiones junto a Nemain, aunque en algunas fuentes se la describe como diosa triple, incluyendo a Badb y Macha como otras manifestaciones de Morrigan.

     Esta diosa pertenece a los Tuatha Dé Danann, los seres mágicos que habitaron Irlanda antes que los irlandeses actuales, como una de las hijas de Ernmas, nieta de Nuada. Las tres primeras hijas de Ernmas serían Ériu, Banba y Fodla; siendo sus nombres sinónimos de Irlanda, probablemente representando la triple diosa de la soberanía, asociadas con la tierra y la realeza. Ellas estuvieron casadas con Mac Cuill, Mac Cécht y Mac Gréine, los últimos tres reyes de Irlanda descendientes de los Tuatha Dé Danann. El nombre de Morrigan también se dice que es Anann, quién tuvo tres hijos: Glon, Gaim y Coscar.

     Morrigan también aparece en La batalla de Cath Maige Tuired. En la festividad de Samhain, el dios padre Dagda se une a Morrigan, indicando su asociación con la fertilidad de las tierras.

     Conjuntamente con Midir, Morrigan y Badb expulsan a los Fomoré cuando intentan destruir el grano, las frutas y la leche de los Tuatha Dé Danann.​ Morrigan invoca los poderes de la naturaleza y proclama la victoria sobre "las montañas reales de Irlanda, sus aguas principales y las desembocaduras de los ríos". Era costumbre tomar juramento mediante los elementos.

     Se la vincula con otros personajes mitológicos conocidos. Estos incluyen la deidad hebrea Lilith. Si bien ella no era ni buena ni mala, podía ser corrompida a un lado bajo persuasión. Estos relatos se vinculan con su personificación en la mitología irlandesa y la muestran como un cambiaformas que podría transformarse de una joven doncella a una anciana, o pasar de una mujer a un cuervo. También ha habido algunos escritores modernos que han tratado de vincular a Morrigan con Morgan Le Fay de la novela artúrica.

     Se la identifica con Anu, y es descrita como la "nutridora de los dioses". Se trata del personaje a quien fueron dedicados los "dos senos de Anu", dos colinas gemelas en el condado de Kerry, en Munster. Tal identificación se encuentra en Lebor Gabála Érenn:«Ernmass tenía otras tres hijas, Badb Chatha y Macha y Mórrígan, cuyo otro nombre era Anu»(Lebor Gabála Érenn, 64)

     Se podría pensar en una diosa de características duales, tanto benignas como malignas, similar a la diosa india Devī, esposa de Shiva, entre cuyos muchos aspectos están incluidos la dulce Umā, la batalladora Durgā o la terrible Kalī.

     En un libro del siglo IX que contiene la traducción del libro de Isaías al latín vulgar, la palabra Lamia es usada para traducir la palabra hebrea Lilith. Una glosa explica esto como "un monstruo en forma femenina, que es, una morrigan". El Glosario de Cormac, también del siglo IX, explica la palabra plural gudemain (espectros) con la forma plural morrigna.​ El glosario de O'Mulconry, que data del siglo VIII, dice que Macha es una de las tres morrigna. Al parecer, en aquella época el nombre Morrigan se refería a una clase de cosas más que a algo individual.

Fuente: Wikipedia

jueves, 19 de septiembre de 2019

ISIS

     En la mitología egipcia, Isis es una de las principales diosas, cuyo culto se extendió por todo el mundo grecorromano. Aparece por primera vez durante el Imperio Antiguo (c. 2686-2181 a. C.) como uno de los principales personajes del mito de Osiris, en el que resucita a su esposo asesinado, el divino rey Osiris, y engendra y protege a su heredero, Horus. Se creía que ayudaba a los muertos a entrar en la otra vida como había ayudado a Osiris y se la consideraba la madre divina del faraón, a quien se le identificaba con el dios Horus. En un principio desempeñó un papel limitado en los rituales reales y en los ritos de los templos egipcios, aunque fue más prominente en los ritos funerarios y en los textos mágicos.

     En el primer milenio antes de Cristo, Osiris e Isis se convirtieron en las deidades egipcias más adoradas, e Isis asumió características de muchas otras diosas. Su poder mágico era mayor que el de todos los demás dioses y se decía que protegía al reino de sus enemigos, gobernaba los cielos y el mundo natural y tenía poder sobre el propio destino.

     Durante el período helenístico (323-30 a. C.), cuando Egipto fue gobernado y colonizado por los griegos, era adorada por los griegos y los egipcios, junto con un nuevo dios, Serapis. Su culto se difundió por todo el mundo mediterráneo. Los devotos griegos de Isis le atribuyeron características tomadas de las deidades griegas, como la invención del matrimonio y la protección de los barcos en el mar y mantuvo fuertes vínculos con Egipto y otras deidades egipcias que eran populares en el mundo helénico, como Osiris y Harpócrates. Como la cultura helenística fue absorbida por Roma en el siglo I a. C., el culto a Isis pasó a formar parte de la religión romana. Sus seguidores desarrollaron fiestas propias como la Navigium Isidis, así como ceremonias de iniciación parecidas a las de otros cultos mistéricos grecorromanos. Algunos de sus devotos decían que abarcaba todos los poderes divinos femeninos del mundo.

