Fresco de la Casa de los Vettii (Pompeya). |
Anfitrión era, según la mitología griega, el hijo de Alceo, rey de Tirinto y de Astidamía. Además, era nieto de Perseo y, por lo tanto, bisnieto de Zeus.
Anfitrión era el prometido de Alcmena, hija de su tío Electrión rey de Micenas, cuando éste fue atacado por Pterelao,
sobrino del rey y aspirante al trono de Micenas. En el enfrentamiento
murieron los hijos de los dos cabecillas. Para vengar la muerte de sus
hijos, Electrión organizó una campaña contra los teléboas de la isla de Tafos,
que habían intentado invadir Micenas con Pterelao al frente. Durante su
ausencia pensaba dejar al cargo de sus posesiones a Anfitrión. Pero
cuando Anfitrión regresaba de recuperar unas vacas que les habían robado
los tafios, uno de los animales se enfureció, Anfitrión para pararla le
lanzó un palo que rebotó matando a Electrión. Esténelo, rey de Argos, de quien dependía el reino de Micenas, aprovechó la circunstancia para desterrar a Anfitrión.
Tras esto, Anfitrión se instaló en Tebas
junto a Alcmena. Como ésta había jurado no entregarse a él hasta que
sus hermanos estuviesen vengados, Anfitrión tuvo que emprender otra
guerra contra los tafios. La noche que regresaba victorioso, Zeus tomó a
Alcmena antes que él, adoptando la misma forma y aspecto que el rey y
ordenando al Sol que no saliera durante tres días para permanecer una
larga noche de amor junto ella, que creía estar con su esposo.
Posteriormente también el verdadero Anfitrión se acostó con ella. De estas uniones nacieron Heracles, hijo de Zeus, e Ificles, hijo de Anfitrión.
El adivino Tiresias relató lo sucedido a Anfitrión, y este, al enterarse, se sintió engañado por su esposa, fue tras ella para matarla. Cuando ya la tenía bajo su merced, Zeus apareció de la nada para salvarla.
Fuente: Wikipedia