En la mitología griega, Céleo, aparece en dos leyendas diferentes:
La primera nos habla del hijo de Eleusis, nacido del suelo (Autóctono) y primer rey del país homónimo. Reinaba en Eleusis cuando Perséfone fue secuestrada por Hades. Deméter, al ir en busca de su hija, fue recibida por Céleo y su esposa Metanira. La diosa se disfrazó de anciana y se presentó a la hora en que las mujeres van a buscar agua. Las hijas del rey la encontraron cerca de la fuente y le ofrecieron acompañarla al palacio, donde fue contratada como criada. Su labor fue criar al hijo menor del rey, Demofonte. Le enseñó a Céleo, además, los ritos de su culto y le ayudó a construir su templo.
La segunda leyenda habla de un joven cretense que, junto a tres compañeros (Layo, Cerbero y Egolio) intentó robar la miel de la gruta sagrada donde nació Zeus, ubicada en el monte Ida. Los ladrones se habían disfrazado con planchas de bronce para protegerse de las abejas pero cuando estaban entrando a la gruta, las laminas cayeron y esto alertó a Zeus, que estuvo a punto de fulminarlos con el rayo de no ser por la intervención de Temis y los Hados (Destino) que alegaron que en ese lugar estaba prohibido matar. Zeus los transformó, entonces, en aves.
Fuente: Wikipedia, http://cartelfr.louvre.fr/