     Su culto terminó con el ascenso del cristianismo en los siglos IV y V d. C. y puede haber influido en las creencias y prácticas cristianas, como la veneración a María, pero la evidencia de esta influencia es ambigua y a menudo controvertida. Isis sigue manifestándose en la cultura occidental, particularmente en el esoterismo y el neopaganismo, a menudo como personificación de la naturaleza o como el aspecto femenino de la divinidad.

     El ciclo del mito sobre la muerte y resurrección de Osiris se recogió por primera vez en los Textos de las Pirámides y se convirtió en el más elaborado e influyente de la mitología egipcia.​ Isis juega un papel más activo en este mito que los demás protagonistas, por lo que a medida que se desarrolla en la literatura desde el Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.) hasta el período ptolomaico (305-30 a. C.), se convierte en el personaje literario más complejo de todas las deidades egipcias.​ Al mismo tiempo, asimiló características de muchas otras diosas.

     Isis es parte de la Enéada de Heliópolis, una familia de nueve dioses descendientes del dios creador, Atum o Ra. Junto a sus hermanos, Osiris, Seth y Neftis, son la última generación de la Enéada, nacidos de Geb, dios de la tierra, y Nut, diosa del cielo. El dios creador, el gobernante original del mundo, transmite su autoridad a través de las generaciones masculinas de la Enéada, para que Osiris se convierta en rey. Isis, que es la esposa y hermana de Osiris, es su reina.

     Seth mata a Osiris y, en algunas versiones del relato, desmembra su cadáver. Isis y Neftis, junto con otras deidades como Anubis, buscan los trozos del cuerpo de su hermano y lo recomponen. Según algunos textos, también deben proteger el cuerpo de Osiris de más profanaciones por parte de Set o sus sirvientes. Isis es la personificación de una viuda de luto. El amor y el dolor de Neftis y ella por su hermano ayudan a devolverle la vida, junto con la recitación de palabras mágicas por parte de Isis.​ Finalmente, Isis devuelve el aliento y la vida al cuerpo de Osiris y copula con él, concibiendo a su hijo, Horus.​ A partir de este momento, Osiris solo vive en la duat, o inframundo. Además al engendrar un hijo y un heredero para vengar su muerte y llevar a cabo ritos funerarios por él, Isis se ha asegurado de que su marido perdurará en la otra vida.

     Ayudaba a restaurar la integridad de las almas de los seres humanos fallecidos, como lo había hecho con Osiris. Al igual que otras diosas, como Hathor, también actuó como madre de los difuntos, proporcionando protección y alimento. Al igual que Hathor, a veces adoptó la forma de Amentit, la diosa de Occidente, que acogía al alma fallecida en la otra vida como si fuera su hijo.​ Pero durante gran parte de la historia egipcia, se creía que las deidades masculinas como Osiris proporcionaban los poderes regenerativos, incluida la potencia sexual, que eran cruciales para el renacimiento. Se creía que Isis sólo contribuía estimulando este poder.​ Los poderes divinos femeninos se hicieron más importantes en las creencias de la vida después de la muerte en el Imperio Nuevo.

     Hay indicios de que Hathor fue considerada originalmente como su madre,​ y otras tradiciones consideran que una forma más antigua de Horus es el hijo de Nut y hermano de Isis y Osiris.​ Puede que Isis solo se convirtiera en la madre de Horus cuando el mito de Osiris tomó forma durante el Imperio Antiguo,​ pero a través de su relación con él llegó a ser vista como el paradigma de la devoción maternal.

     Los Textos de los sarcófagos del Imperio Medio (c. 2055-1650 a. C.) relatan que los llamados «Cuatro hijos de Horus», deidades funerarias que se creía protegían los órganos internos de los difuntos, eran los descendientes de Isis y la forma más antigua de Horus. En la misma época, Horus se sincretizó con el dios de la fertilidad Min, por lo que Isis era considerada como la madre de Min.​ Se decía que fecundaba a su madre para engendrarse a sí mismo, por lo que Isis también era considerada como consorte de Min.​ Amón, la deidad egipcia más importante durante los imperios Medio y Nuevo, también asumió la figura de Kamutef, y cuando estaba en esta forma, Isis actuaba a menudo como su consorte.​ Apis, un toro que fue adorado como un dios viviente en Menfis, se decía que era el hijo de Isis, engendrado por Osiris.

     Sus acciones para proteger a Osiris de Seth se convirtieron en parte de un aspecto más belicoso de su personalidad.​ Los textos funerarios del Imperio Nuevo la representan en la barca de Ra mientras navega por el inframundo, actuando como una de las varias deidades que someten al archienemigo de Ra, Apep.​ En su templo ptolemaico de File, situado cerca de la frontera con los pueblos nubios que invadieron Egipto, se la describió como la protectora de toda la nación, más eficaz en la batalla que «millones de soldados», apoyando a los reyes ptolemaicos y a los emperadores romanos en sus esfuerzos por someter a los enemigos de Egipto.

