En la mitología griega, Cloto es la más joven de las tres Moiras, hijas de Zeus y Temis
que presidían el destino del hombre. Su posición era la primera de los Tres Destinos, pues era
Cloto quien hilaba las hebras de la vida con su rueca.
También se creía que era la hija de Nix (la Noche) o de Temis, para indicar la oscuridad del destino humano. Su equivalente en la mitología romana era Nona.
A ella le correspondía el poder que le permitía
no sólo elegir quién nacía sino también decidir cuándo los dioses y los
mortales debían salvarse o morir.
Cloto, junto con sus hermanas y Hermes, recibió el crédito de
crear el alfabeto para su gente. Aunque Cloto y sus hermanas eran diosas
reales, su representación del destino está más enfocada sobre la
mitología griega. Las hebras representan la vida humana y sus decisiones
representan el destino de todas las personas en la sociedad.
También se dice que, forzó a la diosa Afrodita a hacer el amor con otros dioses, mató al titán Tifón con fruta envenenada, persuadió a Zeus para que matara a Asclepio con un rayo y ayudó a los dioses en su guerra con los Gigantes, matando a Agrio y a Toante con mazas de bronce. Cloto también usó sus poderes para dar vida en el mito de Tántalo, el dios que mató y preparó a su hijo Pélope
para una fiesta con otros dioses. Cuando los otros dioses supieron lo
que Tántalo había hecho, pusieron las partes restantes de Pélope en un
caldero. Cloto le devolvió la vida, con la excepción de su hombro
devorado, el cual fue reemplazado por un trozo de marfil. Tántalo fue entonces lanzado al Hades por lo que le había hecho a su propio hijo.
Cloto era adorada en muchos lugares de Grecia como una de las Tres Moiras y se la asociaba a veces con las keres y las erinias. Ariadna, la diosa griega de la fertilidad, es similar a Cloto en tanto que también lleva una pelota de hilos.
Fuente: Wikipedia