En la mitología griega, las Cárites o Gracias eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad
humana y la fertilidad. Habitualmente se consideran tres, de la menor a
la mayor:
-Aglaya o Pasítea: era la más joven y bella de las tres. Simbolizaba la inteligencia, el poder creativo y la intuición del intelecto.
-Eufrósine: la Gracia intermedia, simboliza la alegría.
-Talia: residía los banquetes y fiestas, otorgando los dones de la
abundancia y la fertilidad. En las representaciones artísticas se
distingue por ser la única de las tres que lleva flores en la cabeza o
enredaderas en sus ropajes. En otras obras aparece completamente
vestida, en comparación con sus otras dos hermanas, que aparecen
semidesnudas o desnudas. Los espartanos
consideraban en cambio que la tercera Gracia era Cleta y no Talía.
Las Cárites eran hijas de Zeus y Eurínome, aunque también se decía que eran hijas de Hera, de Dioniso, o de Helios y la náyade Egle. Según Homero, formaban parte del séquito de Afrodita. Las Cárites estaban asociadas asimismo con el inframundo y los misterios eleusinos (ritos de iniciación anuales al culto a las diosas Deméter y Perséfone que se celebraban en Eleusis, cerca de Atenas).
Se las relaciona con las
musas, con las que compartían juegos y bailes, ya que éstas provocaban
la inspiración divina y aquéllas otorgaban alegría, sabiduría y, en
ocasiones, la capacidad para que los humanos desarrollaran un talento
artístico excepcional, apoyadas, sin duda alguna, por los genios.
El río Cefiso cerca de Delfos estaba consagrado a ellas, y tenían sus propias festividades, las Caritesias
o Carisias, que son las fiestas de "Acción de Gracias", en las que se
practicaba el banquete "Charistía", en el que se comía torta de miel
llamada piramús en honor de las Cárites.
Fuentes: Wikipedia