     Muchas historias sobre Isis aparecen como prólogos de textos mágicos que describen acontecimientos míticos relacionados con el objetivo que el hechizo pretende alcanzar. En un hechizo, crea una serpiente que muerde a Ra, que es mayor y más viejo que ella, y lo enferma con su veneno. Le ofrece curarlo si él le dice su secreto nombre verdadero, un elemento de conocimiento que lleva consigo un poder incomparable; Ra le dice su nombre, que ella transmite a Horus, reforzando su autoridad real.​

     Pasajes de los Textos de las Pirámides la vinculan estrechamente con Sotis, la diosa que representa a la estrella Sirio, cuya relación con su marido Sah (la constelación de Orión) y su hijo Sopdu es paralela a las relaciones de Isis con Osiris y Horus. El orto helíaco (primera aparición de la estrella por el horizonte) de Sirio, justo antes del inicio de la crecida del Nilo, le otorgó una relación con el desbordamiento y la consiguiente mejora de las cosechas. Isis también estaba vinculada a la crecida,​ que a veces se equiparaba con las lágrimas que derramaba por Osiris. En la época ptolemaica estaba ligada a la lluvia; al sol como protector de la barca de Ra; y a la luna, porque estaba vinculada a la diosa griega Artemisa por una conexión compartida con Bastet, la diosa egipcia de la fertilidad.​

     Como otros dioses a lo largo de la historia egipcia, adoptó muchas formas en sus centros de culto individuales y cada centro de culto enfatizaba diferentes aspectos de su carácter. Los cultos locales de Isis se centraban en los rasgos distintivos de su deidad más que en su universalidad, mientras que algunos himnos egipcios a Isis tratan a otras diosas en centros de culto de todo Egipto y el Mediterráneo como manifestaciones de ella.

     En el arte egipcio se la representaba con un vestido envolvente, un bastón de papiro en una mano y un signo de anj en la otra. Su tocado original era el signo del trono que se usaba para escribir su nombre. Aparece a menudo junto a Neftis, sobre todo cuando llora la muerte de Osiris, sosteniéndolo en su trono, o protegiendo los sarcófagos de los muertos. En estas situaciones, a menudo sus brazos se cruzan sobre sus rostros, en un gesto de luto, o se extienden alrededor de Osiris o de los difuntos como signo de su papel protector. En estas circunstancias se representaban como milanos o mujeres con alas de milanos. Esta forma puede estar inspirada en una similitud entre las llamadas de los milanos y los gritos de las mujeres que lloran, o en una metáfora que compara la búsqueda de carroña de estas aves con la búsqueda de su hermano muerto por parte de las diosas.​ A veces aparecía con otras formas animales: como cerda, representando su carácter maternal; como vaca, sobre todo cuando estaba ligada a Apis; o como escorpión. También adoptó la forma de un árbol o de una mujer que emerge de un árbol, ofreciendo a veces alimento y agua a las almas fallecidas. Esta forma aludía a la alimentación materna que ella proporcionaba.

     Los reyes griegos de la dinastía ptolemaica, que gobernaron Egipto como faraones desde el año 305 hasta el 30 a. C., desarrollaron una ideología que los vinculaba tanto con los dioses egipcios como con los griegos, para fortalecer su derecho al trono ante sus súbditos griegos y egipcios. Herodoto, la comparó con Deméter, cuya mítica búsqueda de su hija Perséfone se asemejaba a la búsqueda de Osiris por parte de Isis. En otros casos estaba vinculada con Afrodita a través de los aspectos sexuales de su personalidad. Sobre la base de estas tradiciones, los dos primeros Ptolomeo promovieron el culto al nuevo dios Serapis, que combinaba aspectos de Osiris y Apis con los de dioses griegos como Zeus y Dioniso. Isis, fue considerada como la consorte tanto de Serapis como de Osiris. Ptolomeo II y su hermana y esposa Arsínoe II crearon un culto real en torno a ellos, de modo que eran adorados en los mismos templos que Serapis e Isis, y Arsínoe fue equiparada tanto a Isis como a Afrodita. Algunas reinas ptolemaicas posteriores se identificaron todavía más con Isis. En el siglo II a. C. Cleopatra III utilizaba el nombre de Isis en lugar del suyo en las inscripciones y Cleopatra VII, la última gobernante de Egipto antes de que fuera anexionada por Roma, utilizó el epíteto «la nueva Isis».

    Con el tiempo Isis fue teniendo sus propios festivales. En la época romana, los egipcios de todo el país celebraban su cumpleaños, la Amesysia, llevando su estatua de culto local a través de los campos, probablemente en celebración de sus poderes de fertilidad. Los sacerdotes de File celebraban un festival cada diez días cuando la estatua de culto de Isis visitaba la vecina isla de Bigeh, de la que se decía que era el lugar donde estaba enterrado Osiris y los sacerdotes realizaban ritos funerarios en su honor. La estatua de culto también visitaba los templos vecinos al sur, incluso durante los últimos siglos de actividad en File, cuando esos templos eran administrados por pueblos nubios fuera del dominio romano.

     A diferencia de muchas deidades egipcias, a Isis rara vez se le rezaba o se la invocaba por su nombre antes de finales del Imperio Nuevo.​ A partir del Período Tardío (c. 664 a. C.) se convirtió en una de las deidades más comúnmente mencionadas, que a menudo se refieren a su carácter amable y a su disposición a responder a aquellos que le piden ayuda.

    Los griegos consideraban la religión egipcia exótica y a veces extraña, pero cargada de sabiduría antigua. Como otros cultos de las regiones orientales del Mediterráneo, el culto de Isis atrajo a griegos y romanos aprovechando sus orígenes exóticos,​ pero la forma que tomó después de llegar a Grecia fue notablemente helenizada.

     Su culto, no tenía un dogma rígido y sus creencias y prácticas pueden que solo fueran relativamente similares a medida que se difundían por toda la región y evolucionaran con el paso del tiempo.

Fuente: Wikipedia

MELICERTES

Ino y Melicertes, de Pierre Granier
     En la mitología griega, Melicertes era hijo de Ino y Atamante. Otras fuentes nombran a Learco como su madre.

