El dragón es un ser mitológico que aparece de diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.
Hay dos tradiciones principales sobre dragones: los dragones europeos, derivados de las tradiciones populares europeas y de la mitología de Grecia y Oriente Próximo, y los dragones orientales, de origen chino, pero conocidos también en Japón, Corea y otros países asiáticos. Las dos tradiciones surgieron probablemente de forma independiente, pero en su desarrollo se han influido mutuamente.
También es posible que la deidad mesoamericana Quetzalcóatl (serpiente emplumada) haga referencia a un dragón de tipo oriental, según se aprecia en representaciones.
La imagen y la figura del dragón varían en las diversas culturas. La cultura occidental los describe como reptiles gigantes y alados, inspirados en las serpientes y en otros reptiles, con alas, cuernos y aliento de fuego. Los dragones orientales tienen también por lo general apariencia serpentina, pero casi nunca tienen alas.
Desempeñan un papel como dios o guardián, o como monstruo y poderoso enemigo. Se le atribuyen cualidades positivas, como una gran sabiduría y conocimiento, pero también defectos, como una avaricia y codicia que le conducen a devastar poblaciones para apilar gigantescos tesoros.
En Occidente el simbolismo del dragón es el de la lucha. La lucha entre el dragón y un héroe o un dios tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián, que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte o el nacimiento de un orden universal.
En un principio, los dragones fueron devoradores de dioses, o sus enemigos; posteriormente fueron fuerzas a las que se les ofrecían doncellas en sacrificio y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. De todos modos, ese papel no se aleja del de guardián. Justamente porque son guardianes de algo sagrado, es por lo que simbolizan el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe.
Los dragones chinos (o long), los japoneses (o ryū) y los coreanos son vistos generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría malévolos.
La interpretación de dragones malévolos, se mantiene también en la mitología persa. El tema es complejo y ha variado a lo largo de la historia. Como ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría. Para la cultura cristiana el dragón simboliza el mal y la destrucción, convirtiéndose en un animal al que hay que eliminar.
En los pueblos del valle del Indo se identifica al dragón con Agni, personificación del cielo, que vigila con sus innumerables ojos, al tiempo que protege a quien le pide ayuda, es decir, con el origen y principio del cielo y la tierra.
En Oriente Próximo, la figura del dragón, simbolizaba el mal y la ruina. En
Enuma Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a. C., la diosa
Tiamat era un dragón que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado.
También en la Biblia hebrea el dragón representa el mal. En la mitología persa destaca el caso de Azi Dahaka, un dragón malévolo. En Rumanía, se habla del dragón geta-dacio, que tenía cabeza de lobo y cola de serpiente.
En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el universo.
A diferencia de los occidentales, los dragones orientales no escupen fuego ni tienen alas, aunque normalmente pueden volar gracias a la magia. Tiene cuernos de ciervo, cabeza de caballo, cuello de serpiente, garras de águilas, orejas de toro y bigotes largos como los de los siluros. En las leyendas chinas hay dragones que vigilan los cielos, dragones que traen la lluvia, y dragones que controlan los ríos y arroyos. En Japón, donde se los tiene por seres sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido, el emblema oficial de la familia imperial.
En el Himalaya representan la buena suerte.
La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o
Níðhöggr) entre las fuerzas del
inframundo. Se alimenta de las raíces de
Yggdrasil, el fresno sagrado que extiende sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos, adornaban las proas de sus barcos esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus (Landvaettir) que vigilaban las costas a las que llegaban.
Para los celtas, era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos. Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar.
En la mitología griega, existen varios dragones que fueron usados por los dioses, o eran temidos por ellos mismos: el dragón
Ladón, de cien cabezas que custodiaba el jardín de las
Hespérides, además de
Tifón,
Lamia, el
dragón de Delfos o Pitón, Amphisbaena (dragón de dos cabezas que nació de la sangre de
Medusa cuando cayó una gota en el desierto de Libia), basilisco y la famosa
Hidra de Lerna.
