Bóreas era el dios del viento del norte, hijo de Eos, Diosa del Alba,
 y del Titán Astreo. Vivió en Tracia, al norte del Mar Egeo, y
 su naturaleza era muy distinta a la de Céfiro, el suave 
viento del oeste, ya que eran famosas sus terroríficas tormentas. Se le 
representa con una figura con dos rostros y enormes alas.
     Según se contaba, Bóreas había secuestrado a Oritía, una princesa ateniense, del río Iliso.
 Bóreas se había encaprichado de ella y empezó a suplicar sus favores, con la esperanza de persuadirla. Cuando esto falló, volvió a
 su temperamento normal y la raptó cuando bailaba en la ribera del 
Iliso. Bóreas la recogió en una nube de viento y la llevó a Tracia, teniendo con ella dos hijos, los mellizos Zetes y Calais, y dos hijas, Quíone y Cleopatra. 
     Desde entonces, los atenienses veían a Bóreas como un pariente político. Cuando Atenas fue amenazada por Jerjes, la gente rezó a Bóreas, de quien se dice que propició vientos que hundieron 400 barcos persas.
Fuentes: Wikipedia, Mitos y Leyendas

