Rey Menelao, Museo Vaticano |
Menelao era hijo de Atreo, rey de Micenas, y Aérope, aunque en algunas versiones aparece, junto a su hermano Agamenón, como hijo de Plístenes que, a su vez, sería hijo de Atreo y esposo de Aérope.
Cuando Atreo fue asesinado por Egisto con el fin de restituir a su padre, Tiestes, en el trono, la nodriza de Agamenón y Menelao los llevó a la ciudad de Sición, cuyo rey, los envió a Calidón. Allí fueron encontrados por Tindáreo, rey de Esparta, que los llevó consigo a su corte.
Cuando crecieron, Agamenón y Menelao viajaron a Micenas para recuperar el trono; encontraron a Tiestes refugiado en el templo de Hera y le obligaron a jurar que iría exiliado a Citeria. Agamenón, por ser el mayor, ocupó el trono.
En Esparta, Menelao fue uno de los pretendientes de la hija de Zeus, Helena. Tuvieron una hija llamada Hermíone y un hijo llamado Nicóstrato. También se atribuía a Menelao la paternidad, de Megapentes (cuya madre habría sido la esclava Piéride o Tereide) y de Jenódamo (cuya madre habría sido la ninfa Cnosia).
Paris, príncipe troyano, viajó a Esparta, aprovechó que Menelao tuvo que viajar a Creta para el funeral de su abuelo Catreo, para raptar o seducir a Helena, y se la llevó en el barco junto con las riquezas que pudo llevarse.
Cuando Menelao se enteró, pidió a su hermano Agamenón que reuniera un ejército para conquistar Troya y recuperar a Helena. Los pretendientes de Helena habían hecho un juramento según el cual todos quedaban obligados a prestarse ayuda en caso de que al elegido le fuera disputada Helena.
La flota griega, compuesta por un total de 1.186 naves, con el mando supremo de Agamenón, puso rumbo a Troya y, cuando llegaron, Menelao y Odiseo fueron designados como embajadores para reclamar la devolución de Helena ante la corte real troyana. Los troyanos se negaron e incluso pretendieron matarlos, pero fueron salvados por Antenor. Poco después se inició la guerra de Troya.
Según en la Ilíada, Paris desafió a Menelao a un duelo singular con la condición de que el vencedor se quedaría con Helena y con sus riquezas. Menelao aceptó el reto y estuvo a punto de dar muerte a Paris, pero éste fue salvado por Afrodita. Agamenón reclamó la victoria para su hermano, pero una flecha de Pándaro que hirió a Menelao hizo que se reanudara la batalla. Menelao fue curado de su herida por Macaón.
Más tarde, Menelao participó en los juegos fúnebres en honor de Patroclo, en concreto en la prueba de la carrera de carros. Fue también uno de los guerreros que se ocultaron en el interior del caballo de madera que sirvió a los aqueos como estratagema para introducirse en la ciudad y saquearla. Durante el saqueo, Menelao y Odiseo protegieron a Glauco, hijo de Antenor. Más tarde, Menelao mató a Deífobo, que se habían convertido en nuevo esposo de Helena tras la muerte de Paris. A continuación se encontró cara a cara con Helena y estuvo a punto de matarla, pero finalmente la perdonó y la llevó consigo a las naves.
Tras el saqueo, Agamenón no quiso zarpar de vuelta sin haber hecho sacrificios para calmar la cólera de Atenea. Menelao quería zarpar de inmediato, así que sus naves, junto con las de Néstor y Diomedes, emprendieron en seguida el regreso a Grecia. Las naves de Menelao se vieron envueltas en una tormenta que provocó la pérdida de muchas de ellas. Sólo sobrevivieron cinco de las naves, con las que llegó al cabo Sunión pero desde allí fue de nuevo arrastrado por los vientos en un viaje que le llevó a Libia, Fenicia, Chipre y Egipto, durante el que acumuló muchas riquezas.
Fuente: Wikipedia