Dánae, de Rembrandt Van Rijn |
En la mitología griega, Dánae era una hija de Acrisio, rey de Argos, y Eurídice, hija de Lacedemón. Fue madre de Perseo con Zeus.
Decepcionado por carecer de herederos varones, Acrisio consultó un oráculo, y le dijo que sería asesinado
por el hijo de su hija. Para que ésta no tuviese hijos, Acrisio la
encerró en una celda de bronce o en una cueva. Pero Zeus apareció
cayendo como una lluvia dorada y la dejó embarazada. De esta unión nació
Perseo.
Otras versiones afirman que en realidad el que sedujo a Dánae fue Preto, su tío, rey de Tirinto, que sería el padre de Perseo.
Enfadado pero sin querer provocar la ira de los dioses matando a
Perseo, Acrisio arrojó a Dánae y al niño al mar en un cofre de madera.
El mar fue calmado por Poseidón a petición de Zeus y ambos sobrevivieron. Alcanzaron la costa de la isla de Serifos, donde fueron recogidos por Dictis, un pescador de la isla, quien crio a Perseo como su hijo.
Más tarde, después de que Perseo matase a la Medusa y rescatase a Andrómeda, la profecía del oráculo, la muerte de su abuelo, se hizo realidad.
Fuente: Wikipedia