En la mitología griega, Helén era hijo de Deucalión y Pirra. Este personaje era un héroe epónimo (nombre de una persona o de un lugar que es usado para dar nombre a un pueblo, concepto u objeto de cualquier clase) de los helenos.
Sus padres fueron los únicos
que sobrevivieron al diluvio enviado por Zeus para exterminar la
degenerada raza humana de la Edad del Bronce. Refugiados en un arca,
Deucalión y Pirra arribaron a las montañas de Tesalia. Allí Zeus les
ofreció la concesión de un deseo. Ambos optaron por solicitar la
compañía de otras personas. Se cuenta que lanzaron piedras al aire y que,
de cada piedra, surgió una persona. De esta manera, la mitología griega asigna a Deucalión y Pirra la
paternidad de todos los hombres. Helén pertenecería Melantea, Anfictión y Protogenia.
Este héroe da nombre a toda la raza de los griegos. Por la ninfa Orséis se convirtió en padre de Juto, Eolo y Doro. De él descienden las principales ramas del pueblo griego: los dorios (de Doro, su hijo), los jonios (de Ion/Jon, su nieto por parte de Juto), los eolios (de Eolo, su hijo) y los Aqueos (de Aqueo, su nieto por parte de Juto).
Fuentes: Wikipedia, http://www.lahistoriaconmapas.com/