     Ino era hija de Cadmo y hermana de Sémele, madre de Dioniso, así que éste y Melicertes eran primos.

     Ino se suicidó arrojándose de los acantilados cercanos a Megara, y arrastró con ella a Melicertes.

     Los megarenses contaban que, mientras que el cuerpo de la madre fue devuelto a la orilla, cerca de la ciudad, y enterrado por las hijas de Clesón (hijo del egipcio Lélege), el del niño fue llevado por un delfín hasta el Istmo de Corinto, donde fue recogido por Sísifo, quien le dio sepultura, le erigió un altar junto a un pino y lo convirtió en dios marino protector de los Juegos Ístmicos (llamados así porque se celebraban en el Istmo de Corinto, en honor de Poseidón) con el nombre de Palemón.

     Ino se convirtió en la diosa Leucótea.

Fuente: Wikipedia

miércoles, 18 de septiembre de 2019

COLUMNAS DE HÉRCULES

     Las Columnas de Hércules tienen un origen mitológico, referido en la Antigüedad a los promontorios que flanquean el estrecho de Gibraltar. 

     Las Columnas de Hércules fueron un límite entre el exterior y el interior de la cuenca del Mediterráneo y, hasta 1492, se desconocía la existencia de un continente más al oeste de este mar, por lo que las Columnas se han relacionado con la frase latina Non terrae plus ultra («No hay tierra más allá») y con el Plus ultra («Más allá») en el siglo XVI.

     La columna norte es identificada con el peñón de Gibraltar (426 m). La identidad de la columna sur (antiguamente Ábila o Abila​) ha sido disputada a través de la historia, siendo los dos candidatos más probables el monte Hacho (204 m) en Ceuta (España) y el monte Musa (851 m) en Marruecos.

     Hay varias versiones sobre el mito de Hércules. En un arrebato de locura Heracles (Hércules) había matado a sus hijos. Recobrada la razón, el Oráculo de Delfos le había indicado que para purificarse, debería estar al servicio del rey de Tirinto, Euristeo, durante doce años. En otros casos, se cuenta que los doce trabajos mandados a Heracles eran necesarios para librarse de la esclavitud de Euristeo. Heracles era hijo de Alcmena, del linaje de Perseo, y de Zeus.

     Zeus había estado jactándose el día antes del parto ante otros dioses de que el hijo que iba a nacer reinaría sobre los demás descendientes de Perseo. Hera, que estaba celosa de Alcmena, fue a Argos, donde estaba la esposa del rey Esténelo (hijo de Perseo), que también estaba embarazada, y adelantó su parto a medida que atrasaba el de Alcmena.​ De esta forma la profecía se cumplió en el hijo del rey de Esténelo, Euristeo, en lugar de en Hércules y este debía ser entonces siervo suyo.​ Euristeo, rey de Tirinto y Micenas, exigía que, para liberarse, Heracles debía realizar doce trabajos formidables.

     Euristeo enviaba a Hércules a lugares cada vez más remotos para cumplir con las tareas encomendadas. Su décimo trabajo fue ir a buscar el ganado de Gerión, también referido como Geríones. Heracles tuvo que viajarhasta la isla de Eritea que pertenecía al hoy desaparecido archipiélago de las Gadeiras, en la actual bahía de Cádiz (España) Allí, un perro de tres cabezas emparentado con Cerbero y la Hidra guardaba los bueyes. Gerión era nieto de Medusa e hijo del guerrero Crisaor. Geríones tenía dos piernas, pero de cintura para arriba tenía tres troncos, seis brazos y tres cabezas. El trabajo consistía en derrotar a ese monstruo, coger los bueyes y traerlos a Micenas.

     En su viaje hacia el oeste Heracles atravesó el norte de Libia, donde venció al gigante Anteo, hijo de Gea y Poseidón. Heracles tomó prestada la Copa de Helios para navegar sobre el océano y llegar a la tierra de Gerión, la isla de Eritea, que, según Herodoto, es un enclave que se encontraba cerca de Gadeira.

     Muchos textos cuentan que Hércules, en la realización de su décimo trabajo, al llegar a este punto colocó las dos columnas ahí a modo de monumento.

     Los textos en diálogos Timeo y Critias del filósofo griego Platón ubican la mítica y popular isla de la Atlántida en el océano Atlántico, justamente delante de las Columnas de Hércules.

Fuente: Wikipedia

ASHERAH

     Según Francesca Stavrakopoulos, que antiguamente las grandes religiones abrahámicas (hoy las tres grandes monoteístas) adoraban también a la diosa Asherah, junto a Yahveh (Asherah es a veces llamada Astarot, y es la misma deidad adorada como Ishtar por los babilónicos y Astarte por los griegos. Esto significaría que en el origen de estas grandes religiones había una concepción más equilibrada de la vida, tanto el principio masculino como el femenino, como por ejemplo en el hinduismo con Shiva y Parvati o Vishnu y Lakshmi.

     Stavrakopoulous basa su teoría en antiguos textos, amuletos y figuras encontradas en Siria, en los que se revela que Asherah era una poderosa diosa de la fertilidad. En una vasija del siglo XIII encontrada en el desierto de Sinai, en Kuntillet Arjud, se pide bendición.

