En la mitología griega, el Dragón de la Cólquida o Insomne, era una serpiente gigante, encargada de vigilar el vellocino de oro. Según Apolonio de Rodas, fue hijo de Gea y nació en una ladera del Cáucaso, donde cayó la sangre de Tifón, durante su lucha con Zeus. Higinio, en cambio, lo hace hijo de Tifón y Equidna.
Apolodoro cuenta que un oráculo le dijo al rey Pelias, que tuviera cuidado cuando viera a un hombre con una sola sandalia. Un día, mientras ofrecía un sacrificio a Poseidón, apareció Jasón, llevando una única sandalia. Pelias, lo envió a buscar el vellocino de oro, custodiado por esta serpiente gigante.
Píndaro, decía que su grosor y longitud, era superior a un nave con cincuenta remeros, tenía los ojos verdes y el lomo moteado. Ovidio añade que era crestado, con la lengua triple y enormes dientes.
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