Cù Sìth |
El Cù Sìth o Cu-Sith es un perro mágico proveniente de la mitología celta de las Highlands de Escocia y las islas Hébridas. Cu-Sith es una palabra gaélica escocesa que significa “perro de los sidhe” o “perro de las hadas”.
El Cù Sìth es un enorme perro de color verde oscuro, del tamaño de un toro joven, de pelaje lanudo, y con una cola tan larga que habitualmente la lleva enrollada a la espalda, aunque en ocasiones se habla tan sólo de que lleva un rabo trenzado. Se dice que vivían en las cuevas, grietas y hendiduras rocosas de las Highlands, vagando por los páramos y las tierras altas.
Los perros de las hadas solían estar atados al hogar de sus dueños y sólo se los soltaba para cazar o atacar a los intrusos, pero al Cù Sìth se lo soltaba para que vagara solo, y entonces podía ser terriblemente peligroso, tanto para los hombres como para los perros. Según la leyenda, cuando cazaba, lo hacía en silencio, pero de vez en cuando lanzaba tres aullidos aterradores –y siempre tres- que se podían escuchar a kilómetros de distancia, incluso en alta mar. Se decía que quién escuchaba los ladridos del Cù Sìth debía ponerse a salvo del tercer aullido o sería sorprendido por la muerte.
Efectivamente, el Cù Sìth era temido y sus aullidos eran considerados como un presagio de la muerte (parecido al de la mítica banshee o de las Parcas) y era el encargado de llevarse el alma de una persona a la otra vida. También se decía que su ladrido era una advertencia para que las mujeres en lactancia se encerraran en sus hogares, por que o si no, el Cù Sìth, podía secuestrarlas y llevárselas a un montículo de hadas para que suministrasen leche a los hijos de las hadas, que son conocidas como daoine sith o sidhe daone.
El Cù Sìth es un enorme perro de color verde oscuro, del tamaño de un toro joven, de pelaje lanudo, y con una cola tan larga que habitualmente la lleva enrollada a la espalda, aunque en ocasiones se habla tan sólo de que lleva un rabo trenzado. Se dice que vivían en las cuevas, grietas y hendiduras rocosas de las Highlands, vagando por los páramos y las tierras altas.
Los perros de las hadas solían estar atados al hogar de sus dueños y sólo se los soltaba para cazar o atacar a los intrusos, pero al Cù Sìth se lo soltaba para que vagara solo, y entonces podía ser terriblemente peligroso, tanto para los hombres como para los perros. Según la leyenda, cuando cazaba, lo hacía en silencio, pero de vez en cuando lanzaba tres aullidos aterradores –y siempre tres- que se podían escuchar a kilómetros de distancia, incluso en alta mar. Se decía que quién escuchaba los ladridos del Cù Sìth debía ponerse a salvo del tercer aullido o sería sorprendido por la muerte.
Efectivamente, el Cù Sìth era temido y sus aullidos eran considerados como un presagio de la muerte (parecido al de la mítica banshee o de las Parcas) y era el encargado de llevarse el alma de una persona a la otra vida. También se decía que su ladrido era una advertencia para que las mujeres en lactancia se encerraran en sus hogares, por que o si no, el Cù Sìth, podía secuestrarlas y llevárselas a un montículo de hadas para que suministrasen leche a los hijos de las hadas, que son conocidas como daoine sith o sidhe daone.
www.sobreescocia.com