     Asherah fue adorada en el templo de Yahveh en Jerusalén y en el Libro de los Reyes se dice que una estatua de Asherah yacía en el templo y que personal femenino tejía vestimentas rituales para ella. En el Libro de Jeremías existe una posible referencia a esta diosa cuando se habla de “La Reina del Cielo”.

     A veces su nombre se traduce como la diosa del árbol de la vida, pero también está vinculada con el mar en uno de sus nombres Athirat, Señora del Mar o Aquella que camina sobre el mar. Su otro epiteto en los textos ugariticos (un lenguaje semítico) es "qaniyatu ʾilhm", “la creadora de los dioses” (Elohim).

     En esos textos Athirat es la consorte del dios El; existe una referencia a los 70 hijos de Athirat, presumiblemente los mismos 70 hijos de El. También se le llama Elat, la contraparte femenina de El, en los textos acadios aparece como Ashratum, la esposa de Anu, el dios del cielo.

     J. Edward Wright, del Arizona Center for Judaic Studies dice que “Asherah no fue editada del todo de la Biblia por sus editores masculinos, trazos de ella permanecen y evidencia arqueológica y referencias en textos de naciones en las fronteras de Israel permiten reconstruir su papel en las religiones del Levante”.

     Otras referencias a esta diosa en la Biblia derivan del libro de Deuternomio, en un marco siempre hostil. El Rey Manasseh es juzgado como alguien que hizo mal ante Dios cuando colocó el poste, símbolo del árbol de Asherah, en el Templo. El Rey Hezekiah, que removió el símbolo de Asherah del Templo y lugares sagrados fue alabado como el más justo de los reyes. Los profetas Isaías, Jeremías y Micah también condenan la idolatría de Asherah, ya que según ellos aleja de la adoración del dios único y verdadero. Esto nos da idea de como la diosa femenina, del árbol de la vida, del mar y del cielo, fue equiparada con la falsa idolatría, con Baal, y se alejó al hombre de la adoración de la pareja divina y de la mujer, probablemente en ediciones subsecuentes de la Biblia.

     Se la representaba en un palo de madera o un tronco o incluso un árbol, al cual le llamaban el palo de Asherah. La Biblia menciona una prohibición de plantar árboles frente al altar, por esta razón. 

     Hay que aclarar que existe cierta confusión entre su relación con Anat y Astarte, quienes muchas veces son confundidas como una misma persona. Lo cierto es que tanto Anat como Astarte eran, muy posiblemente, sus hijas; aunque eso no quita el hecho que también pudieron ser amantes de El.

     Sobre mitos de ella, no hay demasiada información. Al igual que El, su papel es más pasivo y de observadora.

PASÍFAE

     En la mitología griega, Pasífae era la hija de Helios y la ninfa Creta (también llamada Perseis). Era hermana de Circe y Eetes. Fue criada como una princesa en la Cólquida, y dada entonces en matrimonio al rey Minos de Creta.

     Según Pausanias,​ Diodoro Sículo y Apolodoro, fue madre con Minos de Acacalis, Ariadna, Androgeo, Glauco, Fedra y Catreo. Con el dios Hermes tuvo a Cidón y con el dios Zeus al libio Amón (el héroe oracular del Oasis de Amón, posteriormente igualado con Zeus).

     Según Diodoro Sículo, Pausanias,​ Virgilio,​ y Apolodoro,​ el dios Poseidón hizo que Pasífae se enamorase de un toro blanco que, por su belleza, Minos no había querido sacrificar a este dios. Ella confió su pasión a Dédalo, el famoso artífice ateniense que vivía desterrado en Cnosos deleitando a Minos y a su familia con las muñecas de madera animadas que construía para ellos. Dédalo prometió ayudarla y construyó una vaca de madera hueca que cubrió con un cuero de vaca. Le puso ruedas ocultas bajo las pezuñas y la llevó a la pradera de las cercanías de Gortina donde el toro de Poseidón pacía bajo las encinas entre las vacas de Minos. Luego de enseñar a Pasífae cómo se abría la portezuela corrediza situada en la parte trasera de la vaca, y de ayudarla a entrar con las piernas metidas en los cuartos traseros, se retiró discretamente. El toro blanco no tardó en acercarse y montar a la vaca de madera (de donde se deduce sin duda que Dédalo también afirmó las ruedas al piso), de modo que Pasífae vio satisfecho su deseo y a su tiempo dio a luz al Minotauro.

     Otros autores dicen que Pasífae había dejado durante varios años de propiciar a Afrodita, quien la castigó haciéndole sentir ese deseo zoofílico, o bien que el castigo fue motivado por el rencor de Afrodita hacia Helios y su descendencia desde que éste revelara a Hefesto su adulterio con Ares, o que el toro del que Pasífae se enamoró era en realidad el animal en que se había transformado Zeus. 

     Según Apolodoro,​ Minos consultó a un oráculo para saber cómo podía evitar mejor el escándalo y ocultar la deshonra de Pasífae. La respuesta fue: «Ordena a Dédalo que te construya un retiro en Cnosos». Dédalo lo hizo y Minos pasó el resto de su vida en el recinto intrincado llamado el laberinto, en el centro del cual ocultó a Pasífae y al Minotauro. En Ovidio,​ en cambio, sólo se encierra al Minotauro y no a Pasífae. En contraposición con otros autores, Ovidio​ establece como plazo entre los sacrificios humanos que se realizaban para aplacar al minotauro nueve años.

