En la mitología griega, el Toro de Creta, feu el séptimo trabajo de Heracles consistió en capturar un toro que causaba estragos en Creta.
Este toro es el que Poseidón hizo salir del mar cuando el rey Minos prometió ofrecer un sacrificio al dios; pero Minos lo encontró tan esplendoroso que lo incorporó a sus rebaños como semental en vez de sacrificarlo y el dios, enfurecido, hizo que la reina Pasífae se enamorara del animal y concibiera de él un híbrido, el Minotauro, tras lo cual hizo enloquecer al toro.
Así pues, Heracles se presentó a Minos, que le autorizó para capturar con sus propias manos al toro cretense, si podía. Heracles consiguió dominar al animal y lo condujo, a través del mar Egeo, hasta Micenas. Euristeo, al ver al hermoso animal, lo quiso ofrecer en sacrificio a Hera, pero la diosa lo rechazó al ver la ferocidad del toro, por lo que Euristeo lo dejó libre.
El toro causó estragos allá por donde pasó. Atravesó la Argólide, cruzó el istmo de Corinto hasta que finalmente el héroe ateniense Teseo consiguió matarlo con su espada en la llanura de Maratón (cerca de Atenas).
Fuente: Wikipedia