Ananké junto con las Moiras |
En la mitología griega, Ananké era la madre de las Moiras y la personificación de la inevitabilidad, la necesidad, la compulsión y la ineludibilidad. En la mitología romana era llamada Necessitas (‘necesidad’).
Su nacimiento es un misterio, según se dice, fue formada por sí misma
como un ser incorpóreo y serpentino cuyos brazos extendidos abarcaban
todo el universo. Se la empareja con Crono, el dios del tiempo.
Juntos rodearon el huevo primigenio de materia sólida en su enlace
constrictivo y lo dividieron en sus partes constituyentes (tierra, cielo
y mar), provocando así la creación del universo ordenado.
Ananké y Crono permanecieron eternamente entrelazados como las
fuerzas del destino y el tiempo que rodean el universo, guiando la
rotación de los cielos y el interminable paso del tiempo. Ambos estaban
muy lejos del alcance de los dioses más jóvenes, cuyos destinos se decía
que controlaban.
Ananké era adorada por la religión mistérica órfica (relacionada con Orfeo). En la tradición órfica se decía que era hija de Hydros (el Océano primigenio) y Thesis (la primigenia Tethys) y madre con Crono de Caos, Éter, Érebo y Fanes.
Fuente: Wikipedia