     Según Apolodoro​ y Antonino Liberal, las numerosas infidelidades del rey Minos enfurecieron de tal modo a Pasífae que le maldijo: cada que vez que tenía relaciones con otra mujer no eyaculaba semen sino serpientes nocivas, escorpiones y ciempiés que hacían presa de los órganos vitales de la amante.

     En una ocasión, para tener relaciones con la cazadora Procris la sobornó regalándole a Lélape y una flecha infalible. Ambos regalos le habían sido dados por la diosa Artemisa. Procris aceptó pero le obligó a beber una bebida profiláctica (una cocción de raíces mágicas preparada por la hechicera Circe, hermana de Pasífae) para que él no le llenase las entrañas de víboras y escorpiones. La bebida hizo el efecto deseado, pero Procris temía que Pasífae la embrujara, por lo que escapó de Creta.

     Pasífae era adorada como una diosa oracular en la ciudad laconia de Tálamas, fuera de Esparta. Pausanias describe el santuario como pequeño, situado cerca de un curso de aguas claras, y flanqueado por estatuas de bronce de Helios y Pasífae.

     Su relato también equipara a Pasífae con Ino y Selene (Leucótea, la ‘diosa blanca’, personificada por la Luna).

     Hera, Pasífae e Ino eran nombres de la triple Diosa, la interdependencia de cuyas personas era simbolizada por el trípode en que se sentaba su sacerdotisa.

     Según Plutarco, durante el reinado del rey Agis, varios éforos llevaron a la gente a la revuelta por culpa de los oráculos del santuario de Pasífae, que prometían perdón de las deudas y redistribución de la tierra. En un caso, un éforo soñó que las sillas de algunos de sus colegas eran retiradas del ágora, y que una voz gritaba que «esto es mejor para Esparta». Inspirado por esto, el rey Cleómenes II actuó para consolidar su poder real.

Fuente: Wikipedia

martes, 17 de septiembre de 2019

LÉLAPE / LAELAPS

     En la mitología griega, Lélape o Laelaps era un perro que siempre atrapaba a su presa cuando cazaba. Fue un regalo que Zeus hizo a Europa y que posteriormente pasó a poder de su hijo Minos; éste lo regaló a Procris y más tarde el perro pasó a ser propiedad de Céfalo. Según Ovidio e Higino, el perro fue regalado a Procris por Diana.

     Según las obras del Pseudo-Apolodoro y la de Antonino Liberal, el perro fue un regalo de Minos a Procris.

     Minos tenía el problema de que eyaculaba serpientes, escorpiones y arañas que devoraban los genitales de sus amantes. Procris consiguió ayudarle introduciendo una vejiga de cabra en la vagina de Pasífae, la mujer de Minos. Así, Minos echaba las alimañas en la vejiga y luego sí podía realizar el acto sexual con Pasífae. En la versión del Pseudo-Apolodoro, Procris dio a Minos un brebaje para que nada le dañara y luego se acostó con él. A cambio de esta ayuda, Minos regaló a Procris el perro Lélape y una jabalina que nunca erraba el blanco.

     Céfalo, el marido de Procris, obtuvo posteriormente el perro y la jabalina y decidió usar al perro para cazar a zorra teumesia, que nunca podía ser atrapada. Esto provocó una paradoja: un perro que siempre atrapaba a su presa y una zorra que no podía ser atrapada. La persecución prosiguió durante un tiempo hasta que Zeus, perplejo por sus destinos contradictorios, transformó a ambos animales en piedra, aunque también se decía que Lélape fue catasterizado (transformación de un personaje en la mitolía griega, en una estrella o constelación) en la constelación de Canis Major.

Fuente: Wikipedia

EDIPO

Edipo y la Esfinge, de Dominique Ingres (1808)
     En la mitología griega, Edipo era un rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta.

     Layo, rey de Tebas, había recibido una profecía del oráculo: que si alguna vez engendrase un hijo, el niño, una vez adulto, le mataría ya que Layo había violado a un joven, y el joven se suicidó ahorcándose. El padre del joven le pidió a los dioses un castigo para Layo. Sin embargo, estando ebrio, se unió a su esposa Yocasta, y tuvo un hijo en Tebas. Al nacer el niño, Layo le atravesó con fíbulas (piezas metálicas utilizadas en la antigüedad para unir o sujetar algunas de las prendas que componían el vestido) los pies y lo entregó a un pastor para que lo abandonara. Layo esperaba escapar así del oráculo puesto que matarlo directamente habría sido una impiedad y creía que nadie recogería a un recién nacido con los pies atravesados. Así pues, fue abandonado en el monte Citerón, pero fue hallado por otros pastores que lo entregaron a Pólibo, rey de Corinto. Peribea o Mérope, la esposa de Pólibo y reina de Corinto, se encargó de la crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa ‘de pies hinchados’

     Al llegar a la pubertad, Edipo, por habladurías de sus compañeros de juegos, sospechó que no era hijo de sus padres. Para salir de dudas, visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró que mataría a su padre y luego desposaría a su madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Emprendió un viaje y, en el camino hacia Tebas, Edipo se encontró con Layo, que viajaba a Delfos en una encrucijada. El heraldo de Layo, Polifontes, ordenó a Edipo que le cediera el paso pero ante la demora de éste, mató a uno de sus caballos. Edipo se encolerizó y mató a Polifontes y a Layo sin saber que era el rey de Tebas y su propio padre. El rey de Tebas pasó a ser Creonte, cuñado de Layo, hermano de su esposa Yocasta.

