Hécate, en la mitología griega, fue originalmente una diosa de las tierras salvajes y los partos, nacionalizada primero en la Grecia micénica o en Tracia, la región donde se atestiguan la mayoría de sus nombres teofóricos (nombre propio que contiene el nombre de un dios), y donde Hécate permaneció como Gran Diosa , en su lugar de culto en Lagina (Turquía). También tenía el sobrenombre de Ferea
A veces es considerada una titánide, hija de Perses y Asteria,
y una poderosa ayudante y protectora de los humanos. Su presencia
continua se explicaba asegurando que, debido a que fue la única titánide
que ayudó a Zeus en la Titanomaquia,
no fue desterrada a los dominios del Inframundo tras su derrota por los
olímpicos.
También se contaba que era la hija de Deméter. Hécate, como
Deméter, era una diosa de la tierra y la fertilidad. Otra versión la pone como hija menor de Zeus,
un rasgo que sin embargo comparte con Atenea y Afrodita, como aspectos
de antiguas deidades que tampoco pudieron ser eclipsadas por los
olímpicos debido a que su adoración era tan dominante.
Un mito cuenta que había robado el pote de carmín de su madre y huido
a una casa donde una mujer estaba de parto. Zeus la envió al reino de Hades
para ser purificada. En él gozaba de gran autoridad, presidía las ceremonias de penitencia y
purificación de las sombras en las que se permitía concertar las malas
acciones de sus vidas pasadas.
Ayudó a Deméter a parir cuando Perséfone fue raptada (en algunas versiones del mito fue ella quien la rescató del Inframundo), y se opuso a Heracles cuando éste intentó enfrentarse a Cerbero.
Se consideraba que todos los grandes magos y hechiceros mitológicos eran descendientes suyos, especialmente los hermanos Circe y Eetes, hijos suyos y, por tanto, abuela de Medea. Por otra parte, es la madre de muchos monstruos, como Escila, que representaba los aspectos pavorosos de la naturaleza que producían miedo y sobrecogimiento.
Se creía que, en las noches sin luna, ella vagaba por la tierra con una
jauría de perros fantasmales y aulladores que precedían su aparición.
Ella enviaba a los humanos los terrores nocturnos, apariciones de
fantasmas y espectros como Empusa, que comía carne humana, tenía un pie
de bronce, presentaba toda clase de formas.
En la mitología romana, se la identificaba como Trivia cuya efigie (en forma de una mujer de triple cuerpo o bien
tricéfala) presidía las
encrucijadas de los caminos. Se creía
que Hécate y su jauría de perros aparecían en esos espacios apartados.
Fuentes: Wikipedia, http://mitosyleyendascr.com/