En la mitología gallega, son mujeres bellísimas y encantadas que habitan bajo tierra o bajo el agua, sacando al sol
su oro junto a las fuentes, ríos, castros, mámoas y ruinas de antiguos
monumentos. Son seres feéricos, leucodermos, de rubia cabellera y ojos
azules. Lucen lujosos vestidos cubriendo ocasionalmente sus descalzos y
bellos pies, llevan suelto su largo cabello y se adornan con
maravillosas joyas.
Sentándose a orillas de los manantiales o ríos,
lavan, peinan sus dorados cabellos con peines de oro, mirándose en un
áureo espejo y... aguardan. Son el eco de las Matres celtas, trasunto
(Pena Graña) de la joven Mater, que según el principio "la Soberanía
escoge", busca digno marido, merecedor de gobernar el reino y compartir
con ella sus riquezas. Sometiéndolo previamente a una encubierta prueba,
la Moura mostrará al pretendiende un fabuloso tesoro y le pedirá que
elija lo que considere de más valor. Es el origen del ciclo melusino y
alclara el sentido de las cantigas medievales, de la enamorada "belida"
lavando sus cabellos en la fontana fría. En O Val, Narón (Galicia) los
vecinos de la parroquia representan esta leyenda en la Pena Molexa en la
noche de San Juan.
O Val, Narón |
Fuente: Wikipedia