     Más tarde, Edipo encontró a la esfinge, un monstruo enviado por Hera que se había aposentado en el monte Ficio y daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar sus acertijos, incluido Hemón el hijo de Creonte, y atormentando al reino de Tebas. Le formuló dos acertijos:

     -El primero: «¿cuál es el ser vivo que cuando es pequeño anda a cuatro patas, cuando es adulto anda a dos y cuando es mayor anda a tres?», Edipo respondió correctamente que es el hombre puesto que cuando es un bebé gatea, camina con sus dos piernas cuando es adulto y cuando es anciano se apoya sobre un bastón.

     -El segundo:: «Son dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra y, a su vez, es engendrada por la primera». Edipo contestó: el día y la noche.​ 

     Furiosa, la Esfinge se suicidó lanzándose al vacío y Edipo es nombrado el salvador de Tebas. Como premio, Edipo fue nombrado rey y se casó con la viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre. Tuvo con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismene y Antígona y los dos hermanos se enfrentarían más tarde entre ellos a muerte por el trono tebano. Otra tradición afirma que los hijos de Edipo no fueron de Yocasta sino de Euriganía.

     Al poco tiempo, una terrible plaga o escasez de alimentos cayó sobre la ciudad, ya que el asesino de Layo no había pagado por su crimen y contaminaba con su presencia a toda la ciudad.

     Edipo intenta descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre que en realidad es hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda buscando. Sobre lo que sucedió a partir de ese momento circulan múltiples versiones:

     -Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se dio muerte, colgándose en el palacio. En versiones alternativas, siguió viviendo hasta que en el ataque de los siete contra Tebas, sus hijos se dieron muerte el uno al otro, momento en el que ella se suicidó.

     -Edipo se quitó los ojos con los broches del vestido de Yocasta, huyó o fue exiliado de Tebas, o fue encerrado por sus hijos en el palacio, o siguió reinando en Tebas por algún tiempo. Maldijo a sus hijos Polinices y Eteocles y sólo su hija Antígona le acompañaba en su destierro para servirle de guía.

     -En Colono, fue acogido por el héroe mítico Teseo y allí murió. Se decía que su tumba se encontraba en un santuario de las Euménides que había entre la Acrópolis y el Areópago de Atenas.

     -Según Lisímaco de Alejandría, cuando murió Edipo, los habitantes de Tebas y de otra aldea beocia llamada Ceo no quisieron que sus restos quedaran enterrados en sus territorios y su cuerpo fue transportado a Eteono, donde fue enterrado, de noche, en un recinto consagrado a Deméter. Cuando los habitantes de Eteono se enteraron del hecho, consultaron el oráculo sobre lo que debían hacer y la respuesta fue que no se debía turbar al adorador de la diosa, por tanto los restos quedaron enterrados allí.

     Este mito inspiró a Sigmund Freud su teoría del complejo de Edipo (el agregado complejo infantil de sentimientos amorosos con el progenitor del sexo opuesto y hostiles con el del mismo sexo). En La interpretación de los sueños (1899), Freud aclara la relación que él encuentra entre el Mito de Edipo y el Complejo: “Si Edipo Rey es capaz de conmover al lector moderno, como a sus contemporáneos los griegos, es porque el efecto de la tragedia… no depende del conflicto entre el destino y la voluntad humana, sino de la naturaleza peculiar del material que se revela…”

Fuente: Wikipedia

domingo, 15 de septiembre de 2019

PENTEO

     En la mitología griega, Penteo era un rey de Tebas, hijo del más fuerte de los Espartos, Equión, y de Ágave, hija de Cadmo, el fundador de Tebas, y de la diosa Harmonía.

     Cadmo abdicó en favor de Penteo a causa de su avanzada edad. Penteo prohibió el culto de Dioniso, el hijo de su tía Sémele, y no permitió que las mujeres de Cadmea participaran en sus ritos. Dioniso provocó que la madre de Penteo y sus tías, Ino y Autónoe, se precipitaran al monte Citerón en un frenesí báquico. Debido a esto, Penteo las encarceló, pero sus cadenas cayeron y las puertas de la cárcel se abrieron para ellas.

     Dioniso atrajo a Penteo afuera para espiar los ritos báquicos. Las hijas de Cadmo lo vieron en un árbol y pensaron que era un animal salvaje. Penteo fue derribado y desgarrado miembro a miembro por ellas, y por esa acción serían exiliadas de Tebas.

     El nombre 'Penteo', como Dioniso señala, significa ‘hombre de las penas’; incluso su nombre lo destina a la tragedia.

     Penteo fue sucedido por su tío Polidoro.

Fuente: Wikipedia

ZORRA TEUMESIA

     En la mitología griega, la Zorra Teumesia es una criatura fantástica relacionada con el ciclo tebano (conjunto de poemas que, datados en la Época Arcaica de Grecia ).

     Su aparición se atribuye al disgusto de uno o más de los dioses griegos, pues el pueblo de Tebas solían oponerse a estas deidades.

     Al fundar Tebas, Cadmo había matado a una serpiente de AresPenteo y el pueblo de Tebas había rechazado a Dioniso; y Níobe se había proclamado superior a Leto.

     Se dice que fue el desagrado de Dioniso quien sacó de la vid a la zorra teumesia de Tebas.

