Venus y Marte |
En la mitología romana, Marte, era el dios de la guerra, hijo de Júpiter en forma de flor y de Juno. Se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Era marido de Belona y amante de Venus, con quien tuvo dos hijos: Fuga y Timor (Deimos y Fobos para los griegos).
Fue identificado con el Ares griego, pero Marte no es simplemente un Ares romanizado, sino una deidad puramente itálica, patrón de muchas ciudades, como Alba Longa y tribus como la de los sabinos y los etruscos, antes del surgimiento de Roma.
Se cuenta que, Juno huyó del Olimpo ante la envidia del nacimiento de la diosa de la sabiduría, y se adentró en un templo consagrado a Flora, diosa de las flores y de los jardines. Esta diosa aconsejó a Juno
que cogiese una flor que se hallaba en los campos de Oleno. Juno, fue
hacia aquellos campos, y vio la flor que le había indicado Flora, era la
flor más bonita que había visto jamás; que en realidad era Júpiter en
forma de flor. Al cogerla en su regazo, nació, el dios de la guerra,
Marte.
Marte era el dios patrón de los pueblos itálicos, que
eran tanto guerreros como agricultores. Protegía a su pueblo contra sus enemigos. También era un dios ctónico (dioses o espíritus del inframundo) asociado a la tierra, a la protección física y espiritual de los cultivos.
Las cualidades de Marte eran: Intrepidez; Temeridad ciega; Valor y osadía; Fuerza viril; La inspiración guerrera.
Era considerado como el padre de Rómulo y una de las tres divinidades
tutelares de Roma junto con Júpiter y Quirino. Marte tenía varias funciones:
- Dios bélico, el dios de la guerra.
- Dios de la cultura y laboreo del campo.
- Dios de la Primavera, y la potencia viril.
- Protector de la vida en los campos.