Para la mitología eslava, el dragón era una de las formas que adoptaba el dios Veles, señor del Mundo Subterráneo, adversario de Perún, dios del trueno.
En el simbolismo medieval la idea de lucha contra dragones sirvió para fortalecer la motivación de los reinos cristianos. Se presentaban como representaciones de la apostasía (es la negación, la renuncia o la abjuración de la fe, en una religión), la herejía y la traición, pero también de cólera y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la independencia, el liderazgo y la fuerza. Matar a uno de ellos no sólo daba acceso a sus riquezas sino también significaba que el caballero había vencido a la más astuta de las criaturas.
Las bestias de la mayor parte de Sudamérica estaban relacionadas con enormes serpientes que se remontaban con los orígenes de la humanidad. Pero, a diferencia del viejo mundo, estos dragones no presentan unicidad ni en sus características predominantes ni en sus actitudes, aun siendo de aspectos semejantes. De hecho, tales dragones mantenían una historia de conflictos entre sí que se remonta al primitivo pasado de las culturas americanas. La leyenda de TrenTren y Cai Cai Vilu refleja esto, al enfrentarse ambas serpientes (Mar y Tierra) por el futuro del pueblo Mapuche.
Los Muiscas, pueblo indígena de Colombia, creían en Chiminigagua, dios creador en forma de serpiente de fuego bajo la sagrada laguna de Iguaque, que creó a los padres de la humanidad, Bachue y su joven acompañante. Ellos vivieron y tuvieron hijos, que después de un tiempo los dejarían hasta convertirse en dos serpientes acuáticas para vigilar a su pueblo, dentro de la laguna de Iguaque. Tiempo después el primer Zaque de la sabana de Bogotá, Hijo de Sue o el sol (o de Chia, la Luna o deidad maligna) era un hombre en forma de dragón de color verde.
Los Dragones más conocidos a través de la historia son:
-Leviatán: Bestia descrita en el libro de Isaías.
-Quetzalcóatl: La serpiente emplumada. Deidad prehispánica de diversas culturas como la Mejicana, Azteca o Teotihuacana. En la zona maya era conocido como Kukulkán.
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Uróboros: Dragón serpiente representada con su cola en su boca, expresa un ciclo.
-Azi Dahaka: Serpiente demoníaca en la mitología de la Persia.
-Trentren Vilu y Caicai Vilu: Gigantescas serpientes de la leyenda del diluvio araucano en la mitología mapuche.
-Huanglong: Dragón chino de color amarillo, que emergió del río Luo para enseñar a Fuxi los elementos de la escritura.
-Amaru: Serpiente alada gigante con cabeza de llama, hocico rojizo y cola de pez, este mito perteneció a la cultura inca.
-Ryuujin: Dragón de la mitología japonesa. simbolizaba el poder del océano.
-Yamata no Orochi: Dragón con 8 cabezas de la mitología japonesa. Es asesinado por Susanoo usando la espada legendaria Kusanagi que se encontraba en su cuarta cola.
-Cuélebre: Dragón de las mitologías de Cantabria y Asturias.
-Amphipteres: Serpiente alada con cabeza de dragón, inofensiva para los humanos. Es parte de la heráldica europea.
-Fafnir: Cuya sangre hizo casi invulnerable a
Sigfrido.
-El dragón de Wantley: Dragón de Inglaterra que ofrece una peculiar pelea.
-El dragoncito del Monte Pilatos: Cuya sangre era mortal.
-Herensuge: Dragón de la mitología vasca.
-Lagarto de la Malena: Dragón de una leyenda de Jaén.
-Dragón de Vilardell: Dragón que aterrorizaba Sant Celoni, entre Gerona y Barcelona, muerto por Soler de Vilardell.
-El Piasa: El dragón pájaro de Illinois.
-El Dragón galés o Ddraig.
-Gárgola.
-Basilisco.
-Tarasca.
-Salamandra.
-Hidra.
-Guiverno.
-Lindworm.
Fuente: Wikipedia