     Se supone que era uno de los vástagos Tifón y Equidna, pero en ninguna parte se declaraba esto específicamente. De tamaño gigantesco, era un devorador de hombres, que se alimentaba de los incautos. Se enviaron cazadores para matar o capturar al Zorro, pero ningún arma podía golpearlo, y ninguna trampa podía atraparlo; pues estaba destinada a que nunca fuera capturada. Al final, para aplacar a la zorra teumesia, Creonte decretó que cada 30 días dejarían un niño para que el animal se alimentara de él.

     Su papel parece pues muy similar al de la Esfinge. En un fragmento de Corina, Edipo libra a Tebas de dos monstruos. Sin embargo, según la versión más popular, Creonte exigió a Anfitrión que se encargase. Éste recurrió entonces a Lélape, el perro divino destinado a cazar siempre a su presa. En el momento de la persecución, Zeus transformó a los dos animales en piedra para resolver la contradicción (el perro infalible contra la zorra inalcanzable).

Fuentes: Wikipedia, https://mitologiagriega.info/

PROCRIS / PRÓCRIDE

Céfalo y Procris, de Jean-Honoré Fragonard (1755)
     En la mitología griega, Procris o Prócride, era hija de Erecteo, rey de Atenas y su esposa, Praxitea. Se casó con Céfalo, el hijo de Deyoneo. Procris tenía por lo menos dos hermanas, Creúsa y Oritía.

     Según Ferécides de Leros, Céfalo decidió permanecer fuera del hogar durante ocho años, porque quería poner a prueba la fidelidad de Procris. Al volver, la sedujo estando disfrazado y así comprobó su infidelidad. Aunque luego se reconciliaron, Procris sospechaba que Céfalo tenía una amante, ya que se ausentaba con frecuencia para ir a cazar. Un criado le dijo que Céfalo llamaba constantemente a Néfele (la nube) para que fuera con él. Procris decidió seguirlo a escondidas la próxima vez que él fuera a cazar; luego de esperar durante algún tiempo, al oír a su marido decir el nombre de Néfele, salió del matorral donde se ocultaba. Al hacer esto asustó a Céfalo quien lanzó una jabalina pensando que era un animal que quería atacarlo, quitándole la vida en el acto.

     Hay otra versión en el libro tercero de El Arte de Amar de Ovidio, donde alerta a las amantes de no ofuscarse o creer demasiado en supuestas infidelidades de boca de terceros, para no perecer de una manera tan absurda como Procris.

     Ovidio también cuenta como la diosa del amanecer, Eos, (Aurora para los romanos), raptó a Céfalo mientras estaba cazando, pero aunque los dos llegaron a tener una relación y procrear tres niños, Céfalo no podía olvidar a su amada Procris. Eos, molesta, devolvió a Céfalo con su esposa, pero le dijo que podía demostrar que Procris iba a ser seducida por un extraño. Céfalo entró en casa de Procris con un disfraz, con la intención de seducirla. Ella aceptó, por lo que quedó comprobado lo dicho por Eos.

     Apolodoro afirma que Procris fue sobornada con una corona de oro para dormir con Pteleón, pero fue descubierta en su cama por su marido. Después, ella huyó de su esposo con Minos, al cual ayudó a curarse de su enfermedad genital, por lo cual se le otorgó un perro al cual no se le escapaba ninguna presa y, además, una jabalina infalible. Apolodoro escribe que ella le dio el perro a su marido y, así, se reconciliaron.

     Higino dice que el perro y la jabalina fueron regalos de la diosa Artemisa y Antonino Liberal escribe que ella se disfrazó como un joven para seducirlo y que Céfalo cayó en la trampa. Al haber caído los dos en el mismo ardid, terminaron reconciliándose.

      Mientras que Apolodoro dice que su muerte fue un accidente de caza, Higino indica que ella sospechaba que él tenía una amante y éste la mató, como en el relato de Ovidio. Al estar ella muriendo en los brazos de su marido llega a decirle "Como prometiste en tus votos matrimoniales, no te cases con Aurora". Céfalo, tras esto, huyó al exilio.

     La historia de la caza de la zorra teumesia, la cual no podía ser atrapada, a la que Zeus convirtió en piedra, junto con el perro de Procris, cuando este la atrapó, y también la historia de la muerte de Procris, fueron contadas en una de las primeras epopeyas griegas perdidas del Ciclo épico, puesto que probablemente era narrada en Epígonos. Sófocles escribió una tragedia llamada Procris, que se perdió.

Fuente: Wikipedia

LELANTO

     En la mitología griega, Lelanto era un Titán que, junto con la oceánide Peribea, fue padre de Aura. Era el hijo de Ceo y Febe y hermano de Leto y Asteria

     Su nombre se deriva de las palabras griegas Letho, lanthanô y lelathon, que significan "aviso de escapada", "moverse sin ser visto" o "ir sin ser observado". Para los estudiosos, la etimología de su nombre puede implicar que Lelanto fuese posiblemente el dios Titán del aire y lo invisible.

Fuente: Wikipedia

EURO / EUROS / EURUS

     En la mitología griega, Euro, formaba parte de los Anemoi, junto con sus hermanos Bóreas (representaba el viento del norte), Notos (el viento del Sur) y Céfiro (el viento del Oeste).

     Eurus representaba al funesto viento del este. Se creía que traía calor y lluvia, y su símbolo era una vasija invertida derramando agua.

     Su equivalente en la mitología romana era Vulturno (no confundir con Volturno), un dios-río tribal que más tarde pasaría a ser la deidad romana del río Tíber.

Fuente: Wikipedia