Céfiro y Flora, por William-Adolphe Bouguereau (1875) |
En la mitología griega, Céfiro era un anemoi, dios del viento del oeste, hijo de Astreo y de Eos. Céfiro era el más suave de todos y se le conocía como el viento fructificador, mensajero de la primavera.
En una ocasión se representa como el marido de Iris, la diosa del arco iris con quien tuvieron a Poto. Raptó a otra de sus hermanas, la diosa Cloris, a la que dio el dominio de las flores. Con Cloris fue padre de Carpo. Se decía que había competido por el amor de Cloris con su hermano Bóreas, a quien terminó ganando. También se cuenta de él que con otra de sus hermanas, la arpía Podarge, fue padre de Balio y Janto, los caballos de Aquiles.
Uno de los mitos conocido de Céfiro es el que se le relaciona con Jacinto, un hermoso y atlético príncipe espartano. Céfiro se enamoró de él y lo cortejó, al igual que Apolo.
Ambos compitieron por el amor del muchacho, éste eligió a Apolo, y
Céfiro enloqueció de celos. Más tarde, al sorprenderlos practicando el lanzamiento de disco,
Céfiro les mandó una ráfaga de viento, y el disco, al caer, golpeó en
la cabeza a Jacinto que murió. Con la sangre del muchacho muerto, Apolo
haría la flor homónima (una flor con su nombre).
En la historia de Cupido y Psique, fue Céfiro quien ayudó a Eros transportando a Psique hasta su cueva.
Se le describe como un hombre joven, con alas de mariposa o hada,
sin barba, semidesnudo y descalzo, cubierto en parte por un manto
sostenido entre sus manos, del cual lleva y va esparciendo una gran
cantidad de flores.
Su equivalente en la mitología romana era Favonio, quien ostentaba el dominio sobre las plantas y flores.
Fuente: Wikipedia